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Aunque China sigue siendo el principal mercado para las carnes uruguayas, en lo que va de 2024 las exportaciones de carne bovina a China cayeron 29,7%, según datos del Instituto Nacional de Carnes (Inac). Sin embargo, ese descenso fue amortiguado por un incremento de los negocios a otros destinos, como Estados Unidos, que aumentó 69% sus compras, y junto a Canadá representan el 28% de las colocaciones de carne uruguaya en el exterior.
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También crecieron las ventas a otros mercados, como Israel (144%), Rusia (1.734%), la Unión Europea (20%), Reino Unido (57%), Japón (33%) y Brasil (32%), entre otros, en comparación a igual período de 2023.
Cabe señalar que aún no se completó la cuota de 20.000 toneladas en Estados Unidos, aunque avanza a buen ritmo, van unas 15.000 toneladas. El 85% de las 95.500 toneladas que se colocaron en ese destino están por fuera de cuota y pagaron 26,4% de arancel. Esta demanda de Estados Unidos se explica por una menor producción interna. “Me parece que este fue el gran salvavidas que tuvo el sector”, opinó el gerente del Inac.
Caída de China. La caída de las exportaciones de carne a China parece reflejar una tendencia, ya que en 2022 ese mercado absorbió dos tercios de las exportaciones, el año pasado algo más del 50% y en la actualidad representa un tercio, dijo el gerente de Información del Inac, Jorge Acosta, a Agro de Búsqueda.
El mercado chino, que hasta hace algunos años pagaba precios altos y compraba grandes volúmenes de carne uruguaya, ahora paga menos y eso hizo que los exportadores busquen otras alternativas de mercado.
El precio promedio de la tonelada de carne bovina de exportación está 5% por debajo del año pasado. A esta altura de 2023 el Índice Medio de Exportación (IMEx) del Inac era de US$ 4.330 por tonelada, y hasta la semana pasada se ubicaba en US$ 4.104 por tonelada. “Estamos exportando más o menos el mismo volumen, pero a un precio inferior, con mayor esfuerzo de colocación, y una readecuación de mercados”, sintetizó Acosta. Y agregó que “no hay señales de que el precio vaya a cambiar mucho, ni hacia arriba, ni hacia abajo”.
Faena. El gerente de Información del Inac estimó que el año podría cerrar con volúmnes “similares o algo por debajo del año pasado”, cuando se faenaron 2,3 millones de vacunos, ubicándose en el promedio de los últimos años. “No se observa que haya una oferta muy importante de ganado, eso va a hacer que el volumen colocado esté por debajo de las 500.000 toneladas o un poquito más, a un valor menor al de 2023. Será un segundo año de caída de ingresos totales del sector”, planteó.
Los rendimientos de los ganados faenados “son similares” a los del año pasado, así como los pesos de carcasa, que se ubican en 280 kilos en cuarta balanza, “son muy pesadas”, destacó Acosta. Indicó que eso se explica por la faena de ganado de corral, que en lo que va de este año suma unas 210.000 cabezas y representa alrededor del 15% de la faena total. Los datos corresponden a los corrales habilitados para la cuota 481.
“Estimo que el año que viene se podría sostener la actividad con estos pesos de carcasa, hay que ver cómo juega el clima. Seguramente no crecerá la faena, porque no parece haber una oferta muy importante”, analizó.
También planteó que “dependerá del rol que jueguen las vacas”, ya que este año hubo muchas vacas de invernada que se preñaron y no fueron destinadas a faena, y eso también influyó en una reducción de la actividad de la industria.
“El año que viene tal vez se libere un poco más de vacas a faena, pero novillos seguramente falten”, estimó Acosta. Además, consideró que ese escenario de menor oferta puede influir en una suba de precios.