escribe Juan Luis Dellapiazza
La suba del dólar fue positiva para la cooperativa, pero si la inflación aumenta podría afectar al mercado interno
escribe Juan Luis Dellapiazza
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáUruguay “tiene la segunda mejor huella de carbono del mundo en la industria láctea, solo es superado por Nueva Zelanda, y se encuentra muy por delante de los países europeos en este aspecto”, destacó a Agro de Búsqueda el gerente general de Conaprole, Gabriel Valdés. El ejecutivo sostuvo que la Unión Europea “tiene una huella de carbono complicada”, por lo que reduciría considerablemente su producción de leche en caso de aplicar las normas ambientales que proyecta.
“Insisto en la gran oportunidad que tenemos, pero para capitalizarla debemos fortalecer nuestras ventajas competitivas, como país pequeño, que necesita competir en el mercado global”, enfatizó el gerente.
Sobre los avances en el acuerdo Unión Europea-Mercosur, Valdés afirmó que “aún queda mucho por resolver” en relación con “la letra chica”. Explicó que la posibilidad de que 30.000 toneladas de queso provenientes de Europa ingresen al Mercosur plantea “importantes desafíos”, porque “Europa es un productor de quesos de primer nivel y muy competitivo”.
Consideró que “si toda esa cantidad entra a Uruguay “estaríamos muy preocupados”, pero si se distribuye de forma proporcional en los países del Mercosur, “el impacto sería diferente”.
Valdés subrayó que también se deben considerar los parámetros ambientales que Europa pueda establecer para que esas cuotas funcionen. “Nuestra huella de carbono es muy diferente a la de ellos. Si se busca un mundo más sustentable y una seguridad alimentaria responsable, ellos no pueden acreditar los niveles que nosotros sí alcanzamos”, sostuvo.
El ejecutivo estimó que este acuerdo “tomará algunos años”, pero planteó que “es crucial comenzar de inmediato a trabajar con las nuevas autoridades para darles nuestra visión”.
Un año positivo. Tras dos años difíciles para el sector, Conaprole cierra el 2024 con mejores perspectivas y un precio en alza al productor. Valdés destacó que el mercado externo es “más favorable”, pero la investigación de Brasil por dumping “genera preocupación”.
El sector viene de años “complejos por sequías, excesos de lluvias y una fuerte caída en el precio internacional”, y esto “nos obligó a tomar una decisión muy difícil: reducir el precio pagado al productor en casi un 20%”, explicó. Sin embargo, esa situación se logró revertir y se pagó por el litro de leche valores similares a los de agosto de 2023. Al tiempo que destacó que se realizaron reliquidaciones a los productores por más de US$ 21 millones.
En su reciente ejercicio fiscal, cerrado en julio de este año, Conaprole exportó a 70 países. “Hemos duplicado en el último año nuestra presencia en Latinoamérica, Medio Oriente, en el oeste asiático y, en cierta medida, en África occidental. Buscamos ser flexibles y tener múltiples puertas abiertas”, dijo el gerente de la cooperativa.
La flexibilidad también se refleja en el empaquetado de los productos. “Hoy exportamos leche en polvo en bolsas de 25 kilos, pero también en formatos de 1.000, 700 y 850 kilos, o en presentaciones más pequeñas, de 1 kilo o 400 gramos”, explicó. Asimismo, destacó la importancia de trabajar continuamente en certificaciones de calidad, que son revisadas anualmente por los clientes internacionales.
Perspectivas. Sobre las perspectivas del sector, comentó que “en principio son positivas”. Analizó que “el mundo está demandando leche, y China, que había estado menos activa, volvió a aparecer”. Añadió que también se observa una menor oferta de leche en Europa y Nueva Zelanda, así como una significativa caída en la producción china. A esto se suma una reactivación del consumo global.
Recordó que históricamente, los precios se ubicaban entre US$ 3.100 y US$ 3.400 por tonelada, pero actualmente se ubican en unos US$ 4.000 por tonelada, “un valor atípico que, por supuesto, trasladamos inmediatamente al precio de la leche”, afirmó.
Valdés consideró que el sector lácteo “enfrenta una gran oportunidad, pero también grandes desafíos”. A su entender, “es fundamental ser competitivos para garantizar la seguridad alimentaria que el mundo necesita”; y “hay que producir con calidad, de manera sostenible y a precios competitivos”.
Subrayó que “es fundamental ser proactivo y estar preparado para enfrentar lo peor”, como eventos climáticos extremos y múltiples variables que están “fuera de nuestro control al operar a nivel global”. Puntualizó que “para gestionar lo que venga, necesitamos equipos capacitados, calidad en nuestros procesos, y estar constantemente en la frontera del conocimiento”.
Posicionamiento. Valdés analizó que el contexto de la carne y los lácteos en Uruguay “es diferente”, ya que en el sector cárnico “hay más empresas de dimensiones comparables entre sí”. Sin embargo, Conaprole maneja actualmente el 73% de la remisión nacional de leche.
La cooperativa le vende a siete de las 10 principales empresas lácteas del mundo y su marca “es reconocida internacionalmente”. Valdés remarcó que “en los últimos 10 años, salvo en uno, fuimos el principal exportador del país”, y ahora “estamos en el tercero o cuarto lugar –dependiendo del año– en exportaciones mundiales de nuestro principal producto: la leche en polvo entera”.
La cooperativa “está logrando un excelente desempeño en destinos como Omán y Yemen”, destacó Valdés. Además, señaló que en África “están surgiendo oportunidades importantes en países como Costa de Marfil, Gambia y especialmente en Nigeria, donde se logró un crecimiento significativo”.
Esos mercados presentan ventajas competitivas debido a la igualdad de condiciones en términos de aranceles, diferente a lo que ocurre en China, donde Uruguay ingresa con un arancel del 10%, mientras Nueva Zelanda no paga aranceles.
Investigación por dumping. Brasil es un destino histórico y tradicional para los lácteos uruguayos. “Es el tercero o cuarto mayor productor de leche del mundo. Nosotros exportamos a precios competitivos, internacionales, y confiamos en las gestiones que están llevando adelante las autoridades actuales y las futuras”, declaró en relación a la investigación por dumping que inició Brasil.
Enfatizó que Conaprole “tiene la convicción de que no está incurriendo en prácticas de dumping ni causando perjuicio alguno”, y aunque admitió que “podría darse que Brasil aplique un impuesto a las exportaciones uruguayas”, sostuvo que “estamos muy lejos de ello”.
Suba del dólar. El impacto de la suba del dólar ha sido positivo para la industria, considerando que la exportación representa el 60% de la facturación de Conaprole. En noviembre, la cooperativa trasladó esta suba del dólar al precio, aplicando una mejora del 3,5%.
Sin embargo, Valdés subrayó que es necesario actuar con cautela, ya que el fortalecimiento de la divisa afecta a todos los países y la competitividad debe evaluarse caso a caso. “En Brasil, por ejemplo, el real también se ha fortalecido considerablemente, lo que dificulta hacer negocios al valor actual de la moneda brasileña, pese al aumento del dólar en Uruguay”, explicó.
Estimó que la suba del dólar “podría significar una mejora de entre US$ 500.000 y US$ 600.000 por mes”. “Cuando exportas US$ 50 millones al mes, recibirás $ 50 millones más si el dólar sube. Esto mejora los ingresos del mercado externo, pero hay que analizar cuidadosamente cómo afecta al resto de los costos”. Porque cuando el dólar sube rápidamente, “genera mucha inestabilidad y volatilidad en otras variables que también hay que considerar”, advirtió.
También señaló las implicancias de la inflación en este contexto, considerando que el mercado interno es relevante para Conaprole, ya que representa el 40% de la facturación. “Es probable que en diciembre la inflación no se sienta tanto, pero estoy convencido de que en enero será más evidente, con niveles más altos de lo habitual. Esto puede afectar las ventas en el mercado interno y, en consecuencia, repercutir en toda nuestra estructura de costos y en la de los productores”, agregó.