La plaza uruguaya ha sido durante décadas sitio de resguardo para el dinero de muchos argentinos que buscan escapar de los riesgos que conlleva la inestabilidad económica o política en su país, o pretenden eludir un sistema impositivo que, en particular con los gobiernos kirchneristas, se sobrecargó para familias con patrimonios abultados. Es plata que se coloca en depósitos bancarios en el sistema local —o se canaliza hacia el exterior—, en títulos de deuda, en campos y en inversiones inmobiliarios, entre otros activos muchas veces no declarados al fisco de Argentina.
Desde siempre, en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) miran hacia Uruguay con recelo, si bien los rastros del capital no declarado por los argentinos le sugieren que es plata —relativamente— chica en comparación con los montos colocados en otras jurisdicciones. Según datos del Banco Internacional de Pagos, en el primer trimestre del año los residentes en Argentina tenían fuera de su país depósitos y acciones por US$ 18.554 millones.
En Uruguay, los depósitos de no residentes —que son mayormente de argentinos— se estabilizaron en los meses recientes en torno a los US$ 3.200 millones, conforme con cifras informadas por el Banco Central. Además, a fin del año pasado gestores de portafolios y asesores de inversión que prestan servicios desde oficinas en Zonamerica o las torres del World Trade Center en el Buceo tenían 24.637 clientes argentinos con unos US$ 17.700 millones.
“Sin dudas que esta medida es positiva en cuanto a que aporta transparencia a todo nivel. Pero, si analizamos en profundidad, puede tener ciertos rasgos positivos como negativos para el Uruguay”, evaluó Juan José Varela, country manager de la empresa de servicios bursátiles Balanz Uruguay, consultado por Búsqueda.
Lo positivo: los argentinos que declaren sus bienes al fisco de su país podrían decidir reinvertir, un efecto potencialmente “beneficioso para la economía uruguaya, especialmente en sectores como el inmobiliario o financiero”, estimó ese ejecutivo. Explicó que si bien “ya existía mucha inversión argentina en Uruguay, con el blanqueo se pueden presentar orígenes de fondo más detallados y eso podría aumentar el flujo de caja disponible”. Pero, aclaró, el blanqueo también podría incentivar al capital argentino a quedarse en su país, con lo cual Uruguay se perdería la oportunidad de captarlo.
Por su lado, Fabián Kopel, cofundador de la desarolladora inmobiliaria Kopel Sánchez, sostuvo que el blanqueo de capitales, de momento, no mermó las inversiones en Uruguay. “Hoy en día el país sigue siendo muy favorable para los argentinos porque tenemos una estabilidad jurídica, un costo de metro cuadrado bastante parecido con una rentabilidad en dólares bastante superior y una predictibilidad bastante más alta” que la que ofrece Argentina, analizó ese empresario citado en una gacetilla.
El blanqueo
Milei se ha mostrado comprensivo con los argentinos que han sacado dinero de su país, al menos desde un punto de vista filosófico. “Algunas cosas que los políticos definen como delito, para mí, no son delito”, declaró en abril en radio Neura. El domingo 15, al presentar en el Congreso el proyecto de presupuesto para 2025, el presidente volvió a referirse a la plata expatriada para defender su propósito de erradicar el déficit fiscal: "En una economía globalizada (...), el capital se ha vuelto nómade. Hoy, cualquier persona puede abrirse una cuenta en Estados Unidos o en Paraguay sin moverse de su casa, y lo hace buscando mejores condiciones fiscales que las que ofrecemos nosotros". Luego, clamó por "terminar con esta pulsión por expulsar el capital" argentino con "impuestos prohibitivos, que lo único que hacen es reducir el flujo y el tamaño" de la economía, "castigando al país en su conjunto con más pobreza y más exclusión".
En esa línea, el gobierno del libertario reglamentó a mediados de este año el blanqueo. Este “régimen de regularización de activos”, enmarcado en la ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes está dirigido “tanto a los residentes en el país como a todos los argentinos que mudaron su residencia fiscal a otro país, y hoy pueden decidir su regreso al amparo de este proceso”, comunicó en su momento la AFIP para que no haya desprevenidos.
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Sede de la AFIP, en Buenos Aires
AFIP
Según este esquema de blanqueo, no pagarán impuestos quienes regularicen bienes o tenencias existentes al 31 de diciembre de 2023 de hasta US$ 100.000. Tampoco lo harán los que ingresen al sistema financiero argentino cifras mayores y no las retiren antes de fin del año que viene, o las inviertan en destinos autorizados por el Ministerio de Economía. El plazo para regularizar dinero en efectivo vencerá el próximo lunes 30.
Por otro lado, aquello que regularicen más de US$ 100.000 sin optar por algunas de las alternativas libres de impuesto estarán gravados con una alícuota de 5% sobre el excedente si lo hacen antes de que termine setiembre, del 10% si el procedimiento se efectúa no más allá de fin de 2024 y del 15% en caso de que el blanqueo ocurra en un plazo que va hasta marzo del 2025.
Un artículo publicado por El Cronista en agosto indicó que, en Argentina, “los asesores de inversiones y gestores de capitales recomiendan la adhesión en general, pero enfatizan en los contribuyentes argentinos que tengan activos en Uruguay”. Piedad Ortiz, economista en jefe de la empresa bursátil Wise Capital, resaltó, citada en esa nota, que el intercambio de datos fiscales entre los vecinos rioplatenses funciona de manera más ágil que con otras jurisdicciones.
De estadísticas obtenidas por Búsqueda mediante un pedido de acceso a la información pública a la Dirección General Impositiva (DGI) surge que, desde que está en vigencia el tratado de intercambio de información tributaria entre ambos países —febrero de 2013— y hasta el 28 de agosto pasado la AFIP cursó 406 pedidos de datos a Uruguay, la mayoría referidos a empresas. Un total de 133 solicitudes fueron denegadas.
El pedido de acceso requirió a la DGI información discriminada por meses, desde febrero del 2013 a la fecha, sobre el número de solicitudes de datos hechos por la oficina recaudadora argentina a su par uruguaya. En el primer mes que entró en vigencia el tratado, se cursaron 17 y el pico máximo fue en setiembre de 2016 (48), aunque se denegaron ocho y 30 en esos meses, respectivamente. ¿Qué pasó con Milei ya como ocupante de la Casa Rosada? Cuando asumió, en diciembre de 2023, la AFIP efectuó ocho pedidos de información a la DGI que lo ayuden a rastrear a posibles evasores, y en lo que va de 2024 realizó dos en febrero, uno en marzo, tres en mayo y siete en agosto, en este caso ya con la ley de “blanqueo” en aplicación.
Por otro lado, el convenio de intercambio con Argentina ha sido escasamente utilizado por la DGI, un desbalance comprensible dada la diferencia de escalas económicas y el sentido tradicional que tiene el flujo de capitales entre ambos países. La oficina recaudadora uruguaya informó en la respuesta a Búsqueda que desde la entrada en vigor del tratado y hasta el 28 de agosto pasado envió seis solicitudes, el último hace más de tres años.
Uruguay también cuenta con convenios bilaterales similares con cerca de una treintena de países, los cuales tienen un uso muy esporádico. En efecto, la Impositiva informó que en el año en curso —siempre al 28 de agosto— le llegó un pedido de la administración tributaria de Alemania, uno de Bélgica, dos de Chile, cinco de Ecuador y dos de España.
La revista Noticias informó que el gobierno argentino espera que la cifra final que se consiga con el blanqueo oscilará entre los US$ 20.000 millones y US$ 30.000 millones, aunque aseguró que funcionarios más optimistas creen que podrían obtenerse US$ 50.000 millones en activos “exteriorizados”.
El artículo cita a César Litvin, principal del estudio Lisicki Litvin & Asociados: “Hay que tener en cuenta que algunos contribuyentes se mudaron fiscalmente a Uruguay u otros destinos más amables con los impuestos patrimoniales durante la última gestión de gobierno y que todavía queda el recuerdo de la suba de alícuotas para los que habían ingresado en el blanqueo de (Mauricio) Macri”. En declaraciones a El País publicadas el lunes 16, ese abogado repitió que es difícil prever qué adhesión logrará la medida de Milei. Dijo que si bien "es atractiva esta invitación a retornar", en particular entre los argentinos que hicieron su radicación fiscal en Uruguay -que "son de mucha fortuna"- podría pesar más el trato impositivo preferencial y la certidumbre que ofrece el país. "Los capitales son mimosos, van a donde mejor los tratan. Y el 'cariño impositivo' que les otorga hoy Uruguay no lo tienen en ningún lado", afirmó Litvin.
Varela, de Balanz Uruguay, también se expresó cauto con el resultado que podría tener la medida: “Ya se ha querido en el pasado promover el blanqueo y por diferentes razones no todos han confiado en el proceso”, lo cual podría hacer “que se dude de que se pueda implementar con éxito”.