El PIT-CNT demoró 15 años en alcanzar una cuota de participación de 30% de mujeres en sus órganos de dirección, la Mesa Representativa y el Secretariado Ejecutivo. Este mínimo se decidió en 2003 y recién se logró concretar en el congreso de 2018, con un intenso trabajo previo para que eso fuera posible. La dirigente sindical y militante feminista Tamara García, que en ese entonces era parte de la comisión de jóvenes del PIT-CNT, recuerda que para que la cuota se alcanzara se produjeron intercambios varios meses antes con los sindicatos para que promovieran a dirigentes mujeres. Fernando Pereira, presidente del PIT-CNT y líder de la corriente Articulación, se había comprometido con la meta y había transmitido que no asumiría de nuevo el cargo si no se llegaba al 30%. Y se llegó.
En los meses previos del siguiente congreso, el de 2021, la Secretaría de Género del PIT-CNT empezó a plantear el objetivo de avanzar hacia la paridad. No se llegó, pero en la conformación inicial hubo más de un tercio de mujeres tanto en la Mesa Representativa como en el Secretariado Ejecutivo. Aunque esa presencia fue mermando en los años siguientes.
La situación actual parece lejana a aquel impulso. “El congreso nos dejó una sensación de retroceso importante, de frustración, de haber quedado muy cortas”, dijo a Búsqueda García. Según contó, esa percepción es compartida por dirigentes mujeres de otros sindicatos.
De acuerdo con el resultado de las elecciones realizadas el sábado 24 de mayo, la nueva Mesa Representativa del PIT-CNT tendrá 15 mujeres entre sus 41 integrantes, 36%. “La cuota es un mínimo. Que estemos en la situación de abrazarnos a lo mínimo es una señal de retroceso”, dijo.
García es integrante de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio y los Servicios (Fuecys) y de la corriente sindical Articulación. Su mirada implica una crítica a su corriente. La lista que conformaron en alianza Articulación y En Lucha en las elecciones del congreso tenía solo tres mujeres en los primeros 15 lugares de la lista, que fueron los puestos que logró en la Mesa Representativa del PIT-CNT.
En la lista más votada, la lista 1, de la corriente Gerardo Cuesta, de perfil comunista, se da una situación similar. Por los votos que obtuvo logró 17 lugares en la Mesa Representativa y son cinco las mujeres que están en puestos de titulares.
Bastante más equitativas fueron las listas de las corrientes minoritarias. Tanto la lista 2, impulsada por el sindicato de la educación privada (Sintep) y el de UTE, como la lista 8, del espacio denominado Coordinación de Sindicatos, tuvieron integraciones casi paritarias. En el caso de la lista 8, además, los primeros cinco lugares los ocuparon mujeres y esa fue la cantidad de cargos que lograron para la Mesa Representativa.
“Las cinco que entramos somos cinco compañeras y no es una cuestión de cuotas. Es por actuar sin desplazar a las compañeras que tienen un cargo de responsabilidad en sus sindicatos. Lo que suele pasar en otros espacios es que las mujeres son desplazadas, son invisibilizadas. En la Coordinación eso no sucede”, dijo a Búsqueda Fernanda Aguirre, dirigente del Sindicato Único Gastronómico y Hotelero del Uruguay (Sughu), que integra desde hace varios años el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT.
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Fernanda Aguirre en el acto del 1º de mayo del 2022
Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS
La nueva Mesa Representativa de la central sindical se reunirá por primera vez este jueves 5. Una de sus primeras tareas es definir la conformación del Secretariado Ejecutivo. El nivel de participación de mujeres en ese espacio aún no está claro.
Según dijeron a Búsqueda fuentes sindicales, la propuesta que será puesta a consideración de la nueva Mesa Representativa del PIT-CNT implica mantener las figuras de presidente, secretario general y vicepresidente, pero no incluye mujeres en la fórmula. Los nombres planteados para esas tareas son los de Abdala (corriente Gerardo Cuesta), Joselo López (corriente En Lucha) y Javier Díaz (Gerardo Cuesta).
“Hay que crecer”
Aunque en el espacio que integra la situación es alentadora, Aguirre ve, como García, un panorama diferente a escala general en el PIT-CNT. En particular señala un estancamiento en las corrientes mayoritarias, Gerardo Cuesta, En Lucha y Articulación. “Las listas mayoritarias no crecieron en su posición ni en su comportamiento”, aseguró.
A la hora de decidir a qué dirigentes promover para cargos de dirección García y Aguirre sostienen que entre algunos dirigentes se empieza a repetir un discurso que consideran lejano a la realidad: el de “no hay mujeres” para ocupar esos cargos. Las dos destacan que no faltan mujeres con capacidad en el movimiento sindical.
“Las mujeres estamos en las bases, estamos en los sindicatos, sostenemos los espacios, pero no nos vemos en las direcciones”, dijo García. Asegura que eso no se debe a un tema de “méritos”, sino a “desigualdades estructurales”, a “estereotipos formados” sobre lo que es ser un “dirigente fuerte” y a “lógicas conservadoras” que se reproducen. “El candidato ideal siempre resulta que es un varón, heterosexual y grande”, escribió en su cuenta de Instagram días después del Congreso del PIT-CNT.
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Tamara García, dirigente de Fuecys, en una movilización sindical
Mauricio Zina / adhocFOTOS
En la misma línea, Aguirre señala que para que más dirigentes sindicales mujeres se desarrollen es necesario abrirles espacio. Coincide en que hay dirigentes que buscan por distintas vías mantener el “control político” de sus organizaciones. Eso se refleja en la mirada que tienen de la participación de dirigentes mujeres. “Algunos en vez de darles espacio a compañeras capacitadas postulan a personas que puedan estar bajo su control político. Esas son manganetas bastante condenables”. Igualmente, también se separa de una mirada que considera obsoleta: “El concepto de que los varones son los dueños del mundo y ellos son los que nos habilitan espacios es un concepto muy retrógrado”.
García y Aguirre también coinciden en que el déficit de participación de mujeres en las direcciones sindicales expone al PIT-CNT a contradicciones. Problemas centrales en la agenda como la informalidad, la pobreza, el desempleo afectan de forma más acentuada a las mujeres, recuerda García. Aguirre añade que el movimiento sindical lucha contra la desigualdad, contra la opresión y contra la explotación: “Ahora, en nuestras prácticas cotidianas también tenemos que salir de las prácticas de opresión. Si repetimos esas lógicas, estamos en problemas”, advierte.
Aunque la Coordinación de Sindicatos es promotora de volver a la figura de los “coordinadores” en el PIT-CNT, un modelo que considera más horizontal, Aguirre contó una anécdota reciente que se dio en la discusión sobre quiénes podían ocupar la presidencia, la secretaría general y la vicepresidencia como ejemplo de otro tipo de prácticas que considera problemáticas sobre la participación de mujeres.
Según relató, cuando se propusieron los nombres de Abdala, López y Díaz hubo algún señalamiento a la falta de mujeres en ese esquema de representación pública. “La respuesta era ‘sí, sí, es muy difícil de resolver’. Como si Nathalie Barbé (del sindicato de trabajadores de la seguridad social) y yo fuéramos invisibles”, contó Aguirre entre risas. Y remató: “Gargantean con el tema de superar la cuestión de la cuota de género, pero siempre y cuando las mujeres sean de su corriente”.
Mientras el PIT-CNT encuentra dificultades para superar la cuota de 30% en la Mesa Representativa y el Secretariado Ejecutivo, entre los delegados en el congreso la participación de mujeres es bastante más amplia. García dijo a Búsqueda que de una encuesta que realiza la Universidad de la República surge que hubo un 46% de mujeres entre los 1.173 congresales que participaron. La foto es muy similar a la del congreso de 2021, cuando habían sido el 44%, lo que había implicado un salto grande respecto al de 2018, en el que la cifra fue de 29%.
Paro de mujeres y protocolo de acoso
Pese a la mirada global de retroceso, el congreso tuvo también algunos “avances” en decisiones vinculadas a temas de género. Entre ellos, García destaca que se aprobó que la medida general con la que el PIT-CNT acompañe cada 8 de marzo la conmemoración del Día de la Mujer sea un paro de mujeres, más allá de que las filiales puedan resolver de forma independiente un paro de todos los trabajadores como forma de instrumentación. También se aprobó en el congreso un protocolo elaborado por la Secretaría de Género del PIT-CNT para casos de acoso y violencia de género.
A esa lista, Aguirre añade un punto más. En el transcurso del congreso hubo un espacio de cuidados para hijos de dirigentes, lo que a su juicio mejora las posibilidades de participación de las mujeres. En la misma línea recordó que meses atrás el PIT-CNT inauguró un espacio de cuidados en su sede.