Lo que sigue es un resumen de la entrevista con Búsqueda.
—¿La campaña está fría?
—No tengo muchos elementos para juzgar eso porque estoy en el calor de la campaña, con una actividad muy intensa, con muchos lugares por día, no tengo una visión objetiva. No me interesa tampoco. Lo importante es atender la realidad, prepararnos para tener una gran vocación para ser gobierno.
—¿El nivel de debate es mejor o peor que el de la campaña de 2019?
—No sé. Tampoco tengo tiempo para sentarme a analizar lo que pasaba en los debates de 2019 y ahora. Lo importante es levantar el nivel de la discusión, más allá de si era mejor o peor que antes.
—¿Y se está levantando?
—No. Porque de lo que tenemos que hablar es de lo que le importa a la gente y no de lo que nos importa a los políticos.
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—Hay analistas que atribuyen cierto desinterés o apatía hacia la campaña porque los candidatos no enamoran, no movilizan, ¿Comparte ese análisis?
—El análisis de las cosas siempre recae en los individuos. Hay una tendencia cuando se analiza un problema a poner la responsabilidad en individuos. Pero si hay un desafío para la política hoy, y ese desafío es la apatía, el problema excede largamente a los individuos. Hay un problema cultural que es un problema para el mundo. La democracia es la mejor forma de organizarse y gobernarse que los pueblos han encontrado, en mi humilde opinión. El núcleo de la democracia es la política. Las cosas en democracia se resuelven con política. Es un problema de la humanidad y no de que haya gente que sea más o menos divertida. Tenemos que trabajarlo para encontrarle la vuelta. Que no nos gane la indiferencia. Porque si hoy te gana para esto, mañana te gana para otra cosa y cuando querés ver la vida ya no es más tuya y te la están manejando.
—¿Cuál cree que es el escenario más probable para el domingo 27 de octubre?
—Voy a decir el escenario que quiero. Tenemos que ganar y estoy bastante segura de que vamos a obtener la mayoría parlamentaria. Lo demás es impronosticable.
—Hay voces dentro del Frente Amplio que plantean que el discurso de Orsi ha sido demasiado moderado. ¿Falta hablarle más a la izquierda?
—Uruguay no tiene rumbo y lo que estamos planteando es que Uruguay tome un rumbo, que tiene como eje nuestro programa. Yo lidero un sector, la Lista Amplia, que se propone embanderarse con el programa, y entendemos que es muy importante que en nuestro próximo gobierno el programa sea el eje del accionar del gobierno. Además, como candidata a la vicepresidencia, invoco constantemente el programa que fue escrito por miles y miles de frenteamplistas.
—¿El programa es lo suficientemente de izquierda?
—Es un programa que toma todos los problemas de Uruguay con una profunda visión humanista, y yo entiendo que la izquierda en Uruguay, el Frente Amplio, es esencialmente humanista. El centro son las personas y no que las personas se tengan que acomodar a una creencia o a un dogma.
—En discursos como el que dio Orsi ante empresarios en Buenos Aires no se plantea la falta de rumbo, sino más bien que el mensaje es de garantizar cierta continuidad, sin cambios bruscos. ¿No hay una diferencia con su mensaje?
—No me voy a poner a explicar los discursos de Yamandú ni de ningún compañero, pero voy a dar mi opinión: si vos estás frente a inversores o potenciales inversores extranjeros, lo que sí es verdad es que en el derrotero histórico del Uruguay posrecuperación de la democracia, hay una construcción de respeto a la normativa. Entonces se hace referencia a esa construcción de respeto a la normativa y al marco jurídico de Uruguay, y eso está bien que se diga. En ese sentido está muy bien decir frente a los inversores: “Nosotros vamos a seguir respetando el marco jurídico”.
—En caso de que el Frente Amplio triunfe sin mayoría parlamentaria, la negociación parlamentaria será fundamental para darle gobernabilidad al futuro gobierno. ¿Cómo se ve en ese rol, liderando las negociaciones?
—Este gobierno, que ha tenido mayoría parlamentaria, se ha caracterizado por no negociar nada o casi nada. Y yo no responsabilizo a Beatriz Argimón por eso. En política siempre hay un colectivo que es responsable. En la negociación nunca es uno solo o una sola. En política siempre hay un colectivo que está negociando. Personalmente, tengo bastante experiencia en gestión y mi concepción de la gestión no es autoritaria ni jerárquica. Armo grandes equipos, con muy buenos resultados, y en esos equipos la negociación es constante. En un buen sentido. A veces hay una acepción superficial de la negociación que es “cuánto puedo sacar para mí”. Pero es muy superficial. Porque cuando un equipo de trabajo está definiendo un camino, se están negociando cosas. Negociar no es solo dos personas sentadas en una mesa. A veces sí, pero porque 30 más estuvieron hablando y llega a un punto de sentarse a la mesa dos o tres personas. Concibo la política como un hecho colectivo y no a puertas cerradas.
—Entonces sí se ve capacitada para ese rol…
—Pero además no voy a estar sola. Va a estar todo el Frente Amplio y habrá una gran bancada de senadores y diputados. Nuevamente volvemos a lo del individuo. Y creo que tengo credenciales.
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Carolina Cosse en su oficina de la sede del Frente Amplio en Montevideo.
Javier Calvelo / adhocFOTOS
—¿Habrá clima para negociar con el actual oficialismo, tras las rispideces de la campaña?
—Siempre el que tiene las mayorías, dentro de un partido o en el Parlamento, es el responsable de cuál es el clima que quiere imponer. Una forma de razonar es “no me importa, acá se vota y listo”. O hacer un esfuerzo. Y estoy segura y convencida, y además hay una historia del Frente Amplio que así lo marca, porque cuando teníamos la mayoría parlamentaria planteábamos acuerdos e íbamos a dialogar con los otros partidos. El Frente Amplio, cuando acá hubo la gran crisis de 2002, podría haber incendiado la pradera, pero sin embargo no la incendió. En la pandemia lo que hicimos fue colaborar. Creo que el Frente Amplio tiene ese ánimo porque somos una fuerza humanista, entonces hay que cuidar a la gente, a la democracia, a la política. Nosotros hablamos de no cruzar la línea del agravio ni caer en provocaciones. A mí me han llenado de agravios y provocaciones y yo no entro, porque estoy para cosas más importantes.
—Muchas de las propuestas que plantea el Frente Amplio implican realizar políticas de Estado. ¿Qué viene después si el diálogo fracasa?
—Las cosas no se dan en compartimentos estancos. La política no es algo que sucede dentro del Parlamento. Ahí hay muchas discusiones y está muy bien, pero lo más importante es lo que sucede afuera. Las políticas de Estado se construyen haciendo buena política y conversando mucho con la gente. Si el muro de entrada de la política está cada vez más bajo, si les abrimos la cancha a los jóvenes, si vamos a los barrios, entonces ahí la construcción de las políticas de Estado en vez de estar en manos de tres o cuatro innominados, está donde tiene que estar: en manos de la gente.
—¿Por qué decidió lanzar su lista propia?
—Me hablaron muchos compañeros. Algunos de la academia, otros militantes de la vida, como Ernesto Murro. Me hablaron mucho y me convencieron de que era importante generar una corriente dentro del Frente Amplio, que ahora es la 1358, apegada al programa, a las prácticas humanistas, a esta forma de hacer política que estoy conversando con ustedes. Una forma de hacer política de puertas abiertas, saliendo de la puerta para afuera y conversando con la realidad: una política en acción.
—¿Qué tan determinante será la votación que tenga el sector en octubre para su futuro?
—En democracia los votos importan, sin lugar a dudas. Veremos.
—¿Le gustaría verlo como un espacio consolidado a largo plazo?
—Sí. El diálogo que seguimos manteniendo, no solo yo, sino todos los integrantes, como Florencia Astori, Silvia Pérez, el Bicho Silveira, el doctor Borbonet. Todos traen aportes de distintos sectores y dialogan en distintos sectores de la sociedad. Saben de lo que hablan y tienen una trayectoria de vida. Y tenemos una cuestión fresca de abrir puertas, de sumar gente, de hablar francamente de los temas. Si no sabemos de un tema, decir que no sabemos. Estudiar los temas. Construir en comunidad.
—¿Le hubiera gustado haber llegado a un acuerdo con la lista 1001, como en 2019?
—Llegamos a un acuerdo, estamos en el sublema.
—Pero no está en la misma lista. ¿Le sorprendió que ellos le hayan dado el segundo lugar a Constanza Moreira?
—No, me sorprendió. En esa parte de la negociación yo casi no participé. Lo delegué en otros compañeros.
—¿En qué áreas cree que su sector puede aportar en un eventual gobierno del Frente Amplio?
—Sin duda, todo lo que tiene que ver con la ciencia. Cuando hicimos el Plan PAIS, durante las elecciones internas, generamos un gran equipo y planteamos una estructura de trabajo y un aporte en muchas áreas, desde vivienda, turismo, deporte, salud, acciones concretas, territoriales. Tenemos gente muy capaz en muchos temas.
—¿Los ve liderando algún ministerio o un área particular?
—Eso se va a decidir después de octubre. Y lo decidiremos en el equipo, obviamente.
—¿Qué criterios tiene que tener la conformación del gabinete en un futuro gobierno del FA? ¿Debe respetar los equilibrios entre sectores?
—Eso lo tiene que definir el candidato a presidente.
—El candidato pertenece a un sector, el MPP, que triunfó ampliamente en las internas y es probable que en octubre siga consolidando su peso mayoritario en el Frente Amplio; ¿debería ser generoso en el armado del gabinete?
—Eso es parte de la responsabilidad de ser mayoría. Además, el Frente Amplio no es una suma de sectores. Es bastante más que eso. Eso fortalece al Frente Amplio, ser mucho más que una coalición. Es un mar de independientes, es sus comités de base. Como sea, lo vamos a resolver. Cuidado hay que tener. Claro.
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Gabriel Oddone, Carolina Cosse y Yamandú Orsi durante el almuerzo de ADM en Hotel Radisson en Montevideo.
Mauricio Zina / adhocFOTOS
—¿Qué le pareció el nombre de Oddone como ministro de Economía?
—Me parece que es un gran profesional. No lo conozco personalmente. Está en su derecho el candidato a presidente a elegir el ministro de Economía. Independientemente de quién sea, hay un programa que cumplir. Después se verá el cómo, los tiempos, los ritmos. Ahí, sí, la impronta personal tiene mucho que ver.
—¿Quién le gustaría que la sucediera en la Intendencia de Montevideo?
—Que sea un gobierno del Frente Amplio. Es lo que me gustaría y es lo que va a pasar.
—¿Cree que el Frente Amplio va a mantener el gobierno? Martín Lema, del Partido Nacional, ya se muestra bastante activo, adelantando una posible campaña para la intendencia.
—Lema está muy confundido. No entiende que no estamos en una campaña por la intendencia. Estamos en una campaña nacional y está apurado.
—Se supone que hay un plan de gobierno que el Frente Amplio maneja con 200 medidas. ¿Se va a publicar?
—Tenemos un programa muy claro, abarcativo, con capítulos ordenados y con una estructura ordenada y clara. Tenemos las 48 medidas, que son las prioridades que se marcaron en Colonia, y el propio programa contempla otra serie de acciones. El programa es una cosa, las prioridades son otras y para mí, humildemente, un plan de gobierno es otra cosa. Ya se va a armar el plan de gobierno porque es la forma de gobernar y porque el Frente tiene vocación de gobernar.
—¿Ese plan de gobierno se va a hacer público?
—Es un tema que definirá Yamandú, pero asumo que sí.
—¿Previo a las elecciones?
—Generalmente se hace después.
—¿No sería un buen insumo para el debate democrático?
—Pero ya está el programa y es muy terrenal. No es un conjunto de cuestiones teóricas, tiene cuestiones muy concretas. Dice que se regulará el uso de agua en los proyectos de hidrógeno, que se llevará adelante una transición agroecológica. Habla del Instituto de Colonización, de la inteligencia artificial, de la educación, de duplicar el presupuesto de vivienda. Los que hablan así es porque no lo han leído.
—¿No hubo alguna desinteligencia en los anuncios sobre los planes de gobierno?
—No... Lo que pasa es que a veces cuando nosotros hablamos se espera una enciclopedia. Y no, no vamos a cubrir todos los temas. Cuando tú marcás prioridades, marcás prioridades. Pero hay un programa. ¿Te faltarán otras prioridades? Capaz que sí. Pero como hay un programa y hay que cumplirlo, las cosas se gradúan en el tiempo.
—¿Está conforme con la forma en que la campaña comunicó las medidas y las prioridades?
—Me parece que hay un ataque sistemático hacia cualquier iniciativa que tengamos y que forma parte de una definición de marketing. Y lo que nosotros tenemos como frenteamplistas es centrarnos en nuestras propuestas. Nuestras propuestas son el programa.
—Se le reprocha a Orsi, y no solo desde el oficialismo, que a veces le falta claridad a sus mensajes. ¿Cómo ve la comunicación del candidato?
—Me parece que Yamandú tiene una gran capacidad de escucha de la gente. Yo lo entiendo cuando habla. Capaz que hay que escucharlo un rato. A veces estamos muy apurados. Yo entiendo lo que dice él.
—Una cosa es entenderlo y otra cosa es que sea claro…
—Me parece que no pasa por ahí. Tiene una gran capacidad de escucha, es claro. Es nuestro candidato. De vuelta el tema del individuo. Acá es un proyecto lo que está en cuestión y es el proyecto del Frente Amplio. Que no lo hicimos Yamandú y yo solos sentaditos en un lugar. Lo hicieron miles y miles de uruguayos. Lo que está escrito en el programa no son aventuras. Son cosas realizables, factibles. Y están nuestras trayectorias. La trayectoria del Frente Amplio en los gobiernos y las trayectorias personales de Yamandú y mía.
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Carolina Cosse posa para Búsqueda en su oficina de la sede del FA en Montevideo.
Javier Calvelo / adhocFOTOS
—Hablando de personas y de trayectorias, también se le reprocha al Frente Amplio que no anuncia su equipo de seguridad. ¿Sería bueno poner algunos nombres encima de la mesa?
—Lo que sería bueno es que este gobierno tomara alguna acción que nos permitiera ver un rumbo en un problema que es gravísimo en la sociedad. Hay que hablar de los problemas, no de los firuletes. Tenemos un problema como nunca antes habíamos tenido en el avance del narcotráfico, en la virulencia de la violencia, en que la violencia esté impactando de manera lamentablemente frecuente a niñas y niños. No da la cosa para andar haciendo cuestiones de campaña. Hay que hablar en serio de los temas.
—¿Qué medidas querría que tomara el gobierno ahora?
—No irse de los barrios. Que las policlínicas de ASSE aumentaran sus horarios, que estuvieran más presentes. Que los maestros y las maestras de las escuelas pudieran estar más rodeados y más apoyados por personal de salud, por asistentes sociales, por psicólogas, que hubiera equipos interdisciplinarios en los liceos y en las escuelas, rodeando a los docentes que están lidiando con la situación de violencia en los hogares. Tenemos que decirle a la población que algo se puede hacer. Quiero que este gobierno haga algo.
—Si se aprueba el plebiscito de la seguridad social, ¿complicaría la ejecución del programa del Frente Amplio?
—No razono así. Porque el futuro es tan incierto, el mundo es lo suficientemente complejo como para que cualquier cosa complique cualquier ejecución. Por ejemplo, ¿alguien previó que iba a haber una pandemia? Nadie. No sabemos lo que nos depara el futuro. Hay un tema de cambio climático presente. Nadie podía prever una sequía de tres años. Se puede volver a inundar todo el Uruguay. La incertidumbre es la letra del problema cuando uno planifica un gobierno futuro. Lo importante ahí es cómo se reacciona frente a los temas. Y yo creo que el único que puede reaccionar bien frente a los temas inciertos es un gobierno del Frente Amplio, por su condición humanista, porque siempre va a poner en el centro a las personas. En el programa dice “diálogo nacional”. Eso es lo que vamos a hacer, pase lo que pase.
—En su momento anunció que no iba a respaldar la reforma porque no había tenido los consensos suficientes en la sociedad uruguaya… No se expresó sobre el fondo de la reforma constitucional.
—Y también dije que eso era lo último que iba a decir. Cuando me expresé por escrito y con claridad, me expresé así para que quedara claro que esa era mi posición sobre el tema.