Los uruguayos están mucho más preparados hoy para tener una mujer presidenta que hace 20 años Los uruguayos están mucho más preparados hoy para tener una mujer presidenta que hace 20 años
“Ese deseo está en un segmento del electorado. No fue suficiente como un atributo central para la mayoría de los electores. Pero vemos que los uruguayos están mucho más preparados hoy para tener una mujer presidenta que hace 20 años. Mucho más”, evaluó.
Pérez coincidió con esa lectura. “Las encuestas de opinión pública no muestran una aversión al liderazgo político femenino por parte del electorado”. El problema, entonces, no parece estar en los votantes, sino en factores como el financiamiento y la responsabilidad de los cuidados, que merman las posibilidades de las mujeres de competir a la par de los hombres y de acceder a los primeros lugares —sea en candidaturas o en el posicionamiento en las listas—.
Incluso los partidos nuevos que se sumaron a la competencia y que pelearán en octubre para conseguir un lugar en el Parlamento están en su mayoría liderados por varones, a excepción del Partido Verde Animalista. Se trata del único de los 13 partidos que competirá en octubre con una mujer como candidata, luego de que Rita Rodríguez se impusiera en la interna contra Raúl Viñas.
¿Las feministas tienen que votar a mujeres?
La derrota de Cosse en la interna frenteamplista —Yamandú Orsi se impuso con 60% de los votos ante el 38% de la intendenta— es leída de forma disímil en la izquierda. Parte de la militancia feminista que se encolumnó detrás de su precandidatura recibió con amargura los resultados del domingo 30. Aunque, pasados los días, quedó el consuelo de que se afianzó una figura femenina. “Entendemos que es un proceso de consolidación de liderazgo”, dijo a Búsqueda Tatiana Antúnez, secretaria de Género del Partido Comunista, que militó en el colectivo Mujeres con Carolina.
Para Antúnez, sobre el final de la campaña tomó más fuerza en el discurso de Cosse “su lugar como mujer en la política”, un mensaje que caló en muchas mujeres y que para algunas militantes debió aparecer más temprano. “Cuando la campaña tomó ese viraje se generó más fervor, había una manija generalizada porque generó una mística distinta”, contó. “Al principio de la campaña no había una identificación tan específica con el liderazgo femenino y (con el hecho de) ser candidata mujer. Luego fue dando un giro y fue poniendo como centro su lugar como mujer en la política, con el haber sido madre joven, estudiando y trabajando… Las mujeres conectaron con eso”, valoró. “Me quedé con ganas de que ese mensaje se hubiera dado antes”, afirmó.
A lo largo de la campaña interna de la izquierda fue muy debatido si las feministas tenían el “mandato” de votar a la candidata mujer y si el argumento de “llevar a una mujer a la presidencia” debía ser atendido como primordial.
La doctora en Sociología Valentina Perrotta se refirió a ese aspecto a la hora de hacer un balance del resultado de las elecciones. “No comparto la idea de que las feministas deben votar a mujeres. No es una cuestión lineal y no me gustó cómo se dio esa discusión”, dijo a Búsqueda. “No niego la desigualdad política, ni la violencia, ni la discriminación, ni los menores recursos con los que cuentan las mujeres ni las dificultades por la responsabilidad de los cuidados que recae sobre las mujeres. Pero también hay que analizar los perfiles de las personas concretas que estaban en la oferta”, señaló Perrotta, que milita junto a Cristina Lustemberg en el sector Par, que apoyó la candidatura de Orsi.
“Siendo feminista, entiendo que hay formas de liderazgo con las que me identifico más”, explicó. En ese sentido, Perrotta cree que es Orsi quien representa mejor un liderazgo feminista y un compromiso a impulsar una agenda de equidad de género. Por eso, su triunfo en la interna “no es una mala noticia” para las mujeres.
No todo el feminismo frenteamplista se alineó detrás de Cosse No todo el feminismo frenteamplista se alineó detrás de Cosse
Incluso, la docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales estatal dijo que la estrategia de Cosse de lanzar un mensaje en su discurso final —en el acto conjunto de los precandidatos del Frente— sobre que la izquierda debía aprovechar la oportunidad de llevar a una mujer a la presidencia “no cayó nada bien a las mujeres feministas votantes de Yamandú”. “Porque no todo el feminismo frenteamplista se alineó detrás de Cosse”, señaló, y “hay una reflexión de por qué vos elegís un candidato” que va “mucho más allá del sexo de las personas”.
Consultada por el periodista Jorge Balmelli en el programa de streaming Alweso sobre si el Frente “se perdió la oportunidad de poner a una mujer de candidata”, la presidenta de la Comisión de Género del Frente Amplio, Patricia González, dijo que no veía el resultado de la elección como una “derrota” para Cosse. “Pienso que es la consolidación de un liderazgo de una mujer, va a tener un lugar importante en la jugada próxima. No creo que sea un adorno ni que haya perdido, al contrario, creo que se consolida”, evaluó.
El viernes 12 la Comisión de Género del Frente Amplio se reunirá para hacer un balance de los resultados de la elección desde la perspectiva de la representación femenina.
Entre el “ninguneo” y el crecimiento de una figura
El Partido Nacional terminó la noche del domingo 30 anunciando una fórmula paritaria, aunque no fue la que esperaban buena parte de la dirigencia ni la militancia. La exsindicalista Valeria Ripoll, que se incorporó al Partido Nacional el año pasado, fue la elegida por el triunfador, Álvaro Delgado —que se impuso por más del 70% ante una magra votación de Raffo, que quedó arañando el 20%—. Otra vez, las lecturas son dispares.
Por un lado, se repitió la integración de una fórmula paritaria, inaugurada por Luis Lacalle Pou en 2019, cuando eligió a la entonces presidenta del directorio blanco, Beatriz Argimón. Sin embargo, quedaron fuera del podio mujeres de larga trayectoria blanca, lo que causó molestia en muchas dirigentes, según pudo recoger Búsqueda. Varias hablaron de un “ninguneo” y hasta de “humillación” por haber sido desplazadas por una persona recién llegada al partido.
Ripoll no es elegida como una mujer florero o adorno, sino por sus aptitudes y capacidades Ripoll no es elegida como una mujer florero o adorno, sino por sus aptitudes y capacidades
Valentina Arlegui, presidenta de la Lista 71 —la primera mujer electa para ocupar esa posición—, prefirió enfatizar la mirada positiva: “Dentro del dolor que sentí, porque creí que íbamos a votar mejor y que Laura iba a integrar la fórmula, creo que desde un análisis de género es muy positivo lo que pasó”. Y se explicó: “Ripoll no es elegida como una mujer florero o adorno, sino por sus aptitudes y capacidades. Es una elección estratégica por lo que es y no por su género”, valoró.
Por otra parte destacó que, pese a la derrota de Raffo, por primera vez el Partido Nacional tuvo a una mujer compitiendo en la interna hasta el final. Y también matizó la “baja” votación de Raffo: “Atravesó el desierto y compitió contra el caballo del comisario” y, aun así, consiguió 60.000 votos. Más que Andrés Ojeda, el triunfador de la interna colorada, y que Jorge Larrañaga en la interna blanca de 2019, comparó Arlegui. Para la también directora general de Secretaría del Ministerio de Trabajo, con su desempeño Raffo “se consolidó como una figura dentro del Partido Nacional”: “Llegó para quedarse”.
Una reflexión pendiente
El Partido Colorado tuvo dos contendientes mujeres en su interna —Carolina Ache y Zaida González—, aunque la primera obtuvo unos 1.100 votos y la segunda consiguió menos de 200. La fórmula fue integrada por Ojeda, el triunfador, y quien quedó segundo en la votación, Robert Silva. “Desde el punto de vista de la perspectiva de género, el Partido Colorado tiene que hacer una reflexión muy grande y una mirada introspectiva que analice qué está pasando con las mujeres y con los liderazgos femeninos”, dijo a Búsqueda Desirée Pagliarini, prosecretaria de Género del partido y militante del sector Crece, de Silva.
El Partido Colorado tiene que hacer una reflexión muy grande El Partido Colorado tiene que hacer una reflexión muy grande
“El Partido Colorado ha trabajado en la concientización de por qué las mujeres no ocupan determinados lugares, de las barreras invisibles que existen en la política”, destacó. Sin embargo, “lo que no ha pasado es que en épocas electorales haya espacios de reflexión posterior sobre por qué los liderazgos femeninos no prosperan”, planteó.
Prueba del problema estructural que identifica Pagliarini es que recién este año por primera vez el Partido Colorado tuvo mujeres precandidatas: “Para un partido que tiene 198 años de historia, es muy fuerte”.
Para la dirigente, parte de la dificultad para abordar el problema de representación está en que el partido atraviesa una “crisis” en términos de votación y liderazgos: “Es muy difícil que podamos tomarnos el tiempo para hincar el diente en estos temas más complejos”.
“Es una pena porque es un partido que lo tiene en su ADN, nadie desconoce la historia que tiene en cuanto a la lucha por los derechos de las mujeres. El problema es que no nos estamos dando la oportunidad de hablarlo e identificarlo. Y no es que no haya mujeres en el Partido Colorado, las hay, muchas y muy valiosas, pero no se están visualizando. Ese es el gran tema”, afirmó.
Aunque a Pagliarini no le agrada que su partido no presente una fórmula paritaria, entiende que tampoco puede “forzarse” si no hay liderazgos consolidados entre las mujeres que compitieron en la interna. “Ahora, quienes están hoy liderando sus espacios son quienes tienen la responsabilidad de visibilizar a las mujeres de sus equipos. Esa es su responsabilidad”.