• Cotizaciones
    martes 14 de enero de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Nicolás Albertoni: Milei y Trump pueden romper "una barrera de cristal" del Mercosur y firmar un acuerdo bilateral

    Las primeras señales de Yamandú Orsi son positivas porque no tienen la mirada "sesentista" de las Bases Programáticas del Frente Amplio, opina el vicecanciller, y asegura que todavía no es su tiempo para postularse a intendente de Montevideo por el Partido Colorado

    El viceministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Albertoni, llegó a la Cancillería en la mitad de una tormenta. Era diciembre de 2022 y su antecesora y correligionaria del Partido Colorado, Carolina Ache, había renunciado por una polémica que un año más tarde se cargaría al ministro Francisco Bustillo. La dupla que finalmente completaron Albertoni y el canciller Omar Paganini abandonará el Palacio Santos en marzo del 2025 sin concretar acuerdos comerciales buscados, pero con varios "objetivos" alcanzados.

    Si tiene que destacar uno, Albertoni menciona los avances para que Uruguay ingrese al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP11 o CPTPP, por su sigla en inglés). "Cuando nos digan 'entren', el Uruguay pasaría a tener de la noche a la mañana 12 mercados con acuerdo comercial", asegura.

    El dirigente colorado cree que la llegada a la Casa Blanca por segunda vez de Donald Trump, el 20 de enero, puede tener un impacto particular en el Mercosur ahora que Javier Milei es presidente de Argentina. Un acuerdo bilateral entre esos dos países "va a terminar, hablando en terminología de ahora, rompiendo una barrera de cristal" y habrá "un ejemplo de bilateralidad dentro del Mercosur", opina. Esto daría espacio al reclamo de Uruguay de avanzar en acuerdos con terceros sin el aval de sus socios.

    Albertoni evalúa que las primeras señales del presidente Yamandú Orsi en temas de política exterior son positivas porque están lejos de la mirada "sesentista" que dominaban las Bases Programáticas del Frente Amplio. Hacia dónde se vuelca su gobierno, no obstante, "se verá en la cancha".

    —¿Qué balance hace del desempeño del gobierno en la arena internacional?

    —Cuando uno desagrega mucha cosa, es inevitable y es raro empezar por eso, pero que el factor pandemia limitó mucho. Cuando uno ve toda la película junta, que incluye dos guerras activas, que en esta área impacta de frente, hacen que el mundo ha estado estacionado con cierto shock de ese post estacionamiento. La impronta que ha tenido el gobierno de apertura, que en este mundo de la inserción internacional hay que entender que es una política pública, consiste en dos mitades. Uno puede analizar la política pública hasta el 50 % de la acción que corresponde al país. Por ejemplo, política doméstica puedo subir o bajar un impuesto, pero entendiendo el outcome de la política como cerrar un acuerdo, y estoy diciendo una obviedad: es como el tango, se baila a dos.

    Al analizar no se puede tener una mirada simplista de cuánto se concretó, hay que ver también cuánto el país tuvo la intención de concretar. Y ahí vemos el caso de China: cinco o cuatro visitas ministeriales. Se celebran reuniones bilaterales que por mucho tiempo no celebraban, visita de Estado del presidente Lacalle Pou a Beijing. No se pudo concretar el TLC, pero en el camino se logran 20 acuerdos. Y cierro con esto, por ejemplo, el ingreso de mondongo equivale a US$ 40 millones; el ingreso de la lengua a Japón US$ 20 millones; la carne con hueso a Israel US$ 4 millones. Si no se hubiera tenido una productividad de máxima, difícilmente se logren esos objetivos en el camino.

    —También hay un juego de expectativas entre lo que anunció el gobierno y lo que se concreta, que no es un TLC con China.

    —Siempre resalto que si los anuncios no se hubieran dado, el debate político hoy era en base a la transparencia de que se estuvo negociando con China y el país no lo supo, ¿no? El presidente desde el primer día lo anuncia. Si a algunos les pareció mucho, si a alguno le pareció poco, la verdad que está en la subjetividad de cada uno. Prefiero un presidente que anunció desde el día uno con claridad que se está explorando una negociación con China a no anunciarlo. No es por generar expectativas con una intención, sino más bien de comunicarle no solo al país sino al mundo que el objetivo es abrir mercados. Pasando raya: intención, proactividad, más transparencia, y sí, claro que querríamos más, siempre uno queda con ganas de más. Te diría que es una cuestión personal, me quedo con ganas de tener más tiempo para seguir concretando.

    —¿Qué concretarían con más tiempo?

    —En el Transpacífico sin duda hay un eje importante. Ha habido un trabajo muy proactivo en querer avanzar y, en términos técnicos o descriptivos, sin duda estamos más cerca de donde partimos, por variables nuestras, pero también por variables del CPTPP estamos cerca. Otro tema es ver finalmente materializarse el acuerdo de Unión Europea-Mercosur. Me parecía importante, y estaba en los planes de gobierno, la adhesión al Digital Economy Partnership Agreement, que está Singapur, Nueva Zelanda, Chile, se acaba ahora de sumar Costa Rica y Corea del Sur.

    —El entonces canciller Francisco Bustillo propuso discutir el cambio de estatus del Mercosur. ¿Debe darse esa discusión?

    —Más allá del dolor de cabeza que genera, he defendido que el debate hay que darlo adentro. No deja de ser un mercado relevante, es nuestro principal destino. Creo que realmente vamos a llevar un estadio de convencimiento, y a veces estos tiempos hay que esperarlos, de que el Mercosur tal cual está es muy difícil adaptarlo a los tiempos actuales. Le pasó a la Comunidad Andina, que tuvo estos procesos de maduración antes. Uruguay ya lleva varios años, incluso en el gobierno anterior, madurando este razonamiento y hemos llegado a una conclusión clara de que estamos habilitados a hacer lo que queremos hacer, que es dinamizar el bloque y avanzar bilateralmente. No hubiéramos pedido el acceso al Transpacífico si no fuéramos conscientes de eso. El pedido de adhesión es uno de los hechos de política internacional comercial más importante de los últimos tiempos. Por la simple razón de que cuando nos digan "entren", el Uruguay pasaría a tener de la noche a la mañana 12 mercados con acuerdo comercial. El debate no es ponernos en contra del bloque, sino seguir trabajando desde el bloque.

    —¿Le hubiese servido al gobierno que Javier Milei asumiera antes la presidencia argentina, dadas las señales que dio respecto del Mercosur?

    —La impronta que está presentando Milei al Mercosur, que va en línea con lo que venía proponiendo Uruguay, obviamente que si hubiéramos tenido más tiempo de otro actor, y tan relevante como Argentina, en ese misma línea obviamente iba a ser positiva. Lo mismo se puede decir de las relaciones bilaterales, como por ejemplo con el dragado a 14 metros del Puerto de Montevideo. En cuanto al Mercosur, un hecho no menor es lo que va a pasar el 20 de enero en EE.UU con la asunción de Trump. La tesis del permiso de los socios para desarrollar negociaciones con terceros ya se ha diluido mucho, entonces si mañana Uruguay o Argentina tienen a una contraparte que esté dispuesta a avanzar, no habría limitante para hacerlo. Falta que la oferta y la demanda se encuentren. Con la asunción de Trump, si es que Milei también avanza en ese sentido, un acuerdo bilateral va a terminar, hablando en terminología de ahora, rompiendo una barrera de cristal. Es posible que la oferta y la demanda se encuentren y tengamos un ejemplo de bilateralidad dentro del Mercosur y que veamos que la vía puede seguir adelante sin mayores problemas.

    —¿Y qué debe hacer Uruguay en ese caso?

    —Bueno, no vamos a estar nosotros. Si mañana se llega a dar una bilateralidad argentina y EE.UU., y al mismo tiempo lo que surge de este lado son solo amenazas supuestas, pero ningún efecto contrario al Mercosur, van a quedar en evidencia las debilidades del Mercosur. Ahí Uruguay estaría en perfectas condiciones de seguir con su lógica aperturista proactivo. Entonces, si alguien desde lo macro dice “Estoy dispuesto a cerrar un acuerdo con Uruguay” sería obvio pensar que habría que seguir esa línea.

    —Usted ha trabajado mucho el tema de lo multilateral. ¿La segunda presencia de Trump es una buena noticia para ese mundo comercial basado en reglas que suele defender?

    —Va a haber que verlo en la cancha.

    —Su primera presidencia fue clara y sus anuncios también…

    —Bastante, sí, vamos por partes. El multilateralismo, lamentablemente, está en un estancamiento, eso es innegable, ¿no? El multilateralismo comercial, pero también el político está en un estancamiento. Si es verdad, y esto también es innegable, que con lo arancelario y todas estas amenazas de proteccionismo, no van con el espíritu multilateral de que sigue abogando por la apertura. A países como los nuestros se les va la vida, porque más allá de que nos pueda afectar o no de forma directa hay impactos que son de afectación indirecta, porque afecta a los insumos que podemos importar. Y sumo una cosa más, que es un elemento de responsabilidad, porque no es lo mismo prender fuego sobre cemento que prender fuego sobre pasto seco. ¿Y en un mundo altamente interconectado, ¿cuál es la diferencia de este mundo con el mundo preguerra? Que está absolutamente interconectado. Por eso ya cada vez menos hablamos de geopolítica, hablamos más de geoeconomía. Y por eso también hoy la primera variable de contraguerra que tiene Occidente son sanciones económicas, pero incluso no la sanción tradicional. Sacarte el swift, por ejemplo, es una demostración que es cada vez más económico el debate.

    —Su último libro Riesgos del proteccionismo ante un mundo incierto habla de las barreras proteccionistas que están creciendo en el mundo y los riesgos que trae su aparición. ¿Por qué?

    —Si bien hay abundante literatura que dice que cuanto más interconexión entre las economías, menos proteccionismo, digo que es verdad pero es menos proteccionismo transparente. La evidencia muestra todo lo contrario, que ante mayor interconexión en contextos de alta incertidumbre para medirlos crece entre los que están más interconectados, el proteccionismo no arancelario. Si tú empezás a levantar barreras proteccionistas, generás un espiral que puede no tener retorno. Porque si bien yo no te voy a aplicar una medida arancelaria, y es lo que muestra el libro que acabo de publicar, yo no te voy a aplicar una medida arancelaria porque es muy evidente, si yo tengo un TLC contigo es infringir la norma de frente y mano, vamos a decir. Tiendo a implementar medidas no arancelarias más creativas, impuestos focalizados a productos con claramente un sesgo importador. Los dejo entrar con el arancel bajo que tenía el acuerdo pero después los mato con un impuesto sectorial. Las bases de datos te muestran que eso está creciendo. Y es poco regulado porque es creatividad pura. No estoy focalizándome en un país solo, el proteccionismo, en general en este contexto internacional, no solo es un riesgo sino una irresponsabilidad.

    —Estados Unidos aplica medidas a productos de China, la Unión Europea también. ¿Dice que hay un revivir de estas medidas?

    —Y con connotaciones no tradicionales, porque no es ni una lógica de defensa industrial tradicional, a veces por seguridad nacional. Son variables hoy multicausales. Pero sí, hay un revivir de estos procesos.

    —¿Le preocupa el perfil que pueda tomar el próximo gobierno en política exterior o le parece que no se va a mover mucho de lo que vienen a hacer ustedes?

    —A ese tipo de preguntas le rehuyo un poco cuando es a futuro. Las señales que veo y lo que leo indican que el presidente electo tiene una mirada positiva sobre el Transpacífico, estuvo sentado en la cumbre del Mercosur en la que se cerró el acuerdo con la Unión Europea. Después el tema está en cómo regula la proactividad que le da o no. Me cuesta pensar que Uruguay vuelva para atrás en estas cosas.

    —En campaña el canciller Paganini y usted machacaron con que el programa del Frente Amplio era sesentista en su mirada sobre la política exterior. ¿Cree que el presidente electo no sigue esa línea?

    —Por lo que veo y he leído no la sigue. Lo que uno leía en las Bases Programáticas de Frente Amplio, casi un mundo de buenos y malos, no son las señales que está dando Orsi. Veo señales muy positivas, basta ver las reuniones con los embajadores, se ha reunido tanto con el embajador de China como con el de EE.UU. Sobre esta temática del gobierno entrante, de nuevo, todo se verá en la cancha.

    No es el momento para ser candidato a intendente

    —En el Partido Colorado, entre los nombres que se han mencionado como posible candidato a la Intendencia de Montevideo está el suyo, que contaría con el respaldo del sector Unir para crecer. ¿Aceptará?

    —La verdad hoy no está en mis planes ser candidato a la intendencia, pero siempre hay que agradecer este tipo de consideraciones. Hoy mi foco está en poner toda mi energía hasta el último día de gobierno acá en la Cancillería, que es la tarea que se me ha encomendado. Pero me honra y valoro enormemente que se me haya considerado. Pero hoy, creo que puedo aportar desde otro lugar. Hay que saber cuándo es el tiempo y el lugar correcto para las cosas… Queda bastante por delante.