En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Primer año del gobierno cierra casi sin luna de miel y desafiado a dar “señales claras” en 2026
La falta de unidad en la oposición terminó facilitándole el trabajo al oficialismo, que pudo aprobar la Ley de Presupuesto sin mayoría parlamentaria, dicen analistas
Presidente Yamandú Orsi y expresidente Luis Lacalle Pou.
Por un lado, hay un gobierno sin un buque insignia que enamore y con una luna de miel exigua, pero con el logro de haber aprobado un Presupuesto sin mayorías parlamentarias. Por otro lado, hay una oposición que no es una sola, que navega entre autocríticas que no son tales y liderazgos indefinidos. En el medio, más roces que énfasis en los temas trascendentales.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Así ha transcurrido el primer año de la actual administración, según distintos analistas políticos consultados por Búsqueda. Ninguno de ellos se animó a ponerle un título al 2025 político: ni lo relacionado al astillero Cardama, ni la situación de Álvaro Danza en la presidencia de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), ni el fallecimiento de José Mujica, ni la estancia María Dolores, ni las cinco interpelaciones se han erigido en un hecho que eclipse a los demás.
Para el gobierno, fue un año de “acomodo”, dice la directora de consultora Cifra, Mariana Pomies. El presidente Yamandú Orsi, por caso, está definiendo su estilo de liderazgo y comunicación. “No quiere decir que lo haya encontrado”, apunta. Sus últimas declaraciones aventuran que su forma de comunicar, “más errática y espontánea que la de sus antecesores”, no va a cambiar. A criterio de Pomies, esa es una decisión jugada, que puede granjearle simpatías —su imagen personal tiene más aprobación que su gestión de gobierno, según las encuestas—, pero que le puede causar complicaciones “a él y a quienes trabajan con él”.
Eduardo Bottinelli, director de Factum, tiene la impresión de que el gobierno se tomó muy al pie de la letra su idea de “la revolución de las cosas simples”: ve un arranque pausado y una intención de no generar grandes cambios ni expectativa en ello. “Orsi no despierta grandes amores, pero tampoco grandes rechazos”, resume. Por suerte, para el oficialismo, señala, la oposición tampoco ha demostrado gran puntería a la hora de poner el foco.
Carolina Cosse y Gabriel Oddone Presupuesto
Carolina Cosse y Gabriel Oddone antes de la presentación del proyecto de ley del Presupuesto Nacional.
Sí hay algo que destacan estos analistas y otros, como los politólogos Antonio Cardarello, Diego Luján y Daniel Buquet. Enfrentado al inusual escenario de arrancar sin una mayoría legislativa preacordada (algo que no pasaba desde 1990), el gobierno logró un importante respaldo a su Ley de Presupuesto. “En la votación más importante que tenía por delante logró la articulación necesaria, quizá porque al no tener mayoría en Diputados tenía mayor predisposición a negociar”, afirmó Cardarello, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Udelar).
Más que un logro, es considerado un mojón. Según Luján, también docente e investigador de la Udelar, luego de reflejar dificultades para dominar la agenda, con el Presupuesto el oficialismo logró mostrar iniciativa y marcar sus prioridades. Es que las dificultades iniciales fueron evidentes: desde el fallido homenaje a Raúl Sendic impulsado en el Parlamento a la incapacidad de mantener en el cargo a la ministra de Vivienda, Cecilia Cairo, tras poco más de 40 días de gestión, luego de que La pecera revelara que no había declarado ante Catastro construcciones en su terreno ni pagado el impuesto a Primaria durante 20 años. La llamada “luna de miel” fue una de las más cortas desde el regreso de la democracia, coinciden todos.
“A (el presidente de ASSE, Álvaro) Danza sí lo pudo aguantar, pero no sin costos”, precisa Buquet, profesor grado 5 de Ciencia Política. “La aprobación a la gestión de gobierno fue disminuyendo, lo que hace que no tenga crédito más allá de sus votantes duros. Aun así, el logro más importante es el Presupuesto, donde logró el 90% de lo que se propuso. Eso es muy aceptable para las condiciones en las que arrancó”, añade.
Esas condiciones, según los analistas, incluyen la falta de mayoría en Diputados o la ausencia de un proyecto con el que abanderarse (como fueron las reformas sociales de Tabaré Vázquez a la Ley de Urgente Consideración de Luis Lacalle Pou). Al mismo tiempo, gobierno y oposición comparten responsabilidades a la hora de que el acento haya estado puesto en temas como la validez de la garantía de Cardama o la superposición de trabajos de Danza. “No es que no sea importante cumplir con la Constitución o las leyes, pero es mucho el tiempo que se le dedicó a ello en contraposición a temas que realmente hacen la vida de la gente. Hay pocas concreciones en materia de obra pública y la oposición no pone el foco donde debería”, sintetiza Bottinelli.
Manini y Delgado
Pablo Mieres, Guido Manini Ríos, Álvaro Delgado y Andrés Ojeda
Javier Calvelo / AdhocFotos
Bloque heterogéneo
Hay otra coincidencia para los politólogos: hablar de “la” oposición es pecar de generoso en exceso. Hay más de una, no terminan de definir su rol y eso, al final del día, resulta favorable para un gobierno que no consigue enamorar ni a los propios. Cabildo Abierto está por fuera de la coalición republicana (lo que la debilita) y funciona, al decir de Cardarello, de “partido pivot”. Su postura, proclive a negociar todo, se contrapone con la de Identidad Soberana, que no está dispuesto a negociar nada con el gobierno. El peso político de ambos es idéntico: dos votos en la misma cámara en la que el Frente Amplio no tiene mayoría.
Los partidos Nacional y Colorado, junto con el único diputado del Partido Independiente, han mostrado ante todo intención de chocar, cristalizada con la primera reunión entre los tres lemas por fuera del ámbito parlamentario la semana pasada. Sin embargo, no se puede hablar de un comportamiento homogéneo. El Partido Nacional está transitando un proceso de autocrítica sobre cómo perdieron el gobierno luego de una gestión, la de Lacalle Pou, que consideran exitosa. “Creo que no han cerrado del todo las heridas que quedaron de la derrota electoral, con un liderazgo en las sombras (el propio Lacalle Pou) que no se asume de forma explícita, que se sabe que está ahí pero no ejerce como tal”, sostiene Luján. Álvaro Delgado, en tanto presidente del directorio blanco, es nombrado como alguien que debió ceder su banca para erigirse como un líder partidario que ninguno considera como tal.
Buquet, por su parte, dice que a esta altura se vive “la autocrítica de la autocrítica”, lo que también equivale a relativizar el peso de Delgado, quien la lidera en su calidad de presidente del Directorio del Partido Nacional.
El Partido Colorado, que viene de unas elecciones en las que mejoró su cosecha electoral, no tiene autocrítica que hacer. Sí, en cambio, tiene el dilema de dirimir quién lo lidera, entre un Andrés Ojeda que se ancla en la orgánica y un Pedro Bordaberry que se apoya en la fuerza de su bancada. Este escenario en particular resultó bastante provechoso para el Frente Amplio, según analistas.
“La oposición más fuerte, por un tema de tamaño, fue la del Partido Nacional. Muy de hombre a hombre, tratando de defender lo hecho (por el anterior gobierno). Entre los colorados, el sector de Ojeda se plegó a ellos y el de Bordaberry quiso ser más conciliador”, sintetiza Pomies.
Esa postura “hombre a hombre”, encabezada por los blancos, se tradujo en un número récord de interpelaciones para un primer año de gobierno: cinco. Pero ninguna de estas significó un golpe en la línea de flotación a ninguno de los jerarcas cuestionados.
Yamandu-Orsi-Torre-Ejecutiva
Lo que viene
Una tercera coincidencia entre los expertos consultados refiere a si este primer año se manejó con piloto automático y no se tradujo en ningún logro (ni fracaso) fuerte, esto no sería tolerable para 2026, más cuando el oficialismo logró un Presupuesto que colmó bastante sus expectativas. “Este año que viene va a representar un gran desafío”, vaticina la directora de Cifra.
“El que viene es un año donde pueden darse algunas transformaciones, incluso aquellas que eran esperadas por sus propios votantes y no ocurrieron en 2025”, señaló Bottinelli. La discusión del impuesto del 1% al sector más rico, algo que el ministro de Economía, Gabriel Oddone, se ha encargado de cuestionar en cuanta ocasión pueda, va a estar presente. Cómo se maneje la presión que hagan sectores pesados en la interna del Frente, como el Partido Comunista y el Socialista, será clave en la suerte del gobierno.
Lo breve que ha sido la luna de miel, con una desaprobación y aprobación a la gestión empatadas (como señaló un estudio de Equipos a principios de este mes), obliga al gobierno a tener un protagonismo que hasta ahora no ha tenido. Estos guarismos recuerdan a la última gestión de Tabaré Vázquez, la de 2015-2020, y están muy lejos de las primeras administraciones del Frente Amplio y de la de Lacalle Pou. Que la senadora frentamplista Blanca Rodríguez haya llamado a los “desconformes” a darle tiempo a un gobierno que “no ha cometido ningún error fundamental”, como señaló en una entrevista a la diaria el 13 de diciembre, es significativo para más de uno de los analistas consultados.
“En esto el gobierno está en el debe, qué duda cabe”, señala Cardarello. Un presupuesto propio para obras y cumplir la promesa de tener una política de seguridad más definida para 2026 podrían generar “señales claras” que motiven a las bases frenteamplistas “a defender esta gestión”, añade; eso es algo que hasta ahora no ha ocurrido, con los cuestionamientos a la política internacional, y al posicionamiento en el conflicto en Medio Oriente, en primer lugar.
En este año, un aliado inesperado del gobierno, casi un “espejo” al decir de Luján, ha sido la dispersión de la oposición, lo que terminó minimizando la ausencia de mayorías legislativas. “La coalición republicana se rompió desde que Cabildo Abierto decidió no estar”, resume este analista. Este bloque, que en lo formal funcionó como tal para Montevideo, Canelones y Salto, en unas elecciones departamentales que ocuparon el interés en casi toda la primera mitad del año, se creó pensando en gobernar, pero desafinó a la hora de plantarse en la vereda de enfrente.
A principios de año, coincidieron nuevamente, primaba la sensación de que el Frente Amplio iba a tener grandes dificultades para gobernar sin mayorías parlamentarias. Al menos en el año que termina, los peores pronósticos, puntualiza Pomiés, no se cumplieron.