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El canciller Francisco Bustillo aseguró que la entrega del pasaporte a Sebastián Marset Cabrera, un poderoso narcotraficante uruguayo buscado por Interpol por liderar una organización internacional, se hizo “actuando conforme al marco legal”.
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Marset Cabrera fue arrestado en setiembre del año pasado en Dubái por portar un pasaporte paraguayo falsificado. Junto con su abogado y su familia, desde la cárcel gestionó la obtención del pasaporte uruguayo, según reveló Búsqueda el pasado marzo.
En aquel momento las autoridades policiales y judiciales uruguayas evaluaban un pedido de extradición desde Paraguay, ya que Marset Cabrera era investigado en varias causas.
La requisitoria nunca se solicitó por no reunirse las pruebas suficientes. Fuentes del caso señalaron a Búsqueda que la obtención del pasaporte fue uno de los argumentos legales utilizados por el abogado emiratí de Marset Cabera para pedir que fuera liberado al sostener que, si su propio país le había autorizado la documentación, no suponía un riesgo ni se trataba de un delincuente de relevancia. En febrero quedó libre.
El Observador informó este fin de semana nuevos detalles sobre el proceso que derivó en la entrega del pasaporte al narco. Según un informe de inteligencia paraguayo al que accedió el diario, desde la prisión en Dubái, Marset Cabrera le pidió a su socio paraguayo, Miguel Ángel Insfrán Galeano, y a su testaferro, el empresario José Darío Estigarribia, que hicieran contactos al más alto nivel para acelerar el proceso. Incluso, les dijo que si era necesario hablar con “Marito o con Cartes” que lo hiciera porque “después sin problema va a poder pagar el favor”.
Marito es como también se lo conoce a Mario Abdo Benítez, presidente de Paraguay. Lo que inteligencia investiga es si al referirse a Cartes fue por el expresidente Horacio Cartes (2013-2018) o por su tío, Juan Domingo Viveros Cartes, alias “Papacho", a quien conoce porque hace nueve años ambos fueron procesados tras intentar ingresar a Uruguay un cargamento de marihuana.
En rueda de prensa, Bustillo aseguró que en Cancillería, como en el Ministerio del Interior, “no hay investigación alguna” sobre el pasaporte otorgado a Marset Cabrera, pero que ambas carteras trabajan en la elaboración de un decreto que modifique esa normativa vigente, detalló.
“A partir de ese instante nos hemos abocado a un nuevo proyecto de decreto. Insisto, mostró sus falencias y estamos trabajando con el Ministerio del Interior (MI) para evitar que nuevas situaciones de este tipo se puedan generar”, dijo Bustillo.
Esa investigación ubicó a Marset Cabrera como uno de los líderes de un poderoso grupo regional que envía cocaína desde América del Sur a Europa. Ahora las autoridades colombianas, paraguayas y estadounidenses investigan si ese grupo ordenó el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci durante su luna de miel en Colombia.
A nivel local, Marset Cabrera es sospechoso de ordenar en 2020 la amenaza de muerte a Mónica Ferrero, fiscal especializada en estupefacientes y quien investiga a él y su familia por distintos hechos. También de ordenar ese mismo año un ataque con bomba molotov a la sede de la Dirección de Drogas y de amenazar al periodista Gabriel Pereyra.
