—De los reportes que recibí antes de llegar a Uruguay, tengo claro que las negociaciones con el Mercosur son un tema muy importante. Las negociaciones se han desarrollado por un tiempo y al ser países que tienen una relación bilateral tan buena, es claro que llegaremos a un desenlace que satisfaga a todas las partes. Antes de venir, tuvimos una reunión con todas las contrapartes israelíes —en Israel las negociaciones las encabeza el Ministerio de Economía—, y creo que hicimos progresos en las últimas semanas, por lo que espero que este tema se resuelva rápidamente.
—¿Cuál es el desenlace esperado de las negociaciones?
—Un acuerdo. Tenemos la base del acuerdo que se firmó en 2006 y ahora estamos discutiendo cómo tener una nueva versión extendida de ese acuerdo, en la que se definan cuotas, cantidades, etcétera.
—¿Una modernización del acuerdo?
—Es básicamente discutir la lista de ítems que será importado y exportado bajo ese acuerdo.
—¿Uruguay es el mejor aliado en esta discusión? ¿Es el que está más interesado en avanzar dentro del Mercosur?
—Como diplomática no es bueno hacer comparaciones. Dejándolas de lado, Uruguay es un gran socio de Israel en muchos campos, también en este y espero que podamos resolver esto rápidamente juntos.
—¿Esta etapa de la negociación es bilateral?
—Sí. Normalmente, con cada país hacemos negociaciones de manera separada y luego hay un proceso de unificación de lo negociado.
—¿Cuáles son los temas prioritarios? ¿Cuáles necesitan mayor negociación?
—Es muy conocido que Uruguay es una fuente importante de carne bobina para Israel, entonces la cuota es un tema importante. Pero también queremos diversificar el intercambio y estoy segura de que se resolverán rápido.
—¿Su objetivo para el período es que esto sea concluido?
—Espero que lo concluyamos antes.
—¿El año que viene?
—Ojalá que sí.
—Conociendo la velocidad que toman las negociaciones en el Mercosur, parece un objetivo ambicioso.
—Esperamos cerrar pronto al menos la negociación bilateral con Uruguay. Para mi la parte de Uruguay es la que importa, lo que pasa con los otros países está fuera de mi alcance y depende de muchos factores.
—Las autoridades policiales de la región participaron, en julio, en un encuentro sobre seguridad y terrorismo organizado por el Congreso Judío Latinaomericano y la Organización de Estados Americanos. ¿Cuánto le preocupa a su país el terrorismo en la región?
—En Israel estamos muy familiarizados con el terrorismo y tenemos mecanismos de muy alto nivel para enfrentarlo. Siempre estamos abiertos para colaborar, para ayudar a los países a que se protejan. Esta colaboración se hace a nivel mundial y también en América Latina. Vemos a Irán como la mayor amenaza terrorista en nuestra región y no se detiene en Medio Oriente, va a Europa, Asia Central, América Latina. Al final del día, enfrentamos enemigos similares, sino los mismos. Trabajaremos juntos para eliminar el terrorismo.
—Desde la perspectiva uruguaya parece una amenaza lejana. ¿Es una percepción correcta?
—No es mi rol expresar opiniones sobre niveles de seguridad del continente, estoy segura de que cada país hace todo lo posible para proteger a su población. Todos los países enfrentan amenazas terroristas. Cuando miras los ciberataques, pasan en todos lados y desde todos lados. Ningún país está a salvo. Creo que todos los países somos vulnerables al terrorismo, ya sea ciberespacio, así que tienes que estar protegido, proteger a tu población, tu infraestructura clave. Nosotros tenemos excelentes herramientas para combatir el ciberterrorismo y ofrecemos esas herramientas para no dejar a un país desprotegido y que quede secuestrado del cibercrimen.
—Ustedes ya colaboran con Uruguay en temas de seguridad. ¿Quieren profundizar eso?
—Por supuesto. Siempre hay espacio para mejorar. Cada día, cada año, la tecnología avanza y las habilidades del cibercrimen también, por lo tanto, los países también debe avanzar.
—En Uruguay parece haber una comunidad judía más robusta que antes. ¿Eso lleva a que Israel sienta la necesidad de ayudar más en la colaboración en términos de seguridad?
—Usted hablaba de la seguridad en la región. Uruguay es uno de los países más, sino el país más seguro de la región hoy, y ojalá lo sea siempre. La comunidad judía, según entiendo, se siente segura en Uruguay; yo me siento segura, como la mayoría de la población. No es sorprendente que usted perciba que hay más judíos viniendo a Uruguay, creo que cada vez más gente está viniendo en general, y la tendencia es lógica: es un país bello, la economía está bien, la seguridad es alta.
—El presidente Luis Lacalle Pou prometió que Uruguay abrirá una oficina comercial en Jerusalén. ¿Cumplirá su promesa? ¿El proceso está avanzando?
—El presidente Lacalle Pou mencionó sus intenciones varias veces en el pasado y esperamos que se materialice.
—¿Han tenido alguna señal de que se está moviendo?
—Tuvimos conversaciones sobre el tema en visitas que hubo recientemente. Y estoy segura de que conversaremos sobre esto y espero que ocurra pronto, como el presidente dijo.
—¿Lo habló con el presidente?
—Todavía no le presenté mis cartas credenciales, me reuní con el canciller.
—¿Y le preguntó por el tema?
—Sí. Puse el tema sobre la mesa y le dije lo mismo que a usted, que ojalá se materialice.
—¿Y qué le respondió?
—(ríe) Así que espero que suceda y por supuesto que lo conversaré con el presidente cuando me reúna.
—El embajador Enrique Rodríguez Fabregat tuvo un papel clave cuando, en 1948, las Naciones Unidas aprobó una resolución que tenía una hoja de ruta para la partición de Palestina. Implicaba, entre otras cosas, la creación de dos estados, uno israelí y otro palestino. ¿Qué cree que pensaría hoy ese embajador sobre la situación en la región? ¿Consideraría el tema como un éxito o un fracaso?
—Creo que, primero, estaría feliz y contento con el establecimiento del Estado de Israel, algo por lo que él tanto trabajo. Creo que estaría muy orgulloso al ver al Estado de Israel florecer como lo está haciendo. Estaría feliz de ver una comunidad judía fuerte viviendo en Uruguay y una comunidad uruguaya fuerte viviendo en Israel. Así que creo que, en ese sentido, todos estamos muy contentos. Cuando vemos cómo Israel es tratada en Naciones Unidas, todos en Israel desearíamos que hubiera más Fabregats entre nosotros hoy. Israel está siendo tratada de manera injusta en la ONU, es claro. Hay una mayoría automática en contra de Israel y es por eso que vemos tantas resoluciones en su contra. Si mira el número de resoluciones aprobadas cada año, una gran cantidad está conectada con Israel. Pareciera que el conflicto israelí-palestino es el único que existe en el mundo, cuando tenemos a Rusia en Ucrania y hay otros tantos desastres elrededor del mundo. En ese sentido, Fabregat no estaría contento y trabajaría para cambiarlo.
Michal Hershkovitz en la redacción de Búsqueda. Foto: Mauricio Zina/ adhocFOTOS
—En los últimos años, el gobierno de Lacalle Pou cambió la posición histórica que tenía Uruguay en las votaciones en ONU vinculadas al conflicto. En varios casos, pasó de votar a favor de resoluciones críticas con Israel a la abstención. ¿Espera que esa tendencia siga?
—Claro. Estoy muy feliz con los cambios que vimos en esta administración y espero que continúen. Creo que Uruguay ve claramente la injusticia que se hace a Israel en la ONU, espero que la tendencia continúe y que Uruguay va a reflejar las buenas relaciones bilaterales también en la ONU.
—La decisión del gobierno implicó cambiar posiciones que se mantuvieron por lustros. Por ahora parece más una decisión política de la actual administración de Lacalle Pou, que una postura del sistema político. ¿Le preocupa que si cambia el gobierno, esa tendencia se revierta?
—No soy una profeta de lo que sucederá en el futuro, pero le aseguro que trabajaré duro para asegurarme que este camino continúe bajo cualquier administración. Espero que siendo esta injusticia tan clara y vívida, no importa de qué parte del sector político vengas, también la verás.
—Cuando Uruguay cambió de posición y, también, cuando anunció que pretende instalar una oficina comercial en Israel, países árabes y musulmanes comenzaron a hacer lobby para que el gobierno modifique el rumbo. Uno de los temas que mencionaron fue las represalias económicas que podría sufrir Uruguay, ya que el comercio con esos países es mayor que con Israel.
—Es una cuestión de valores. Los dos países compartimos muchos valores. ¿Votas por dinero o por tus valores? Tiendo a creer que Uruguay es un país de valores y de verdad y de confianza. Y cuando piensas en que Israel es pequeño, tienes que tener en cuenta que la relación económica está creciendo, no reflejada solo por el intercambio de bienes, sino también en servicios, en cooperación, en apoyo, en intercambio de conocimiento. Vemos los esfuerzos de Uruguay de establecer un hub innovador en América Latina, y espero que Israel colabore en ese proceso. Se han firmado memorandos de entendimiento sobre ese tema. El potencial de intercambio es enorme y las similitudes entre los dos países son muchas.
—Los palestinos también dicen que comparten valores con Uruguay como el respeto a los derechos humanos que, según sostienen, Israel está violando…
—Cuando miras cómo los temas de derechos humanos son resueltos por la Autoridad Palestina y en Gaza, no creo que puedas comparar eso con Israel.
—En los últimos meses las calles de Israel han sido escenario de protestas multitudinarias contra las propuestas del gobierno de modificar el sistema judicial. ¿Cómo le explicaría a un uruguayo lo que está pasando?
—Israel está enfrentando un momento de decisión en cuanto a su sistema. Las negociaciones empezaron hace mucho y creo que un cambio del sistema es claro, apreciado por ambas partes, el debate es cómo y cuán profundo. Estamos viendo una discusión muy vívida, en la que todos tienen derecho a expresar su opinión. Tenemos gente demostrando en la calle pacíficamente y son de las dos partes. Todos son escuchados y respetados. Creo que es una discusión legítima y estoy segura de que Israel encontrará una solución. Es una discusión interna, muy emocional, pero creo que encontraremos una salida que convenza a todos.
—¿Aprobar la reforma no provocaría una erosión en la democracia, como plantean algunos?
—Es un planteo de algunos. Otros dicen que es el sistema actual el que está amenazando el sistema democrático. Hay polos opuestos en esta discusión. Yo cuento con que la democracia israelí va a encontrar un camino de compromiso y una solución. No creo que estemos cambiando nuestra naturaleza. Israel es y seguirá siendo una democracia estable.