—En los años recientes muchos argentinos tramitaron la residencia fiscal en Uruguay. ¿La crisis en su país profundizará ese flujo?
—En los años recientes muchos argentinos tramitaron la residencia fiscal en Uruguay. ¿La crisis en su país profundizará ese flujo?
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá—Sí, sin dudas. Es uno de esos momentos en que si en Argentina preguntás en la calle, todos se quieren ir. Y el que no se va es porque piensa que no puede. Y obviamente que Montevideo y Punta son el principal destino por cercanía cultural y afectiva. ¡Los argentinos sí quieren a los uruguayos! Madrid y Miami están llenos de argentinos, y es gente que ya no piensa en volver. El venezolano está esperando que se vaya Maduro para volver; ese argentino no.
—El nombramiento de Sergio Massa como ministro de Economía, de Desarrollo Productivo y de Agricultura, ¿cambia algo la perspectiva de la crisis?
—El momento es muy complejo. Subir más impuestos no se puede, emitir moneda teniendo la inflación número uno del mundo tampoco, y deuda no tiene, con lo cual se acabó el financiamiento. Y todos sabemos que el populismo, sin financiamiento, no puede funcionar.
Con Massa están buscando una especie de shock de confianza y uno se pregunta: “¿Qué confianza puede dar Massa?”. Pero, bueno, hoy tiene mejor imagen que Alberto (Fernández) y que Cristina (Fernández de Kichner) y es más o menos lo que tienen a mano. Acá, o hay un vuelco de 180 grados —lo que, en lo personal, no creo que suceda— o hacen un plan para llegar a las elecciones. Con el prestigio —y bien puestas las comillas— de Massa, un buen Mundial de Argentina en Catar… Salvo que haya un golpe de timón fuerte, no creo que cambie nada. Y hasta ahora, por los nombres que empezaron a circular, no pareciera que vaya a haber un cambio. Y si nos va a sorprender, ¡¿por qué no nos avisa?! Tengo la sensación de que es un maquillaje para llegar al 2023.
—¿Y quién ganará esas elecciones?
—Argentina es peronista y en redes muchos hablan de Peronia. Ganarle al peronismo es como ganarle a Nadal, hay que ganarle 15 veces. En este momento, el peor momento de la historia argentina, debería ser un pícnic para la oposición. Pero la sensación es que va a ganar, o debería, pero tampoco con claridad tan grande. Con la ley electoral argentina ganás con el 40% si le sacás 10 puntos de ventaja al segundo, con lo cual, con un poco de maquillaje y toda la prensa a favor, si el peronismo saca por ejemplo el 40,5%, Cambiemos el 29% y los liberales 28%, ganó el peronismo en primera vuelta. No digo que vaya a pasar y, por cierto, le asigno muy poca chance, pero es un escenario que no podemos descartar.
—¿Cómo ve el crecimiento de los libertarios y la figura de Javier Milei?
—Javi es un fundamental en la batalla cultural, sobre todo la parte económica. Cuando se va de ese tema, tiene más que agujeros, cráteres. Él debería centrarse en la economía y sumar gente que hable de lo otro; también le cuesta mucho compartir escenario. Hay gente valiosa, escuchada e inteligente, incluso en Cambiemos, como (Ricardo) López Murphy. Hay por primera vez en la historia argentina, en vez de un líder liberal como era Alsogaray en su momento, 20 o 25 figuras casi de primer nivel que, si se juntaran todos, ahí sí podría haber una esperanza. Pero hoy por hoy parece que los egos personales y otras cuestiones son más importantes que sacar al país adelante.