Una campaña de protesta surgió este año para "mantener el lev búlgaro", aprovechando los temores de la población ante la subida de los precios y la opinión generalmente negativa respecto al euro.
Bulgaria se convertirá el jueves 1° en el vigésimo primer Estado en adoptar a moneda común europea; algunos creen que esta medida podría provocar más inflación y aumentar la inestabilidad en el país más pobre de la Unión Europea
Una campaña de protesta surgió este año para "mantener el lev búlgaro", aprovechando los temores de la población ante la subida de los precios y la opinión generalmente negativa respecto al euro.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáSin embargo, los sucesivos gobiernos han impulsado la adhesión a la eurozona y sus defensores insisten en que impulsará la economía, reforzará los lazos con Occidente y brindará cierta protección contra la influencia de Rusia.
La moneda única europea se introdujo por primera vez en 12 países el 1° de enero del 2002 y, desde entonces, ha ampliado su influencia. Croacia fue el último país en incorporarse a la eurozona, en 2023.
Bulgaria, el próximo país que planea adoptar esa moneda, se enfrenta a retos únicos.
El país se prepara para su octava elección en cinco años después de que una ola de protestas en contra de la corrupción derrocara recientemente al gobierno conservador.
Boryana Dimitrova, del instituto de sondeos Alpha Research, lleva un año realizando un seguimiento de la opinión pública sobre el euro y asegura que cualquier problema relacionado con su adopción será aprovechado por los políticos anti-Unión Europea (UE). Cualquier problema se convertirá en "parte de la campaña política, lo que sentará las bases para una retórica dirigida contra la UE", afirmó a AFP.
Aunque los partidos de extrema derecha y prorrusos han estado detrás de varias protestas contra el euro, mucha gente, especialmente en las zonas rurales pobres, está preocupada por la nueva moneda.
"Los precios subirán. Eso es lo que me han dicho mis amigos que viven en Europa occidental", declaró a esa agencia Bilyana Nikolova, de 53 años, que regenta una tienda de comestibles en el pueblo de Chuprene, en el noroeste de Bulgaria.
La última encuesta de la agencia de sondeos de la UE, Eurobarómetro, indica que el 49% de los búlgaros se opone a la moneda única.
Tras la hiperinflación de la década de 1990, Bulgaria vinculó su moneda al marco alemán y luego al euro, lo que hizo que el país dependiera del Banco Central Europeo (BCE).
"Ahora por fin podrá participar en la toma de decisiones dentro de esta unión monetaria", declaró Georgi Angelov, economista sénior del Open Society Institute de Sofía.
Miembro de la UE desde 2007, Bulgaria se unió a la denominada "sala de espera" de la moneda única en 2020, al mismo tiempo que Croacia.
Las ventajas de incorporarse al euro son "sustanciales", afirmó el mes pasado en Sofía la presidenta del BCE, Christine Lagarde, citando "un comercio más fluido, menores costos de financiación y precios más estables".
Las pequeñas y medianas empresas podrían ahorrar el equivalente a unos 500 millones de euros (unos US$ 580 millones) en comisiones de cambio de moneda, añadió.
El sector del turismo, que generó alrededor del 8% del Producto Interno Bruto del país este año, también espera beneficiarse de la novedad monetaria.
Lagarde predijo que el impacto en los precios al consumidor sería "modesto y efímero", y señaló que en anteriores transiciones al euro, el impacto se situó entre 0,2 y 0,4 puntos porcentuales.
Pero los consumidores búlgaros, que ya están luchando contra la inflación, temen no poder llegar a fin de mes, aseguró Dimitrova.
Los precios de los alimentos en noviembre subieron 5% en la comparación con el mismo mes del año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística, más del doble de la media de la zona euro.
Ante esta situación, el Parlamento aprobó este año la creación de organismos de supervisión facultados para investigar las fuertes subidas de precios y frenar los aumentos "injustificados" relacionados con el cambio al euro.
Sin embargo, los analistas temen que la incertidumbre política generalizada pueda retrasar las tan necesarias reformas contra la corrupción, lo que podría tener un efecto dominó en el conjunto de la economía.
"El reto será contar con un gobierno estable durante al menos uno o dos años, para que podamos aprovechar plenamente las ventajas de la adhesión a la zona euro", afirmó Angelov.
FUENTE:FRANCE24