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Blockchain se suma como materia obligatoria para “perfiles” de contadores
El estudio de la cadena de bloques evoluciona en la academia, pero todavía está en una “fase muy temprana”, asegura coordinadora de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración
La materia Blockchain será obligatoria en tres de las orientaciones de la carrera de contador en la FCEA
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FCEA
La inteligencia artificial, la “computación en la nube”, la blockchain, el big data, la robótica, la realidad aumentada y un largo etcétera son “tecnologías disruptivas” que, en 2020, despertaron la curiosidad de la contadora Flavia Fernández, una profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA). Las fronteras de los sectores de la economía se veían cada vez más difusas y había que replantearse las áreas del conocimiento. La contabilidad no estaba ajena a la realidad que comenzaba a asomar.
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La blockchain debía ser planteada como “una herramienta al servicio de la contabilidad”. “Esta tecnología posibilita un cambio de paradigma en la contabilidad, facilitando información más transparente, segura y confiable”, escribió Fernández en un paper en noviembre de 2021, que publicó con otros tres colegas.
Con el paso de los años, el tema comenzó a tener más relevancia en el ámbito académico. Fernández se convirtió en la coordinadora de la unidad curricular Blockchain y Contabilidad en FCEA y el asunto pasará a ser una materia obligatoria para algunos estudiantes que quieran ser contadores.
En el comienzo, el Bitcoin era la “gran novedad” y lo “más mediático” de este asunto y, quizás por eso, la primera vez que se dio como materia de manera opcional el éxito fue rotundo: hubo 400 inscriptos. “Ellos vinieron pensando cómo podrían acceder a esa criptomoneda y cómo hacer dinero”, recordó Fernández en diálogo con Búsqueda. La respuesta de los docentes fue que el activo digital más conocido no era el “foco”, sino que la materia ahondaría en la tecnología como una “herramienta facilitadora más allá del Bitcoin”.
“No íbamos a ponernos a ver cómo invertir. No era el foco. Había un potencial atrás para vincularlo con la contabilidad pura”, contó la académica. Explicó que la blockchain podría ser “una solución” para las empresas si se identifican “determinados problemas en sus procesos”.
La blockchain es una cadena de bloques descentralizada, que funciona como una gran base de datos con registros que no se borran nunca. La del Bitcoin es una de esas cadenas, que en este caso almacena datos de “debe” y “haber” que permiten saber quién es poseedor de esta cripto. Pero hay una cantidad importante de cadenas, en las que pueden desarrollar otros proyectos que no están necesariamente vinculados a un activo digital.
Uno de los bloques del primer programa académico trataba sobre el “ecosistema blockchain” en el mundo y también en Uruguay. La pata local era todavía —y lo sigue siendo— bastante reducida, pero tuvo un impulso mayor cuando el Banco Central convocó a las mesas de innovación, en las que participó la FCEA.
El tercero de los bloques temáticos refiere a la aplicación de la blockchain, un asunto que se encara desde dos perspectivas: cómo una empresa tiene que reflejar en los estados financieros que tiene activos virtuales y cómo la blockchain es una “ayuda a la contabilidad”, indicó Fernández. “Se piensa a la contabilidad en un sentido amplio y que todos los sistemas migraran bajo esa tecnología. Que directamente sea como un libro contable con estas características”, planteó como ejemplo.
Por tratarse de registros descentralizados y que no se borran, la blockchain también permitiría evitar algunas “trampas” que se pueden hacer con la contabilidad tradicional, que en muchos casos no han sido “del todo transparentes”, señaló la docente universitaria.
Contabilidad de gestión
Aunque parte de la academia está convencida del potencial que tiene la cadena de bloques para la contabilidad, todavía no se han detectado casos que utilicen la herramienta para registrar todas las transacciones de una empresa y otros asuntos vinculados, como el presupuesto. En algunos países sí hay casos que la utilizan para una única parte, como la facturación, aseguró Fernández.
En Uruguay, el uso es todavía incipiente y no está extendido. En algunos casos, se ha quedado solo en la teoría. La FCEA coordina en este tema con la Facultad de Ingeniería, en donde se han realizado algunas tesis de grado para profundizar en los posibles usos que tendría la blockchain en la industria frigorífica y en el sector lácteo.
Su uso, sin embargo, tiene una “complejidad” y es que debe existir un “volumen bastante elevado” de personas que estén dispuestos a invertir en la tecnología para que efectivamente se utilicen. En Uruguay, por tanto, la utilización se reduce a “cuestiones aisladas” que no están vinculadas a una “lógica contable”, señaló la profesora.
Contó que uno de los casos que recurre a la cadena de bloques es un proyecto de quesos artesanales, que utiliza la herramienta para registrar tres procesos que se cumplen en su fabricación. Esas anotaciones sirven para demostrarle al consumidor que el producto “cumple con determinadas características”. Esta certificación no está estrictamente relacionada con la “contabilidad financiera” de la empresa, pero sí con la “de gestión”, que complementa a los “estados financieros tradicionales” con otros datos para “la toma decisiones”, afirmó Fernández.
“Hay un productor, más de uno, que está incluido dentro de esa trazabilidad que logra ir generando información y puede demostrar determinada reputación a la hora de producir. No solo desde el punto de vista de la calidad del producto, sino de la cantidad. Es muy difícil que estos sectores lleven sus registros, entonces, indirectamente, vas logrando acumular información que puede ser de interés para, por ejemplo, acceder a un crédito”, explicó.
El cambio de la carrera
La FCEA cambió el programa de la carrera de contador desde este 2024 y definió dividir a estos profesionales en distintos “perfiles”, que los estudiantes eligen en los años finales. La materia Blockchain era opcional cuando se incorporó al currículo, pero ahora será obligatoria para tres de las orientaciones que pueden elegir los futuros contadores: sector público, auditoría y aseguramiento, y controles y transformación digital. “Es un gran desafío”, comentó la coordinadora.
Aunque ya pasaron cinco años desde que blockchain es un tema en FCEA, su crecimiento ha sido paulatino. Hay, comentó Fernández, asuntos que “desmitificar”, aunque no tanto para las nuevas generaciones, que ya llegan a facultad con algunos conceptos interiorizados. “Es una realidad. Es algo que está presente entre todos”, señaló.
La coordinadora de esta unidad programática afirmó que el tema “ha evolucionado”, aunque todavía se está en una etapa de “visualizar el impacto real”. Agregó, en ese sentido: “En Uruguay estamos en una fase muy temprana”.
Pero este avance lento también está relacionado con las ventajas que tiene el país. “Cuando uno visualizaba los primeros ejemplos, eran soluciones, por ejemplo, de acceso al financiamiento, un problema que Uruguay no tiene; o acceso a alimentos, otro problema que Uruguay no tiene (...). Lo veíamos lejos porque esas soluciones ya venían dadas”, señaló. Otro posible uso es el de la trazabilidad del ganado, una herramienta en la que Uruguay está avanzado.