Él la define como una “institución espectacular”, porque directa o indirectamente hace cosas que “impactan en la vida de la gente” y contribuye a la “justicia social”: desde la construcción de centros educativos y el mantenimiento de las principales rutas a través de su empresa Corporación Vial (CVU) hasta la contratación de bailarines a través de un fideicomiso con el Sodre. “Proyectos muy grandes a proyectos muy chicos, pero que tienen un impacto social que va con la justicia social que perseguimos, más allá de la eficiencia y la ejecutividad”, describe. “Siempre somos el actor de reparto, nunca somos los crack ni queremos serlo”, dado el rol de brazo ejecutor del Estado, agrega.
—Hoy la inversión de infraestructura, que es de los presupuestos más grandes que tiene el país, está necesitando optimizar la planificación y la ejecución de la obra pública en general. A lo largo de estos 40 años se generó mucha capacidad y valor, que tiene sentido tenerlo en un solo lugar y no reproducido en muchos lugares del Estado, porque perdés eficiencia. Estamos en un punto de maduración de una agencia de infraestructura para la que nos estamos preparando. Llegado ese momento, tenemos que estar a la altura.
—Llegado ese momento, como dice, ¿va a ser en este período de gobierno?
—Esa es una decisión de carácter político que está en el seno del presidente y los ministros.
—El presidente anterior, José Luis Puig, no estaba tan de acuerdo porque entendía que si la CND se transformara en agencia, tendría que intervenir en las decisiones de los organismos. ¿Cómo se imagina la ejecución de la idea?
—La definición de qué obra se hace sí es política y tiene que ver con la soberanía de cada autoridad competente, pero todas esas obras tienen que tener una planificación para adelante mucho más clara, tanto para el Estado como para el sector privado. Tienen que ser evaluadas, saber cómo se van a financiar y los indicadores de utilidad que van a tener. Esas son funciones que sí puede hacer una agencia. Todas son decisiones políticas al más alto nivel, y estamos caminando hacia ese destino.
Mario Piacenza, presidente de la CND
Javier Calvelo/adhocFOTOS
—¿Las condiciones que dejó la gestión anterior para “caminar” a ello fueron propicias?
—Sí. Junto con Pablo (Gutiérrez, actual vicepresidente y antes gerente general) entramos dando una señal, que no es solo un discurso de los 40 años de democracia, sino de que tenemos que mirar más lejos. No podemos tener una mirada refundacional de la CND cada cinco años. No quiere decir que estemos de acuerdo en todo, pero hay líneas que vamos a continuar y mejorar. Por ejemplo, nosotros no veníamos trabajando en vivienda, pero hubo fideicomisos que se agregaron, como el FISU (Fideicomiso Integración Social y Urbana), que es una herramienta notable que vamos a tratar de mejorar con el Ministerio de Vivienda.
—¿Y en qué no estuvieron de acuerdo?
—En muchas empresas las gerencias estaban en cargos de confianza política. Nosotros pusimos a gerentes técnicos en las cabezas de todas las empresas, porque creemos en la gente de la organización y en las políticas de Estado a largo plazo.
También hay una cantidad de áreas que vemos que necesitan fortalecimiento. Nosotros sufrimos los coletazos prácticos de ese cambio de gobierno, que había algunas áreas que estaban desfinanciadas, con consecuencias directas en muchos de los proyectos.
—¿Cuáles áreas estaban desfinanciadas?
—Por ejemplo, el tema ferroviario y de algunos fideicomisos como el de vivienda, que había alguna deuda que cobrar de fondos que estaban pendientes con el Ministerio de Economía. Estamos tratando de ir recomponiendo esa situación.
Mario Piacenza, presidente de la CND.
Javier Calvelo/adhocFOTOS
—En el quinquenio anterior los resultados económicos de la CND superaron el total de los 34 años de historia anteriores. ¿Es de interés continuar la tendencia?
—Los resultados que se produjeron en la administración pasada son relativos al resultado de la sobreejecución que tuvo la concesión de la CVU. Está bien ejecutar mucho, pero lo tenemos que hacer con cierto orden. Esos resultados, que fueron muy buenos en un año, fueron muy malos en otro. Es un ajuste contable muy difícil de explicar, que lo estamos tratando de ajustar porque nos genera problemas por la estabilidad de los resultados. No podés tener un año supersónico y el año siguiente uno horrible, cuando simplemente es un ajuste de traer unos flujos futuros a hoy y no va en función de la obra pura y dura.
—¿No fue razonable la ejecución de obras de la gestión anterior?
—Es muy difícil decir “no, hay que hacer menos obra”. ¿Vas a estar en contra de que haya una doble vía que te baje los accidentes, que te acorte los tiempos, que fluya la logística? No, pero puede haber más discusiones estratégicas. La doble vía de la ruta 5 con los megapuentes y el Ferrocarril Central, ¿era necesario tenerla en el mismo tramo? Esas son definiciones que las permite hacer una planificación. Tiene que haber una inversión planificada a largo plazo que se vaya respetando. Y a las empresas privadas les das la seguridad de que va a haber obra.
Otro lugar donde se sobreejecutó mucho fue en el FISU, mucha vivienda para la población vulnerable. Eso hizo que se desfinanciaran fondos para este período. A su vez, el Ministerio de Economía se había comprometido a dar unos fondos que, cuando llegamos, no los había entregado. Hubo que gestionar deudas viejas con el ministerio nuevo. Todo eso desajusta un poco. Lo mismo pasa con la deuda de los contratos Cremaf (Construcción, Rehabilitación, Mantenimiento y Financiamiento), cosas que no estaban en la transición con el Ministerio de Transporte. Todos esos fondos se pagaban a través de CVU. Estaría buenísimo pensar para adelante que la próxima transición sea mucho mejor que esta última.
—¿Qué se está conversando con la ministra de Transporte? Puig decía que esta administración debería pensar en nuevos peajes, por ejemplo.
—Eso es resorte puro y duro del ministerio. Cuantas más fuentes de ingresos pueda tener la concesión y pueda tener el proyecto, nos va a asegurar la mayor cantidad de obra posible y de la mayor calidad. Sobre todo, no es hacer mucha obra nueva, sino también el mantenimiento, que es muy importante, porque la red se va extendiendo.
Mario Piacenza, presidente de la CND.
Javier Calvelo/adhocFOTOS
—¿Hay algo en el proyecto de Ley de Presupuesto que estén viendo ahora?
—Estamos trabajando en el desarrollo del ferrocarril de vías nuevas, que, salvo el Ferrocarril Central, no estuvo muy priorizado en los gobiernos anteriores. La vía que existía de Rivera a Pasos de los Toros es la que hay que rehabilitar. Hay mucha carga en esta zona que la tenemos que traer para el puerto. Lo otro que está en Presupuesto es traer la vía en diferentes tramos desde Vergara, donde está todo el corazón arrocero. Vamos a ver cómo sale, hay muchas cosas que dependen de los fondos que se aprueben en la ley.
La administración pasada tampoco tuvo una vocación fuerte de estar en el territorio. El objetivo ahora es ver si podemos llegar a trabajar con más intendencias del interior. Les podemos dar una mano a aquellas que nos necesiten, como hemos aportado en estos 40 años a los ministerios.
—¿Podría ser, por ejemplo, en materia de caminería rural? Hace tiempo se habla en el Congreso de Intendentes de la necesidad de apoyo en el mantenimiento de los caminos más transitados por los cargamentos de producción.
—Sí. Las intendencias, con los presupuestos que tienen, con la distribución de esos presupuestos, jamás en la vida van a poder atender la problemática de la caminería rural. Hace muchos años que tenemos ese problema y, si no cambiamos la forma de razonarlo, no vamos a encontrar solución. Tenemos una experiencia a través de la Corporación Vial, que no hace caminería rural pero hace carreteras; es interesante investigar si no podemos generar una herramienta nueva adaptada a este tema. No toda porque es inabarcable, pero de repente donde cada intendencia fije kilómetros de caminería que sea clave priorizar. La ministra tiene ideas en ese sentido y seguramente seamos llamados para colaborar.
Desde la CND trato de imaginarme la producción. Muchas culturas del interior del país están atadas a las producciones, y la producción vamos a tratar de aumentarla con el riego. Esa producción tiene que salir. ¿Y sale a través de dónde? De la caminería rural. Y de la logística, porque estamos también con el tren y las carreteras. Hago para atrás y la CND está en todo eso. Puede estar en el pueblito, puede estar en una escuela, puede estar en un CAIF (Centros de Atención a la Infancia y a la Familia), puede estar en una policlínica. Es una institución que es espectacular en ese sentido, puede estar en todos lados.