La última sesión del Directorio de Ancap —el jueves 27 de junio— fue relativamente breve y terminó con una noticia inesperada por varios de sus integrantes: el anuncio de la renuncia del gerente general, Ignacio Horvath.
La “crisis de relacionamiento” de los miembros en representación de la coalición de gobierno en el ente viene pautando las sesiones del directorio en los últimos meses
La última sesión del Directorio de Ancap —el jueves 27 de junio— fue relativamente breve y terminó con una noticia inesperada por varios de sus integrantes: el anuncio de la renuncia del gerente general, Ignacio Horvath.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáSegún las fuentes consultadas por Búsqueda, el ejecutivo había pedido la palabra al inicio de la reunión para solicitarles que, una vez terminada, concurrieran a su despacho por unas “masitas”. Y así fue. Entonces les planteó que estaba en el ente desde el 2016, que había pasado por muchas etapas decisivas y creía que estaba en el final de un ciclo en la empresa estatal tras haber superado y atravesado varios hitos, desde la recapitalización hasta el paro de unidades para el mantenimiento de la refinería de La Teja. Horvath señaló que había recibido durante su carrera en la institución varias ofertas de trabajo del exterior, pero que ahora había aceptado un ofrecimiento local, que no tiene ninguna vinculación con Ancap.
Varios directores reaccionaron con sorpresa y le plantearon al renunciante si había algún “margen de maniobra” para una “marcha atrás” en esa definición. Pero Horvath explicó que era algo que había sido pensado, meditado y una decisión tomada, indicó un informante.
Horas después, Horvath transmitió su decisión al resto de los gerentes y al equipo de trabajo. En un escueto comunicado, Ancap informó el 28 de junio la “partida” de su gerente general, señaló que el alejamiento se concretará el 1º de agosto y que el ejecutivo hasta tanto colaborará con el directorio para delinear un proceso de transición hasta la provisión definitiva del cargo.
Sobre ese punto, aún no hay resoluciones, pero algunos jerarcas piensan que podría ser un tema más que abone a la “tensión creciente” que hace algunos meses caracteriza al relacionamiento de los directores oficialistas, dijo una de las fuentes. “El clima está tenso dentro del oficialismo, pero no por esto” del gerente, explicó, y se refirió a un “combo enorme” de temas donde los directores tienen “matices”.
En el tramo final de la gestión, reconocieron que el calendario electoral hizo “picar y calentar las reuniones”, lo que provocó más rispidez.
Los miembros del directorio en representación de la coalición de gobierno son el presidente, Alejandro Stipanicic (Partido Colorado), el vicepresidente, el blanco Diego Durand, Leandro Claramunt (también del Partido Nacional) y Daniel Lamela, por Cabildo Abierto. Por la oposición, lo integra el frenteamplista Vicente Iglesias. También suelen participar de las sesiones el gerente general, el secretario general, Rafael Brum, y la prosecretaria general, Claudia Saralegui.
Las fuentes explicaron que las orientaciones partidarias, los estilos y los personalismos han ido transformando el clima de las sesiones del directorio en posturas disonantes y cuestionamientos sin mayor fundamento. “Se levanta el tono” de discusión, contó otra fuente, que aclaró que no se ha llegado a los insultos o a “las manos”.
Uno de los informantes comentó que hay un “factor de acumulación” que ha ido desgastando el diálogo entre los directores del oficialismo y prevé que haya algún llamado de atención con el fin de encaminar la forma de comunicarse y analizar los temas. A veces, dijo, para evitar discusiones o dar margen a preparar argumentos los temas llegan al directorio sin mayor análisis o “cocinados”.
Sin embargo, para otras fuentes, las diferencias son las que habitualmente ocurren puertas adentro y no hacen al clima electoral.
Una de las últimas rispideces, señalaron, se dio en torno a las declaraciones de Stipanicic a El Observador semanas atrás, cuando se refirió a que se estaba terminando de delinear la estrategia para rematar en partes o por lotes el tercer horno de cemento que Ancap compró hace 10 años para la planta de Paysandú y que nunca se instaló. Eso causó reproches dentro del directorio por el descontento y respuesta del sindicato, pero también del Ministerio de Industria. Según la fuente, desde esa secretaría de Estado se consideró que no era el momento político para hablar del asunto porque, en los hechos, “no hubo ninguna definición” al respecto ni se trató en el directorio.
Una fuente comentó, en relación con Stipanicic, que, “cuando hay miembros del directorio que son muy muy mediáticos y otros que no, hay contrastes. Porque la opinión para afuera se toma como si fuera la Biblia”, pero hacia adentro hay visiones protestantes.
Las diferencias entre los directores de la coalición de gobierno también han girado en torno a cuestiones relativas a la parada de mantenimiento de La Teja, los resultados económicos del primer trimestre de Ancap, los proyectos de hidrógeno y transición energética y también a otros más triviales, referidos a las convocatorias a las reuniones, los grupos de trabajo o la comunicación de algunos asuntos en la interna. El planteo de Stipanicic de fusionar la empresa con UTE también hizo ruido en la interna.
La incomodidad del ambiente generado en los “pasillos” y dentro del directorio es para algunos un tema de “preocupación” porque no “ayuda” para resolver asuntos de la gestión en el último tramo de la administración actual, dijeron.