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La demanda de especialistas en inteligencia artificial se multiplicó por cinco en Uruguay desde 2022
“La inteligencia artificial hoy es un copiloto que permite a cada profesional potenciar su conocimiento”, sostiene Aníbal Gonda, vicepresidente de Talento de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información
El crecimiento casi por cinco en los empleos vinculados a ciencia de datos e inteligencia artificial (IA) desde el lanzamiento de ChatGPT muestra que Uruguay atraviesa un punto de inflexión en su mercado laboral, según un análisis presentado por la consultora Advice junto con la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI).
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Ese incremento se dio en dos fases: primero, en 2023, durante la “carrera de los lanzamientos” de modelos de IA; y luego, desde 2024, en la etapa de “integraciones”, cuando las empresas comenzaron a aplicar estas tecnologías en herramientas de trabajo diarias”, señala el informe.
“El mercado laboral uruguayo está en plena transformación”, resume Aníbal Gonda, vicepresidente de Talento de la CUTI. “Podemos decir que Uruguay está muy bien preparado para afrontar este desafío. Todas las universidades cuentan con carreras de grado, posgrados o diplomas orientados a formar profesionales en inteligencia artificial. Tanto es así que el país fue sede de Khipu, uno de los principales eventos académicos de la región patrocinado por Google”, afirmó ese empresario a Búsqueda.
Según Gonda, “las tareas rutinarias se automatizan, pero el conocimiento de base de los profesionales sigue siendo valioso si se combina con la tecnología. El desafío está en reconvertir perfiles hacia un rol más asesor y estratégico”. En ese sentido, interpreta que hoy, “además de entender los algoritmos”, se necesita “comunicar en lenguaje claro” sus resultados y “explicar en lenguaje natural lo que los datos demuestran”. Un ejemplo es el uso de IA como asistente en diagnósticos médicos en zonas remotas, donde el profesional no cuenta con un ateneo presencial, pero sí con herramientas de apoyo tecnológico. “La inteligencia artificial hoy es un copiloto que permite a cada profesional potenciar su conocimiento”, indicó.
Rotación global de los empleos
En el plano internacional, el “Future of Jobs Report 2025” del Foro Económico Mundial proyecta que las tareas realizadas por humanos caerán del 47% al 33% en 2030 de los empleos formales como consecuencia directa de la IA y las tecnologías de procesamiento de datos. A su vez, las ejecutadas por máquinas o algoritmos subirán del 22% al 34%, y las combinadas entre ambos crecerán del 30% al 33%.
Gonda considera que el riesgo “no está en los trabajos vulnerables, sino en los profesionales: contadores, abogados, escribanos o desarrolladores de software”. Pero aclara que “esto no implica pérdida de trabajo, sino todo lo contrario; hoy las personas cuentan con asistentes que ayudan a realizar su trabajo de forma más eficiente y rápida”.
Según él, Uruguay tiene ventajas para adaptarse a estos cambios: “Somos un país pequeño, con buena institucionalidad, conectividad de primer mundo y dinamismo educativo. La Utec (Universidad Tecnológica) y Ceibal están impulsando programas de formación en IA, y Microsoft y el Latu (Laboratorio Tecnológico) instalaron el primer laboratorio de inteligencia artificial de América Latina en Uruguay, el único de su clase en la región”.
Las empresas uruguayas y la IA
Quantik Group, a través de su empresa HeyNow, desarrolló un agente inteligente para reclutamiento que automatiza la recepción de currículos, analiza fortalezas y debilidades y genera estadísticas para decisiones más informadas. “No implica la eliminación de roles, sino una evolución en las tareas que realizamos”, explicó Dahiana Fleitas, líder de Talento en esa empresa. Por eso —sostiene— hoy es “clave” el desarrollo de las “habilidades blandas, como la capacidad de trabajar en equipo, comunicar ideas de forma clara y adaptarse a entornos dinámicos”.
En paralelo, GeneXus utiliza IA para el desarrollo de software desde hace más de 35 años; Tryolabs exporta soluciones en comercio electrónico —su CEO, Alan Descoins, fue incluido en la lista Time100 AI—; y AZSportech aplica visión computacional para análisis deportivo en la selección uruguaya.
Para Rodrigo Beceiro, cofundador de Marvik —otra empresa del sector de la tecnología de la información y la comunicación—, el futuro inmediato ya tiene nombre: “Hoy vivimos muy de cerca la explosión de la IA, pero además ya nos estamos posicionando para la siguiente que vemos venir, que es la robótica. Es difícil imaginar todo el impacto que esto puede tener, pero esperaría cambios profundos en pocos años, donde los humanos vamos a tener más tiempo para las actividades de mayor valor agregado”.
El análisis de Advice y CUTI concluye que Uruguay no puede competir en el desarrollo de grandes modelos propios, pero sí en aplicaciones verticales —en sectores como agro, turismo, medicina y ciencia—, donde el país cuenta con datos de calidad y una institucionalidad confiable.
Con un aumento de 486% en la demanda de perfiles de IA desde 2022 y un mercado que se mantiene en niveles récords de empleo, el desafío ahora es formar profesionales capaces de traducir algoritmos en valor económico y social. “Cada uno debe de encontrar un punto de quiebre y saber hasta dónde llega”, sintetizó Gonda.