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Buques OPV de la Armada: el presidente de Cardama está en Uruguay para cerrar la compra a contrarreloj
Mario Cardama fue recibido el martes en el Ministerio de Defensa y aseguró que en 72 horas conseguirá la garantía que exige el gobierno; Abitab desistió de otorgar un préstamo
El ministro de Defensa, Armando Castaingdebat, junto al comandante en jefe de la Armada Nacional, Jorge Wilson
Mario Cardama, presidente del astillero español del mismo nombre, mantuvo este martes una reunión en el Ministerio de Defensa para formalizar un pedido de 72 horas que le permita obtener una garantía de US$ 4 millones para cerrar un contrato de fabricación de dos patrullas oceánicas (OPV) para la Armada Nacional.
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Según señalaron fuentes oficiales a Búsqueda, Cardama comunicó al ministro Armando Castaingdebat que la financiera uruguaya Abitab finalmente no aceptó otorgar un préstamo de US$ 4 millones a su astillero que sirviera de garantía, un punto sobre el cual El Observador informó este miércoles.
En primera instancia el ejecutivo español envió un mail institucional al Ministerio de Defensa para explicar la negativa de Abitab y solicitar 48 horas para conseguir a otra empresa que se ofrezca como garante. Luego viajó desde Madrid a Montevideo para reunirse personalmente con el ministro y transmitirle que el astillero conseguirá la garantía ya que está en negociaciones avanzadas con una compañía internacional. Allí se decidió ampliar el plazo por 24 horas más, hasta la tarde de este viernes 6.
El contrato para la adquisición de los buques, de 82 millones de euros, se firmó en diciembre y establece que la fecha de entrega sea de 18 meses para el primer barco y, desde ese momento, 12 meses más para el segundo. Pero antes de recibir el dinero del gobierno para iniciar la fabricación de ambas OPV, Cardama está obligado a elevar una garantía de reembolso por el 100% del pago del primer anticipo de los dos buques que haga Uruguay y otra garantía de fiel cumplimiento por el importe del 5% del total del contrato.
El primer aval ya fue otorgado y Cardama trabaja en el segundo, que debía estar formalizado hace meses pero se extendió más de lo previsto. Abitab analizó ofrecerse como garante a través de un préstamo y el viernes pasado el directorio de la financiera uruguaya había alcanzado un acuerdo para enviar la propuesta a Vigo, ciudad sede del astillero español. Finalmente, esa decisión no fue tomada. De acuerdo a las fuentes, durante toda la semana pasada fueron continuos los llamados a ejecutivos de Abitab desde distintos sectores políticos y militares.
Las patrullas oceánicas son buques de guerra con los que Uruguay no cuenta y considerados elementales para la Armada. Equipados con sensores y armamento de distinto tipo, su versatilidad de diseño les permite cumplir misiones de vigilancia y protección de las zonas marítimas bajo jurisdicción de un país y actuar contra delitos como el narcotráfico, el tráfico de personas, la piratería, el contrabando, la pesca ilegal y el vertido de deshechos.
La intención del gobierno era tenerlos disponibles para febrero de 2025, antes del cierre del mandato. Pero el proceso de compra fue largo, polémico y complicado. Cuando en diciembre del año pasado se decidió contratar a Cardama, desde el Poder Ejecutivo se pretendió cerrar todo el acuerdo a inicios de 2024. Esta intención se prolongó debido a las demoras en conseguir las garantías y desde el mes pasado el Ministerio de Defensa transmitió a Cardama que el plazo para presentar el último aval ya está en su límite máximo, por lo cual el contrato corre riesgo.
Mario Cardama, el presidente de la compañía, ha viajado con frecuencia a Montevideo a lo largo de este año para acelerar personalmente las gestiones que faltan. Oficialmente el astillero no ha emitido comunicaciones desde abril, cuando destacó en su sitio web la firma del acuerdo.