“No hay pan sin canto”, con esta frase adjudicada a la actriz y directora teatral uruguaya Nelly Goitiño, el futuro titular del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), José Carlos Mahía, define la importancia que tendrá la gestión cultural para la coalición de izquierda. “La cultura es uno de los ejes fundamentales del programa del Frente Amplio y lo será del próximo gobierno”, dijo a Búsqueda, en alusión al elenco político que dirigirá el presidente electo Yamandú Orsi a partir del 1 de marzo.
Mahía aseguró que la política cultural tampoco pretende ser refundacional y que se ajustará a “los objetivos” programáticos definidos por la fuerza política. “Tanto en políticas culturales como educativas, el primer compromiso es con el programa del Frente Amplio (FA)”, afirmó.
El capítulo referido a la política cultural es uno de los siete “pilares” del programa de gobierno del FA. Ese bloque, titulado “Un país de cultura, pilar del sentido de la vida y de la fuerza constructora de la sociedad”, propone un “cambio de paradigma” en la gestión cultural y las artes.
Potenciar la descentralización y las industrias culturales, reglamentar la Ley de Teatro Independiente, revisar la creación de la Agencia del Cine y Audiovisual y crear un Sistema Nacional Integrado de Culturas, son algunas de las medidas que plantea la coalición de izquierda.
Equipos y cambio de nombre del MEC
Tras la victoria de Orsi en el balotaje de noviembre empezaron a conocerse las primeras designaciones de los cargos principales del próximo gobierno del Frente Amplio. Todavía falta definir, al menos públicamente, otros puestos clave en reparticiones culturales como la Dirección Nacional de Cultura, el Sodre, la Biblioteca Nacional, la Comisión de Patrimonio, los museos y los institutos.
“Pluralidad, compromiso e idoneidad” serán los “criterios fundamentales” que guiarán la conformación de los equipos del MEC, dijo el futuro ministro. Mahía agregó: “Esa es la recomendación que ha hecho el presidente Yamandú Orsi”. A eso, sumó que se priorizará que los jerarcas propuestos tengan una “especialización importante” en el área.
El programa de gobierno del Frente Amplio también sugiere cambiar la denominación del Ministerio de Educación y Cultura, que pasaría a llamarse Ministerio de las Culturas, las Artes, los Patrimonios y la Educación. Sobre este punto, el futuro titular del MEC sostuvo que si bien la discusión del nombre está “sobre la mesa”, por el momento el cambio no es prioritario.
“No digo que el nombre no esté sobre la mesa, digo que a mí me ocupan fundamentalmente los objetivos a desarrollar dentro de todas las competencias y posibilidades”, indicó.
Objetivos de la gestión cultural
Mahía insistió en que el Frente Amplio no tendrá un "espíritu refundacional". No obstante, las bases programáticas aluden a un “cambio de paradigma” que evita reducir el concepto de cultura únicamente a las artes, a las tradiciones populares o a los patrimonios, y se propone “integrar” la dimensión cultural a otras políticas sociales. Ofrecer, por ejemplo, “una mirada cultural” a problemas como la salud y la pobreza en la primera infancia, la realidad de las personas privadas de libertad y de quienes viven en la calle.
Será además la primera vez que se instalará un gobierno de izquierda con una Comisión Nacional de Cultura (CNC) del Frente Amplio, órgano que participó en la confección del capítulo cultural del programa frenteamplista, junto con la comisión programática de la fuerza política.
Creada en 2022, al asumir Fernando Pereira la presidencia del Frente Amplio, la CNC tiene el mismo rango y carácter nacional que otros espacios asesores partidarios —como las comisiones de Finanzas, Asuntos Sociales o Relaciones Internacionales— que orbitan entre la presidencia y la Mesa Política del FA, con representantes de los diversos sectores.
Su presidenta, Gabriela Iribarren, quien coordinó la redacción del programa, explicó en una reciente entrevista con Búsqueda que la tarea de la comisión en estos años pasó por distintas etapas. Primero acumuló todo el material disponible en el Frente Amplio sobre el área; luego elaboró un “análisis crítico” de la gestión cultural durante los gobiernos de izquierda, y finalmente se abocó a la elaboración del programa.
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Gabriela Iribarren y Yamandú Orsi en un acto de la Comisón de Cultura del Frente Amplio, en 2024
Javier Calvelo / adhocFOTOS
Una aspiración concreta del gobierno de Orsi es la creación de un Sistema Nacional Integrado de Cultura, de características similares al del área de la salud para, entre otros objetivos, contar con “un mapeo” en materia cultural del ámbito público y privado, explicó Iribarren.
Otro compromiso es la reglamentación de la ley de teatro independiente (Nº 19.821, aprobada por unanimidad en 2019), un tema que Mahía siguió de cerca en el Parlamento como senador y que abordará “particularmente” como ministro. En este sentido, las autoridades culturales del gobierno actual resolvieron no reglamentar esta ley al considerar que el teatro ya está suficientemente subvencionado por varios programas. Reglamentarla implica asignarle un presupuesto, pero también optimizar los recursos, entienden desde el elenco de gobierno entrante.
Mahía también dijo apostar por las industrias culturales que se han ido “consolidando” en estos años en Uruguay –como la audiovisual–, al punto de que hoy "son un terreno que genera muchas oportunidades” y “grandes expectativas” para todo el sector.
Descentralización y presupuesto sin "condicionamiento"
En materia de descentralización cultural, el futuro ministro destacó “precedentes muy importantes” que vinculó al primer gobierno del Frente Amplio, presidido por Tabaré Vázquez (2005-2010), cuando “la cultura salió con mucha fuerza de la capital hacia el interior” del país.
Por su parte, la Comisión Nacional de Cultura del FA también destacó entre las conclusiones de los 15 años de gobierno de izquierda la creación y “democratización de fondos públicos”, la recuperación de infraestructuras culturales y la puesta en marcha de los Centros MEC —red ministerial que atendía a poblaciones de hasta 5.000 habitantes— como política descentralizadora.
En los últimos años de los gobiernos del Frente Amplio el funcionamiento de los Centros MEC fue muy cuestionado desde la oposición por su eficiencia y su presupuesto de acuerdo a sus resultados e incluso hubo denuncias de “acomodos” en esa área. La actual administración decidió cerrarlos y creó los Centros Culturales Nacionales, que desde la izquierda han sido considerados locales “rebautizados” y “vacíos” de gestión.
Para los referentes de cultura el presupuesto público en el área debe aumentar en forma significativa. Durante los primeros años de los gobiernos de izquierda, el área cultural recuperó “progresivamente” el nivel presupuestal que tuvo previo a la crisis de 2002, hasta 2008, y luego no aumentó en forma significativa. Actualmente, entre todas sus dependencias, Cultura no llega al 0,2% del Producto Bruto Interno (PBI) y el programa del Frente Amplio establece el objetivo de un aumento en línea de las recomendaciones internacionales, que refieren al 1% del PBI.
En ese sentido, Mahía comentó a Búsqueda que los cambios proyectados en las bases programáticas suponen “una inyección presupuestal importante” que deberá analizarse. "Yo espero que los objetivos en materia cultural tengan el apoyo presupuestal que merecen. Pero no le quiero poner al gobierno condicionamientos desde adentro antes de empezar”, dijo.