La Defensoría Pública de Río de Janeiro informó este miércoles que 132 personas murieron durante el megaoperativo policial realizado un día antes en dos favelas de la ciudad.
La Defensoría Pública de Río de Janeiro informó que el operativo policial del martes dejó 132 muertos. El gobernador dijo que apuntaba al Comando Vermelho, mientras la ONU pidió investigar posibles violaciones a los derechos humanos
La Defensoría Pública de Río de Janeiro informó este miércoles que 132 personas murieron durante el megaoperativo policial realizado un día antes en dos favelas de la ciudad.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa Policía estatal reconoció 119 muertos —entre ellos cuatro agentes— y el gobierno regional reportó 121. Según el gobernador Cláudio Castro, el operativo estuvo dirigido contra el Comando Vermelho, una de las principales organizaciones narcotraficantes del país, mientras la ONU exigió una investigación independiente y recordó a las autoridades sus obligaciones en materia de derechos humanos y Derecho Internacional.
El despliegue ha sido calificado como el operativo policial más mortífero en la historia de Río de Janeiro y uno de los más violentos de Brasil.
Durante la madrugada del miércoles, vecinos de las zonas afectadas recogían y apilaban cuerpos tras la incursión policial en los complejos de favelas de Alemão y Penha, de bajos ingresos. La Policía afirmó que el operativo estuvo dirigido contra “criminales” del Comando Vermelho.
Castro sostuvo que las personas fallecidas eran “sin duda” integrantes de esa organización, a excepción de los cuatro policías muertos, y que los enfrentamientos se concentraron en una zona boscosa. “No creo que nadie estuviera caminando por el bosque el día del enfrentamiento”, declaró.
Sin embargo, familiares de las víctimas y organizaciones de derechos humanos denuncian que se trató de una “masacre” y cuestionan el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades.
Personas retiran un cuerpo sin vida de una zona boscosa este miércoles, en la favela Vila Cruzeiro en Río de Janeiro (Brasil).
Alrededor de 2.500 policías y soldados brasileños participaron el martes 28 de octubre en un masivo operativo en Río de Janeiro, que según las autoridades estuvo dirigido contra miembros de la banda de narcotraficantes Comando Vermelho, también conocida como Comando Rojo. Los objetivos declarados de la acción eran capturar a los líderes de la organización criminal y frenar la expansión territorial del grupo, que en los últimos años ha incrementado su control sobre varias favelas.
El operativo, sin embargo, desencadenó intensos enfrentamientos armados y represalias por parte de los pandilleros, generando escenas de caos en la ciudad. Según el gobierno estatal, 81 sospechosos fueron arrestados y se incautaron 93 rifles y más de media tonelada de drogas. “Los cobardes ataques de criminales contra nuestros agentes no quedarán impunes”, afirmó la Policía Civil de Río a través de la plataforma X.
Personas acomodan cuerpos sin vida en una calle este miércoles, en Río de Janeiro (Brasil).
La operación incluyó despliegues de agentes en helicópteros y vehículos blindados en las extensas favelas de bajos ingresos de Complexo do Alemão y Penha, situadas en el terreno montañoso costero de la ciudad. Las escuelas de la zona cerraron, una universidad local suspendió las clases y varias calles fueron bloqueadas con autobuses convertidos en barricadas. Las autoridades informaron que los pandilleros incluso atacaron a la policía con al menos un dron, mientras que el gobierno estatal compartió un video en X que aparentemente muestra una aeronave no tripulada disparando un proyectil.
Imágenes difundidas en redes sociales mostraron fuego y columnas de humo elevándose desde ambas favelas, acompañadas de disparos. Medios locales reportaron que presuntos miembros de pandillas bloquearon carreteras en el norte y sureste de la ciudad, y la empresa de transporte Rio Onibus indicó que se utilizaron al menos 70 autobuses en estas acciones, causando daños significativos. Según la Policía, la operación del martes fue el resultado de un año de investigaciones contra el grupo criminal.
El gobernador de Río de Janeiro aseguró este miércoles que los muertos en la operación policial eran “sin duda” criminales y que se habían resistido al arresto. Castro había declarado el martes que la ciudad está en guerra contra el “narcoterrorismo” y criticó al Gobierno federal de Luiz Inácio Lula da Silva por no brindar suficiente apoyo en la lucha contra el crimen.
Sin embargo, familiares de las víctimas, activistas y organismos internacionales cuestionan esta versión. Raull Santiago, activista local, denunció ejecuciones con disparos por la espalda y heridas de arma blanca, calificando los hechos de “masacre”. Cientos de residentes rodearon los cuerpos, llorando y exigiendo justicia.
Río de Janeiro ha sido escenario de redadas policiales letales durante décadas, pero expertos señalan que la magnitud de la operación del martes es inédita. Luis Flavio Sapori, sociólogo especializado en seguridad pública, la calificó como cifras “de guerra”.
Organizaciones de derechos humanos, incluida la ONU y Human Rights Watch, exigieron investigaciones rápidas y efectivas. César Muñoz, de HRW, la calificó como “una enorme tragedia” y un “desastre”. El Instituto Marielle Franco y FAFERJ coincidieron en criticar la operación, señalando que estos operativos no resuelven el problema del crimen organizado y que convierten la vida de las personas negras y pobres en una “ruleta rusa”.
Integrantes de la Policía de Río de Janeiro trasladan a un grupo de personas durante un operativo este martes, en Río de Janeiro (Brasil).
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que regresó a Brasilia el martes por la noche tras su viaje a Malasia, aún no se ha pronunciado públicamente sobre los operativos en Río de Janeiro. Según su oficina, este miércoles se reunió con el vicepresidente Geraldo Alckmin y miembros del gabinete para analizar la situación.
Tras las críticas de Castro al gobierno federal por no brindar suficiente apoyo en la lucha contra el crimen, el Ministerio de Justicia respondió que ya había atendido las solicitudes del estado para desplegar fuerzas nacionales en 11 ocasiones. Gleisi Hoffmann, enlace del gobierno con el Parlamento, coincidió en la necesidad de coordinación, pero destacó la reciente ofensiva contra el lavado de dinero como ejemplo de acción federal contra el crimen organizado.
El jefe de gabinete de Lula, Rui Costa, convocó además una reunión de emergencia en Río de Janeiro con autoridades locales y el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski.
El megaoperativo se produjo días antes de que la ciudad reciba eventos internacionales ligados a la cumbre climática COP30, incluida la cumbre mundial C40 de alcaldes y el Premio Earthshot del príncipe Guillermo de Inglaterra. Aunque Río ha sido sede de citas globales recientes como los Juegos Olímpicos de 2016, la cumbre del G20 en 2024 y la de los BRICS en julio, la violencia registrada el martes no tiene precedentes recientes.
Con Reuters y AP
FUENTE:FRANCE24