En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Sería deseable que en el próximo período pese mucho menos la política partidaria y mucho más la racionalidad económica y social, para el bien del país
Terminando el período de gobierno, llega la hora de los balances de gestión. Las autoridades salientes señalan, en general, que dejan una situación mejor que la que encontraron y, cubriéndose frente a posibles críticas, cierran asegurando que no están del todo conformes y que se pudo hacer más. Eso pasa en los ministerios y también en las empresas públicas. Y es probable que, más allá de los lentes partidarios, en muchos casos estén describiendo hechos consistentes con la realidad.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Algunos comentarios del saliente presidente del Banco República (BROU) hechos en una reciente entrevista con Búsquedason un ejemplo de ese tipo de balances, aunque en su caso, quizás por no ser un político y por no aspirar a ocupar nuevamente un cargo público, fueron más descarnados que lo habitual.
Salvador Ferrer, un economista que antes de entrar al BROU había hecho carrera en Citibank, se congratula de que la institución financiera estatal habría ganado en 2024 la cifra récord de US$ 750 millones, superando al máximo que obtuvo el año anterior, y expresa satisfacción con el foco puesto en el cliente —personas y empresas— a lo largo del período. Al mismo tiempo, usando una imagen que puede caberle a varias organizaciones estatales, señala: “Esto es un mamut (…), pero muchas cosas se han mejorado y seguro haya muchas más para seguir mejorando”. Según él, el “pecado original” está en el actual “esquema muy socialista-comunista de retribución” al personal, que impide aplicar premios y castigos “adecuados”. Como en otras áreas, la tabla rasa perpetúa ineficiencias.
También pone en cuestión el criterio de selección de los jerarcas, y se pone a sí mismo como ejemplo —“¡yo no pasé por los procesos de selección que hay en el sector privado, de entrevistas y pruebas!”—, aunque en otros entes o servicios descentralizados la designación por confianza o por cuota política seguramente ha sido mucho más grave y notoria.
Cuenta que, cuando tomó la presidencia del banco, dada su inexperiencia en la política, le sugirieron que tuviese el apoyo de un “secretario político”, una idea que rechazó: “El miedo hubiera sido que me filtraran alguna cosa”. Admite que recibió presiones “de todos los colores, de un senador, un diputado, un intendente o cualquier cosa que se pueda imaginar”, pero asegura que tuvo libertad para no dejarse influir. “Hay otros accesos políticos (para influir en el banco), hay otros directores. Las luchas han estado por ese lado”, agrega.
Ferrer recuerda en la entrevista que muchos aspectos “críticos” en materia de gobernanza de las empresas públicas ya han sido identificados, y cita un documento de 2019, liderado por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) “con el apoyo de un montón de economistas… ¿Y qué se hizo de ahí? Lamentablemente, no mucho. Y no es algo que esté en la agenda”.
Años atrás, el contador Julio Porteiro, después de dejar la presidencia del BROU reflexionó en un libro de su autoría: “Nuestro estamento político parece no reconocer el carácter científico de la administración” como disciplina y “quizás por ello los líderes partidarios concluyen, equivocadamente, que no hace falta tener educación terciaria en dirección, pues cualquiera puede conducir los destinos de una institución. El resultado de ese estado de cosas es la prevalencia del curanderismo en la gestión de las organizaciones públicas, debido a la falsa creencia de que el director de organizaciones no se hace, sino que, por azar, nace”.
En el correr de este verano, mientras avanza la transición en el Poder Ejecutivo, el gobierno electo de Yamandú Orsi irá designando a los futuros directorios de las empresas públicas y, si no hay sorpresas, los partidos de la coalición republicana que desde marzo pasarán a ser oposición harán lo propio con los cargos en minoría que les toquen. Sería deseable que en el próximo período pese mucho menos la política partidaria y mucho más la racionalidad económica y social, para el bien del país, dada la fuerte incidencia que el “mamut” estatal y los servicios públicos en particular tienen en los altos costos que pesan sobre nuestro sector productivo.