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En la pregunta sobre sus principales canciones, Jaime le dedica unos minutos a Good Bye (el tazón de té), perteneciente al disco Si me voy antes que vos, de 1996, y cuenta su historia, ambientada en Ámsterdam, la ciudad donde vivió unos años en la década de los 80.
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“Es una de mis favoritas y más queridas. Sería soberbio y un gran error emplear la palabra perfecto. Sin embargo, hay canciones, como esa, a las que no les sacaría ni un punto ni una coma”. ¿Dónde está ambientada Good Bye?, es la pregunta obligada, sabiendo que Jaime concibe sus canciones como cuentos o películas y las ambienta en un lugar determinado.
Jaime Roos junto a Álvaro Pasquet en el Vondelpark de Ámsterdam, agosto 1981.
“Good Bye está ambientada en Ámsterdam. Ahí nació. En 1992 pasé un mes y medio con mi hijo. Una noche salí a caminar por el barrio donde me estaba quedando. Andaba por esas calles cuando de repente abajo de una puerta se me apareció una figura femenina. Una muchacha con una mochila en el piso. Me di cuenta de que esa calle yo la conocía. Que yo había acompañado a esa mujer a ese lugar, que era una especie de albergue estudiantil. Pero de repente apareció de la nada su figura y me costó reconocerla. Me costó darme cuenta de esto que estoy contando. Nunca más la nombré, sin embargo, esta noche, el hotel, otra vez, su figura transparente, saludándome. Es más, me costó acordarme de su nombre. Nunca llegué a tener un romance con esa mujer. Casi. Lo aclaro porque viene al caso. Eso me hizo pensar en una serie de amores que había tenido en mis años en Europa. Y en cómo cuando no había mail se perdía el contacto, el rastro, cuando la gente se mudaba. Pensé en qué habría sido de la vida de esas personas y me di cuenta de que guardaba dentro mío un sentimiento de amor hacia esas mujeres a quienes había conocido en realidad poco tiempo. Entonces todo eso se vuelve una sola persona, que tiene distintos nombres. Esa figura transparente en la puerta del hotel”.