Danilo Astori, una de las figuras más influyentes de la política y la economía en las últimas décadas

REDACCIÓN  
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Además de uno de los líderes más preponderantes de la izquierda uruguaya, Danilo Astori, fallecido el viernes 10 a los 83 años, fue una de figuras de mayor influencia en el ámbito económico de los últimos 50 años en Uruguay.

Astori fue senador, dos veces ministro de Economía (2005-2008 y 2015-2020), así como vicepresidente de la República (2010-2015). Antes de entrar a la actividad política, con poco más de 30 años fue decano de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA).

En contextos históricos y políticos muy diferentes, y sobre bases ideológicas también distintas, Astori, junto a Alejandro Végh Villegas (ministro de Economía en 1974-1976 y 1983-1985) y Ariel Davrieux (director de Planeamiento y Presupuesto en 1985-1990 y 2000-2005) fueron señaladas como las figuras más influyentes en el ámbito económico de los últimos 50 años en Uruguay por un consenso casi total de ocho economistas y contadores consultados años atrás por Búsqueda emulando el método Delphi de investigación para evaluar los hitos en materia reformista desde los años 70 hasta la actualidad.

Ya era un respetado contador de 64 años que lideraba Asamblea Uruguay y había integrado fórmulas presidenciales, cuando, en 2004, el entonces candidato por el Frente Amplio, Tabaré Vázquez, lo presentó como su ministro de Economía en caso de ganar las elecciones de ese año.

Danilo Astori celebra el triunfo del Frente Amplio en las elecciones de 2004. Foto: AFP

Representaba el discurso de moderación que precisaban escuchar los organismos internacionales, los inversores extranjeros y también muchos votantes no frenteamplistas: “Nunca más hay que volver a esa trilogía nefasta de manejo irresponsable de las cuentas públicas, endeudamiento para financiar el déficit y tipo de cambio fijo. Eso nunca más. O sea, hay grandes cambios, pero también algunas continuidades”, aseveró Astori en una de las intervenciones durante un viaje a Estados Unidos acompañando a Vázquez en esa campaña.

Esa definición política la mantuvo cuando le tocó ser el vicepresidente de José Mujica —quien apeló también a la credibilidad de Astori para darle equilibrio a la fórmula oficialista en las elecciones de 2009— y luego, en el segundo mandato de Vázquez, otra vez como ministro de Economía. “La economía uruguaya tiene que inspirar en su funcionamiento certeza y confianza, y hago lo posible por contribuir en ese sentido. Esa certeza y confianza había sido perdida casi por completo por Uruguay” con la crisis de 2002, declaró Astori a Búsqueda en setiembre de 2013.

Detrás de unos lentes de marco grueso, característicos como su pelo blanco, construyó una imagen de sobriedad y mesura. Solo mostraba fanatismo —sin desbordes— por el Club Nacional de Football, la murga Falta y Resto, la música —en particular el jazz— y el cine, que empezó a ver en grandes dosis desde niño en las matiné del desaparecido Splendid Theatre de la Avenida Agraciada, a un par de cuadras de su casa de la infancia. “No me levanté nunca en mi vida antes de que terminara una película. Nunca. Me banqué los bodrios —que han sido unos cuantos— sentado. No quiero exagerar, pero es como una especie de compromiso”, relató años atrás en una entrevista en la sección cultural de Búsqueda.

Astori en la sede de Asamblea Uruguay, octubre de 2018. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

El académico y el político. Danilo Ángel nació el 23 de abril de 1940 en Montevideo y fue el mayor de los tres hijos de la pareja Astori-Saragosa, una familia de clase media asentada en una casa sencilla del Prado. Recibió educación salesiana en el Colegio Maturana y en el Seminario, antes de entrar, con 16 años y sin la vocación totalmente definida, a la FCEA de la Universidad de la República. Apenas recibido de contador-economista entró a trabajar en lo que se conocía como la CIDE­Agropecuaria, antecesora de la Oficina de Política y Programación Agropecuaria (Opypa). El ministro de Ganadería de la época, Wilson Ferreira Aldunate, fue uno de sus “grandes maestros”, según dijo para el libro Astori. Vida y pensamiento político, de Miguel Ángel Campodónico.

En 1972 asumió como decano de esa facultad por aproximadamente un año, hasta que lo corrió la dictadura acusado de confabulación por no reprimir las actividades gremiales del centro de estudiantes. Volvió al cargo con el restablecimiento democrático. En el interín hizo consultoría privada y luego fundó junto con otros el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo del Uruguay (Ciedur).

Su aproximación a la política se dio, en parte, por Líber Seregni, quien lo convocó junto con otros jóvenes para participar en la elaboración programática de la naciente coalición de izquierda. Hasta entonces no conocía al líder histórico del Frente Amplio, que se transformaría, según aseguró, en su otro “gran maestro”. Al general (r) lo acompañó en la fórmula del Frente Amplio en las elecciones de 1989, pero entró al Senado gracias a un acuerdo que lo ubicó como cabeza de todas las listas del Frente Amplio.

Danilo Astori durante una conferencia en la sede del Frente Amplio, febrero de 2012. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

Con los años la concepción ideológica de Astori fue pasando de posturas de izquierda más clásicas a otras socialdemócratas. Estaba convencido de que la coalición debía renovarse para tener chance de desplazar del poder a los partidos históricos.

En 1994 creó su propio grupo, Asamblea Uruguay; como senador fue reelecto en ese año y otra vez en 1999, después de haber perdido con Vázquez en el estreno de las internas presidenciales obligatorias.

Su modo de hablar profesoral cautiva a los habitantes del mundo de los negocios —empresarios, inversores, analistas— pero sonaba soberbio y distante para los devotos de los caudillos. Quizás por eso, al aspirar a la Presidencia, las urnas siempre fueron un desafío para él.

Danilo Astori y José Mujica durante el desfile de asunción presidencial, 1° de marzo de 2010. Foto: AFP

El ministro y el vice. Con el triunfo de Vázquez en 2004, Astori asumió al frente del Ministerio de Economía, tal como se había anunciado en la campaña electoral. Con una reforma tributaria ya en marcha —que eliminó varios impuestos e introdujo el prometido gravamen a la renta personal—, Astori dejó el cargo en setiembre de 2008 para volver al Senado y hacer campaña. Perdió en las internas presidenciales y terminó secundando en la fórmula a Mujica. Otra vez fue convocado para mostrar equilibrio (aunque no se sintió cómodo con el estilo del exlíder tupamaro). En ese período como vicepresidente de la República la economía fue monitoreada por técnicos que le eran afines, aunque ese equipo fue desafiado por economistas que rodearon a Mujica en la Torre Ejecutiva.

Astori fue uno de los embanderados detrás de la idea de integrar más a Uruguay al mundo —mediante, por ejemplo, la negociación de un tratado comercial amplio con Estados Unidos y el acuerdo para la liberación de los servicios conocido por la sigla TISA—, un posicionamiento que varias veces lo encontró con pocos aliados en el oficialismo.

Durante el mandato de Mujica, el “caso Pluna” salpicó a algunas figuras del entorno de Astori y en las elecciones de 2014, el Frente Líber Seregni —que nucleaba a Asamblea Uruguay y otros grupos— perdió cerca de 100.000 votos respecto a 2009. De todos modos, Vázquez volvió a confiarle la gestión de la economía en su segunda administración.

Información Nacional
2023-11-10T12:52:00