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Las autoridades educativas sacan cuentas “groseras” con opiniones “livianas” para acusar al Frente Amplio de haber “tirado la plata”
Da Silveira “cree que solamente hay que darle de comer al niño que lo necesita. No ve al servicio de alimentación como un elemento de integración ni como un medio para que convivan escolares de distintos ámbitos en un mismo espacio. Todo lo ve como un gasto”, critica el extitular del Codicen, Wilson Netto
Wilson Netto. Foto: Nicolás Der Agopián / Búsqueda
Wilson Netto salió al cruce de las nuevas autoridades educativas por los cuestionamientos sobre el dinero invertido en el sistema de alimentación escolar y la elevada cantidad de funcionarios, suplencias y horas docentes registrada en la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) durante los gobiernos del Frente Amplio (FA). “No pueden sacar cuentas tan groseras y con opiniones tan livianas para embarrar la cancha y decir que estábamos tirando la plata”, dijo a Búsqueda quien presidió el Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP desde 2012 a 2020, en respuesta a las críticas lanzadas a su administración por el ministro de Educación, Pablo da Silveira, y el consejero nacionalista Juan Gabito.
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Uno de los embates que más sorprendió a Netto es que Gabito cuestione que el aumento en la cantidad de funcionarios haya sido mayor que el aumento del número de estudiantes. Según indicó el consejero, mientras los contratos de la ANEP treparon de 54.772 a 65.454 entre 2012 y 2019 (20%), la matrícula de alumnos pasó de 685.217 a 699.678 en igual período (2%). A partir de esos datos, Gabito concluyó que “hay un altísimo gasto que por ahí se justifica y por ahí no, pero que en todo caso amerita una investigación técnica” (Búsqueda Nº 2.083).
Según Netto, el aumento de funcionarios “se justifica plenamente”, debido a la necesidad de contar con “nuevos perfiles profesionales para atender nuevas propuestas y modalidades educativas”. Citó como ejemplo a los maestros comunitarios y los de apoyo del Plan Ceibal, los docentes de tiempo ampliado, los profesores de apoyo, asistentes y educadores sociales, psicólogos, orientadores pedagógicos, entre otros “especialistas dedicados a acompañar el proceso de inclusión” de alumnos al sistema.
Funcionarios y vínculos
Por otra parte, el exjerarca sostuvo que el aumento del número de vínculos laborales no implica siempre que se contrató a un nuevo funcionario, sino que una misma persona pudo sumar una nueva responsabilidad. Por ejemplo, un maestro que pasó a ser maestro comunitario, o un profesor que pasó a profesor-adscripto y entonces tiene dos vínculos laborales. De hecho, el porcentaje de vínculos laborales generados por la ANEP en los últimos 15 años creció un 70%, pasando de 53.711 en 2005 a 91.679 en 2020.
“O sea que hubo una expansión educativa innegable y también unas modalidades de enseñanza que generaron otros perfiles profesionales. Decir que eso amerita una investigación técnica es ensuciar la discusión, sin un mínimo de rigurosidad ni de información de base. Entonces, si por cada cosa que no saben van a hacer una investigación técnica... ya arrancamos mal”, dijo Netto, que actualmente dirige el Departamento de Física del Instituto Tecnológico Superior (ITS) del Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP-UTU).
Alimentación
Entre otras posibles medidas de ajuste estudiadas en la actual discusión presupuestal, el ministro Da Silveira planteó revisar el Programa de Alimentación Escolar (PAE) por considerar “formidable” el costo del sistema y detectar “ineficiencias” en el servicio, según dijo a Búsqueda semanas atrás. La ANEP inició una investigación administrativa y pidió otra a la Auditoría Interna de la Nación (AIN).
En 2019, Primaria entregó 295.350 prestaciones de alimentación por una inversión aproximada de $ 2.000 millones, más de la mitad de lo recaudado por el Impuesto de Primaria, que financia al sistema. Según la ANEP, la cifra bajó a unas 71.000 prestaciones durante la pandemia por el Covid-19, hecho que las nuevas autoridades educativas consideran un indicio de que puede haber irregularidades en el servicio o beneficiarios que no lo necesitan.
Para el extitular de la ANEP se trata de otro planteo “desmedido” que obedece a razones políticas. “El ministro cree que solamente hay que darle de comer al niño que lo necesita. No ve al servicio de alimentación como un elemento de integración ni como un medio para que convivan escolares de distintos ámbitos en un mismo espacio. Todo eso lo ve como un gasto”, afirmó Netto.
La situación que viven las familias durante la pandemia “no es comparable a la dinámica normal” del sistema, por lo que las autoridades “no pueden sacar cuentas tan groseras y con opiniones tan livianas para embarrar la cancha y decir que estábamos tirando la plata también en alimentación escolar”, agregó, y remató: “¿Realmente piensan que estos vínculos de apoyo y acompañamiento de niños y jóvenes son innecesarios y que es un ‘altísimo gasto’ invertir en ellos?”.
Tiempo ampliado
La ANEP ha registrado “un crecimiento acumulativo de programas” que requieren una “evaluación a fondo”, como el pasaje de las escuelas comunes a las de tiempo completo y extendido, entre otros programas de educación media, sostuvo también el consejero Gabito (Búsqueda Nº 2.084).
Uruguay pasó en los últimos 15 años de 29.000 niños en régimen de tiempo extendido y completo a más de 70.000. El pasaje de cada alumno de escuela común a una modalidad de tiempo ampliado supone una inversión de US$ 1.300 por niño.
Para Netto “no se puede soslayar la vocación del país, que no solo incluye a los gobiernos del Frente Amplio, de avanzar en la extensión del tiempo escolar y en media”. “¿Ahora da lo mismo si el tiempo es común o ampliado?”, cuestionó, y argumentó que los modelos educativos que suelen tomarse como referencia mundial funcionan en doble turno.
Licencias y suplencias
La ANEP pasó de 35.418 funcionarios certificados en 2012 a 42.163 trabajadores con licencia médica en 2019. Ante este escenario, Gabito planteó investigar las certificaciones médicas y citó un informe interno según el cual hasta hubo un caso que necesitó de 12 suplentes, por lo que cobraron 13 personas en un solo mes.
Netto admitió que pudo haber “algún caso escandaloso”, pero sostuvo que no es una práctica “generalizable” a todos los funcionarios. “Las licencias la da el médico, la ANEP solo tiene la potestad de cubrir el servicio, por lo que si una persona se enferma se le debe asignar a alguien que supla la tarea, más allá de que obviamente duplica el gasto”, razonó.
No obstante, reconoció que el costo de las suplencias, que equivale al 9% del presupuesto total asignado a la ANEP, es “importante” y que el tema debe estudiarse.
Por último, Netto negó que todos los indicadores de la educación sean negativos en términos de aprendizajes, lo cual, según Gabito, “muestra que la teoría de tirarle más dinero al sistema, en sí, no es suficiente”.
“No hay ningún indicador educativo que no haya mejorado durante la pasada administración”, aseguró Netto, y comentó que “la única meta incumplida” fue la del egreso de estudiantes de segundo ciclo de educación media (43% frente al prometido 75%).
El extitular del Codicen dijo que las nuevas autoridades educativas “mezclan situaciones de política, conceptuales y pedagógicas con metas económicas” trazadas por el gobierno. Eso, afirmó, “solo enrarece la discusión” y “no es nada bueno” para la educación pública.