Psicodelia
El último proyecto de ley que presentó Sartori en el Parlamento, fechado el 23 de marzo, tiene como objetivo habilitar “la plantación, cultivo, cosecha, comercialización, transporte, distribución, prescripción y consumo de sustancias naturales enteógenas, así como la elaboración de productos a partir de aquellas, siempre que sea con finalidades médicas o terapéuticas”. Las sustancias cuyo mercado pretende legalizar la propuesta son “aquellas que provengan directamente de plantas y hongos y contengan psicolobilina, metilendioximetanfetamina, ibogaína, dimetiltriptamina, mescalina o psicolina”.
En la Universidad de la República y el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable hay un grupo de trabajo enfocado en el estudio del uso terapéutico de las sustancias psicodélicas, informó Búsqueda en mayo.
El interés de Sartori por el tema que propone reglamentar es también económico.
Tiene acciones en una compañía llamada Biomind Labs Inc. que se dedica a investigar y desarrollar medicamentos a partir de las sustancias que el proyecto de ley quiere regular, según un documento del registro de empresas de Canadá. El CEO de la compañía es Alejandro Antalich, quien dirigió la empresa de Sartori vinculada al cannabis, y las oficinas están en el Polo Tecnológico de Pando. Biomind tiene autorizaciones especiales del Ministerio de Salud Pública para investigación y desarrollo de sustancias como la mescalina. Los balances de la compañía indican que Biomind y sus subsidiarias dieron pérdidas en el último año.
Sartori no tiene las acciones de Biomind (cerca del 40%) a su nombre, sino que están en poder de Union Group Ventures Limited (UGVL). Esa compañía domiciliada en Islas Vírgenes Británicas es una subsidiaria 100% propiedad de Union Group International Holding Limited, la cual es, a su vez, 100% del senador uruguayo.
Union Group International Holding es una de las dos empresas extranjeras que Sartori incluyó en su declaración jurada ante la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep). El senador consideró que con mencionar al holding no tenía que declarar a todas las que están “debajo” y que son accionistas en diversos emprendimientos. Tampoco listó aquellas en las que ejercía como director.
El empresario uruguayo declaró a la Jutep en 2022 un patrimonio de US$ 131 millones, un aumento de US$ 39 millones en comparación con el 2020. Ese incremento correspondió, sobre todo, a los negocios que desarrolló con Union Group International Holding Limited y Arvesa Corp., ambas domiciliadas en Islas Vírgenes Británicas.
Ninguna de las empresas que detectó Búsqueda vinculadas a áreas de punta en las que tiene participación Sartori ha declarado ganancia desde su creación. Una persona que trabajó durante muchos años en la actividad privada con el senador dijo que el empresario suele tener en su canasta de inversiones apuestas a futuro.
Documentos de su holding, a los que accedió Búsqueda en el pasado, reflejan su apuesta por sectores que estaban en alza en Uruguay, algunos de los cuales no prosperaron. Así, invirtió en la minería en momentos en que Aratirí era un proyecto que crecía con fuerza, siguió de cerca la posibilidad de la construcción de un puerto de aguas profundas en Rocha y una de sus compañías tuvo permisos para buscar petróleo en territorio uruguayo. Ninguna de esas apuestas tuvo éxito y los accionistas perdieron millones.
No todas fueron derrotas durante los gobiernos pasados. Sartori trabajó fuerte, junto con su equipo, para conseguir una de las licencias para producir marihuana oficial en 2014, pese a que le dijeron que no era rentable. En aquella época, les respondió que el cannabis era una “burbuja” en los mercados financieros que debían aprovechar, reconstruyó Búsqueda. Así surgió International Cannabis Corporation, una compañía que obtuvo licencias para producir marihuana recreativa e incursionar en el cannabis con fines médicos e industriales. Unos años más tarde, la compañía, que no daba ganancias ni había avanzado en el área científica, fue vendida a la canadiense Aurora por más de US$ 200 millones y Sartori se embolsó más de US$ 50 millones en el proceso.
Es posible que Sartori esté apostando a subirse a otra de las burbujas del momento, evaluó uno de los consultados tras ver los nuevos rubros en los que tiene empresas operando.
“Carne sintética”
Hasta marzo de este año, Sartori integraba el directorio de Moolec Science, dedicada a la investigación y desarrollo de “carne sintética”. En un prospecto de la compañía, lo describía como un “emprendedor internacional, inversor, senador uruguayo”.
En un documento presentado a comienzos de junio ante la Security and Exchange Comission (SEC), el órgano regulador de Estados Unidos, Moolec Science describe a UGVL, de Sartori, como uno de sus principales inversores, junto con Bioceres. A través de UGVL el millonario uruguayo tiene alrededor del 40% de las acciones, aunque ya no integre su directorio.
La dirección de negocios de UGVL es en Islas Vírgenes Británicas, mientras que la de Sartori es en el Principado de Mónaco.
Moolec Science se define como una empresa de “ingredientes alimentarios que se centra en el desarrollo de proteínas animales reales en plantas utilizando una tecnología disruptiva, escalable, asequible y sostenible llamada Molecular Farming”. Fue fundada en 2020 como un spin off de Bioceres Group y opera en Estados Unidos, Europa y Sudamérica.
En los seis meses previos al 31 de diciembre del 2022 Moolec Science acumuló pérdidas por casi US$ 50 millones. “Necesitaremos generar ingresos significativos para alcanzar la rentabilidad, y quizás no podamos alcanzar y mantener la rentabilidad en el futuro cercano o en general”, dice el documento presentado a la SEC.
En febrero del 2021 la posibilidad de producir “carne sintética” en Uruguay fue centro de una breve controversia pública entre legisladores y autoridades. Después de que Bill Gates declaró en una publicación que ese producto era el futuro por su impacto en el combate al cambio climático, el entonces ministro de Ganadería, Carlos María Uriarte, dijo que lo invitaría a conocer el modo de producción local.
Sartori expresó su respaldo a la “carne sintética” en un tuit, porque considera que es “más bienestar animal, menos emisión de carbono y costos más baratos”.
La discusión podría reeditarse en breve. A fines de mayo de este año el también senador blanco Sebastián da Silva, empresario vinculado al sector agropecuario tradicional, declaró a Telemundo que impulsará un proyecto de ley para prohibir la “carne sintética” porque “envenena a la gente”.
Inteligencia y fútbol
EvokAI Creative Labs es el nombre de la empresa que cotiza en Canadá y tiene a Sartori como principal accionista a través de su holding. La compañía dice que apunta a desarrollar tecnologías basadas en la inteligencia artificial para el sector salud.
Sartori tiene cerca del 60% de las acciones, según un documento de abril, a través de UGVL y Arvesa Corp.
La cartera de inversiones del empresario no se agota en las compañías de rubros de punta. Sartori completó dos procesos de fusión multimillonarios, uno en 2019 con Bioceres y otro en 2021 con Procaps Group, para que multinacionales cotizaran en Estados Unidos. Sartori había montado, en cada caso, una Compañía con Propósito Especial de Adquisición (SPAC, por sus siglas en inglés) que son vehículos —descritos en la jerga como “cheques en blanco”— para que empresas grandes hagan una “fusión inversa” con ellas y puedan cotizar en bolsa sin tener que pasar por procesos más complejos como una Oferta Pública Inicial (IPO, por sus siglas en inglés). El empresario uruguayo, que aparece con nacionalidad suiza en algunos documentos, obtuvo acciones de la compañía resultante de esas fusiones, las que quedaron a nombre de su holding.
Más allá de las diversas bolsas y los intereses económicos que posee en Uruguay —como la participación en una empresa que puja por obtener el balneario La Perla—, el senador uruguayo participa en el fútbol a nivel internacional.
El 27 de mayo, el club Sunderland anunció que Sartori aumentó su participación accionaria en el club. Ahora tiene el 36% de la empresa dueña del equipo inglés.
El senador asumió en 2021 como vicepresidente del club Mónaco, propiedad de su suegro, el magnate ruso Dimitry Rybolovlev. La esposa de Sartori, Ekaterina Sartori Rybolovleva también es vicepresidenta del club desde febrero.
Información Nacional
2023-06-14T23:32:00
2023-06-14T23:32:00