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    Uruguay y China buscarán “la expansión” del uso de su “moneda local” en sus negocios bilaterales

    Los acuerdos firmados por los dos gobiernos en noviembre abren la puerta a la cooperación en el sector financiero, de infraestructura física y digital y educativa

    Con su viaje a China en noviembre, el presidente Luis Lacalle Pou encabezó su primera visita de Estado desde que ocupa su escritorio en el piso 11 de la Torre Ejecutiva. La misión oficial a Beijing, en la que participaron también ministros y empresarios, culminó con la firma de una treintena de documentos sobre diversas áreas. Aunque su contenido tiene conceptos genéricos, también incluye definiciones y traza líneas que seguirán las relaciones bilaterales.

    Uno de los documentos más extensos —a los que accedió Búsqueda a través de una solicitud de acceso a la información pública—?es el Plan de cooperación para la promoción conjunta del cinturón económico de la ruta de la seda y la ruta marítima de la seda del siglo XXI entre Uruguay y China. Esa iniciativa china es uno de los proyectos prioritarios del gobierno de Xi Jinping, a la que Uruguay, en 2018, fue el primer país de la región en adherir.

    El plan, que tendrá una validez de cinco años con renovación automática por igual período, establece que la cooperación será “abierta, verde y limpia”, reivindica el “orden económico internacional abierto y libre” e impulsa un “desarrollo verde y bajo en carbono”.

    Entre los objetivos acordados está “aumentar notablemente la conectividad de la infraestructura y mejorar la eficacia y la conveniencia en el transporte, las telecomunicaciones y los intercambios de información”. También “facilitar aún más el comercio y la inversión, y promover la inversión y el comercio bilaterales, y la cooperación agrícola a un nuevo nivel”, así como “garantizar un apoyo financiero constante y eficaz, y aumentar las transacciones en moneda local a una proporción relativamente alta en el comercio y la inversión”.

    A lo largo del documento hay más detalles de cómo bajar a cuestiones más concretas esos objetivos y, al final, incluye un anexo titulado Listado de proyectos y tareas clave de cooperación entre Uruguay y China 2023-2025.

    En cuanto a la conectividad y la infraestructura, “Uruguay invita a las empresas chinas para que participen en la construcción de sus ferrocarriles, autopistas, aeropuertos y demás infraestructuras de transporte, mejorando su conectividad con los países vecinos”, dice el plan. A continuación, agrega que ambos países están dispuestos a “promover la cooperación en los puertos pesqueros y los puertos comerciales, explorar la cooperación en la mejora de los equipos portuarios, la automatización portuaria y la infraestructura logística, y apoyar a Uruguay en la construcción de un centro logístico y de transporte marítimo regional o subregional”.

    Los gobiernos se comprometen a “estudiar la negociación” de un documento específico sobre cooperación marítima “y apoyar a las empresas respectivas para que cooperen en la construcción, operación y gestión de puertos y muelles para cruceros y transporte marítimo de pasajeros y carga, y en el intercambio de información sobre logística de las entregas urgentes”. Entre los proyectos o tareas clave se especifica la “cooperación entre puertos pesqueros de alta mar”.

    El plan menciona la disposición de ambos países de cooperar en “campos de tecnología de punta y apoyar a las respectivas empresas para que participen en proyectos de construcción de redes móviles, Internet de alta velocidad y sistemas de servicios de información en el país de la otra parte”.

    Este tema era de particular interés de los chinos, lo que quedó reflejado en la declaración conjunta de los presidentes. Uruguay “reafirma el principio de neutralidad tecnológica y da la bienvenida a la participación de empresas chinas en la construcción de la red 5G”, dice. El gobierno de China está “muy complacido”, dijo a Búsqueda su embajador en Montevideo, Huang Yazhong.

    El plan sobre la franja y la ruta que por Uruguay firmó el canciller Omar Paganini dice que las empresas chinas “son bienvenidas a invertir en el desarrollo de productos lácteos y la cría de ganado vacuno y ovino, el cultivo de peces, el cultivo de frutas y el procesamiento de productos agrícolas en Uruguay”. También dice que las compañías chinas “son alentadas a invertir en la silvicultura”.

    Al igual que en el apartado de “objetivos”, en el cuerpo del plan hay una mención a la disposición de los dos países “a considerar un mayor uso de la moneda local en el comercio y la inversión bilaterales”. En el listado anexo con los proyectos aparece “la expansión del uso de la moneda local en el comercio e inversión bilateral”. El Banco Central del Uruguay y el Banco Popular de China son los actores que deben dar seguimiento al tema.

    A comienzos del 2023 China y Brasil acordaron aumentar el comercio en sus monedas locales (yuan y real) y en detrimento del uso del dólar. Esto implica la creación de una ingeniería financiera que incluye, entre otras cosas, que haya bancos brasileños que ingresen al China Interbank Payment System, la alternativa china al sistema internacional Swift. Además, la sucursal brasileña del Banco Industrial y Comercial de China pasó a “actuar como banco de compensación del yuan en Brasil”, según un comunicado emitido en marzo del año pasado por la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Apex).

    Esto implica acuerdos más complejos que el documento firmado por Uruguay en el viaje de Lacalle Pou. En 2023 China fue, otra vez, el primer destino de exportaciones uruguayas. Alcanzaron los US$ 2.510 millones (22% del total), según Uruguay XXI.

    En el documento sobre la franja y la ruta, Uruguay declara su apertura a “a considerar la aprobación de los Principios Rectores para el Financiamiento del Desarrollo del Cinturón y la Ruta, en base a los cuales las dos partes exploran diversas formas de cooperación financiera, fomentan la participación de capitales de diversos canales, a fin de realizar una financiación diversificada”.

    El capítulo de Integración financiera, además, incluye el fortalecimiento de los intercambios entre bancos centrales y autoridades reguladoras. “Se alienta a los bancos chinos a realizar negocios financieros e innovar en productos financieros en Uruguay de conformidad con las leyes y reglamentos aplicables. China alienta a las instituciones y empresas elegibles de Uruguay a emitir bonos Panda en China”.

    Los “bonos Panda” son deudas denominadas en yuanes vendidas por emisores extranjeros para satisfacer su demanda de financiación.

    Los dos países también analizarán establecer mecanismos de cooperación “pragmáticos y flexibles de regulación para la emisión de bonos, a fin de crear condiciones sólidas para la emisión transfronteriza de bonos RMB (renminbi o yuan chino) y ampliar los canales de financiamiento”.

    El desarrollo de la “economía digital” mereció un memorándum de entendimiento específico. Hay un compromiso de buscar mecanismos para colaborar en la “construcción de infraestructura económica digital”, la “creación de redes”. Las partes, dice el documento, “fortalecerán la cooperación en transformación digital a nivel de empresa y alentarán a las empresas a integrar tecnología interactiva inteligente como Internet de las Cosas, inteligencia artificial y la industria de big data, la circulación comercial, el transporte, los negocios, las finanzas, la educación y la salud, entre otros”.

    La infraestructura tecnológica, además de estar en el plan de la franja y la ruta, en el memorándum sobre economía digital y en la declaración final, también fue el centro de un documento específico. Entre otros puntos, los dos países colaborarán en la “aplicación industrial de redes de Internet, software industrial y aplicaciones industriales, Internet industrial”; “despliegue de infraestructuras de comunicaciones, especialmente redes de banda ancha y centros de datos” y “tecnologías clave, algoritmos, estándares, mejores prácticas y escenarios de aplicación en inteligencia artificial”.

    Economía “verde”

    El cambio climático y la “economía verde” son temas que atraviesan varios documentos bilaterales firmados durante el viaje de Lacalle Pou. En un memorándum, los dos países reiteran su apoyo al Acuerdo de París, las metas nacionales de reducción de emisiones de carbono y la transición hacia la producción de energías renovables.

    Uno de los objetivos de ese documento específico es que las empresas inviertan en “desarrollo verde, incluidas las energías limpias tales como la fotovoltaica, la energía eólica, la del hidrógeno verde y la de biomasa sólida y otras formas de bioenergía, como los combustibles líquidos o gaseosos de origen biológico, la industria de vehículos a base de nuevas energías como la batería eléctrica, el servicio de producción de pilas de carga inteligente y baterías de segunda vida, la eliminación y el reciclaje, así como las finanzas verdes y la construcción de infraestructuras verdes, eficiencia energética y alternativas asociadas a la producción de cemento”.

    Transgénicos, Confucio y Canal 5

    El plan sobre la franja y la ruta incluye menciones al turismo, el deporte, el intercambio cultural, científico y educativo. Aunque en algunas de esas áreas también los gobiernos firmaron en Beijing memorandos específicos.

    China y Uruguay trabajarán para construir un laboratorio de bionanotecnología e intentarán fortalecer el intercambio “en materia de investigación y desarrollo, aspectos regulatorios, criterios de análisis de riesgo de organismos modificados genéticamente (OMG), intercambio y capacitación técnica”. En particular, interesa cooperar “en el área de la biotecnología agrícola, incluidas tecnologías de modificación genética, desarrollo de nuevas variedades, agentes de control biológico de plagas y clonación animal, pruebas de nuevas variedades transgénicas en Uruguay con eventos desarrollados en China”.

    Los dos países se comprometen a promocionar “activamente” la cooperación en todos los niveles de la enseñanza. China ofrece 25 becas para estudiantes universitarios uruguayos, mientras que su contraparte “priorizará cooperar en la enseñanza del español y recibir cooperación en la enseñanza del chino, así como de las matemáticas y disciplinas vinculadas a la economía azul”.

    El Instituto Confucio en Uruguay es una de las puntas de lanza del intercambio en esa área. De acuerdo con el memorándum, ambos gobiernos “harán el esfuerzo” para “abrir aulas Confucio y sitios de la lengua china, con cursos de formación” de ese idioma “en las escuelas primarias, secundarias y las universidades uruguayas”.

    Mediante un memorándum firmado entre la Secretaría de Comunicación Audiovisual Nacional y su contraparte China, Uruguay se comprometió a “esforzarse” para brindar “facilidades y apoyos” en la difusión y promoción de señales internacionales chinas como CGTN Español y CGTN en territorio uruguayo, mientras que el gobierno de Xi hará lo propio con Canal 5 y mediospublicos.uy.