Sostiene que muchos correos de la región dan pérdida y que el uruguayo es “de los prolijos”. Alega una realidad estructural en cuanto a que el servicio postal público debe “estar en cualquier punto” que tenga como mínimo 500 habitantes. Cuando se le plantea si eso es un “costo”, corrige: “Es un costo, es una inversión, me están determinando que ese servicio lo tengo que dar”.
El jerarca dice sentirse parte de “una nueva generación” de presidentes de empresas públicas con una misma lógica: “Cómo equilibramos utilidad con productividad y lo social”. Agrega: “No mirar solo lo rentable, (sino) que lo rentable también sea el resultado de lo productivo y lo social”, resume.
Pone ejemplos que no entran en el radar del e-commerce: “Nosotros llevamos las encomiendas a los presos, hacemos la pesquisa neonatal de BPS, cuando la crisis hídrica fuimos los primeros en llevarles agua a todos los que estaban dentro del Fondo Nacional de Recursos”. Para él, esas cosas son las que la empresa postal pública debe “potenciar”.
“Brazo logístico del Estado”
La idea fuerza que Bonfrisco repite es convertir al Correo en “brazo logístico del Estado”. “La comunicación sigue siendo parte de nuestra razón de ser, pero estamos haciendo la verdadera transformación en volvernos una empresa logística”, afirma. En esa línea ubica el acuerdo con la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) para distribuir “medicamentos oncológicos, crónicos” y gestionar los laboratorios Dorrego, lo que —dice— ayuda a identificarla “como verdadera empresa logística”.
Los convenios con ASSE y otras instituciones para entregar medicamentos empezaron durante la administración anterior.
Bonfrisco menciona como otro convenio clave el que la ANC tiene con el Instituto Nacional de Alimentación (INDA) para las canastas alimentarias y destaca las economías de escala: “Si en el mismo camión transporto INDA y medicamentos, le bajo los costos al Estado”.
La lectura no es solo contable. El presidente del Correo insiste en el “rol social” como variable de gestión; “esto es ser Estado en territorio”, afirma. Y agrega que, integrando un gobierno del Frente Amplio, “el cambio social, la mejora de la sociedad, tiene que ser nuestra variable determinante al momento de pensar y gestionar”.
La apuesta por ser el “brazo logístico” del Estado coloca a la empresa postal estatal en un lugar particular: como proveedor de servicios de entrega para otros organismos —Administración Nacional de Educación Pública, Ministerio de Desarrollo Social, Administración de los Servicios de Salud del Estado, INDA—, pero también como actor que depende de que esos convenios se concreten y que pueda absorberlos sin colapsar.
El “efecto Temu”
La otra cara del negocio está en el mercado. Bonfrisco dice que vivió el impacto del “efecto Temu” como gerente de Distribución cuando, desde mediados de 2024, empezaron a multiplicarse los paquetes de compras realizadas por los uruguayos con exoneraciones aduaneras a través de esa plataforma de comercio electrónico china.
Uno de los principales desafíos para la ANC, reconoce, era la entrega. “Teníamos 23 días de atraso, los bajamos a cinco y estamos llegando a tres”, asegura, tras un proceso de descentralización logística.
El volumen también cambió. “Cuando ingresamos (al directorio) teníamos más o menos 30.000 envíos mensuales y estuvimos hasta hace poco en 60.000, 80.000; hemos llegado a 90.000”, detalla. Para él, esos números combinan “crecimiento” y “confianza en el servicio”.
Con la plataforma china la estrategia fue directa: “Lo primero fue reunirnos con Temu. Dijimos ‘acá es una nueva gestión’”. Eso permitió pasar de entregar paquetes de compra solo en Montevideo a cubrir “todo el país”, señala.
Esa obligación legal se apoya en un activo que Bonfrisco repite varias veces: la capilaridad territorial. “Llegamos hoy a 100.000 puntos diariamente”, afirma sobre la red de reparto. Agrega que la mayor parte de la gente va al mismo lugar por lo menos dos veces por semana. A su juicio, el Estado podría usar mejor ese activo del Correo.
Parte de esa capilaridad la dan los centros de cercanía instalados junto a algunas intendencias en Achar y Colón. La idea es que estos espacios sean de “integración local” y concentren más de 100 trámites, pudiendo sumar a UTE, OSE, Antel, al Banco República o al Banco de Previsión Social.
Bonfrisco reconoce que “el e-commerce es el tema” y que “las fronteras ya no existen”, pero le preocupa cómo “equilibrar la industria nacional” frente al crecimiento del comercio exterior.
En regulación, reclama reglas parejas: “La ley postal necesita una actualización”, afirma, y recuerda que la Carta Orgánica del Correo le impide hacer negocios que sí realizan otros operadores. En ese sentido, mira modelos como España —“la mejor ley postal”— y Argentina, que usó a su correo público para digitalizar documentos e historias laborales. Para Uruguay, ve allí una línea de expansión: “El Correo Uruguayo tiene que abrir su línea de negocio, no reducirse solamente” a lo tradicional.
Tecnología, trazabilidad y el límite de la infraestructura
En paralelo, la empresa postal empuja un proceso de modernización tecnológica. Bonfrisco recuerda que el Correo ya tiene una larga historia de seguimiento de envíos.
Según su descripción, la mayor parte de la carga es procesada mediante trazabilidad, con información just in time, "que está bueno, pero también lleva dinero”. En la planta de Pando de la ANC opera un sorter, “como una cinta de aeropuerto” que “distribuye para cada uno de los departamentos y cada una de las localidades”, explica.
Las próximas inversiones apuntan a profundizar esa lógica: robots para armar pedidos —por ejemplo, de piezas para las computadoras de Ceibal o de medicamentos—; la ampliación de la planta logística de Pando para trabajar en espacios amplios y “a piso” por razones de salud laboral, y la adaptación de áreas, que “estaban pensadas para cartas”, para el nuevo foco en logística. “Con 1.000 paquetes exploto”, grafica sobre la capacidad actual de algunas sucursales.
El plan también incluye movilidad. La empresa está comprando vehículos eléctricos y recibió bicicletas asistidas de organismos internacionales para apoyar la distribución “puerta a puerta”. La meta alineada con el Poder Ejecutivo es que 50% de la flota sea de energía limpia al final del período. “Somos parte de eso”, dice, aunque advierte que hay límites: el Correo, por su naturaleza de ente público, no puede ofrecer repartos nocturnos a las 23.00, como algunos operadores privados.
Al mismo tiempo, la dirección admite que la infraestructura actual no permite absorber todo lo que se está negociando. “Hoy, con nuestra capacidad locativa, con nuestra capacidad instalada, no podemos tampoco dar ese paso aún de ‘vengan todos’, porque (...) no quiero generar un lockout operativo”, reconoce. “Estamos avanzando a paso firme pero seguro”.
Capital humano, sindicatos y cambio cultural
En la conversación, Bonfrisco vuelve una y otra vez al punto del capital humano. “Nuestra prioridad hoy es mejorar en todo lo que hace al rubro 0 (salarios), que es el tema del capital humano”, enfatiza. “Al ser una empresa de servicio, vos vivís del cartero, del distribuidor”, agrega. “Son mi máquina. Nosotros no armamos autos, pero nuestros autos tienen un paquete que lo manda un humano. Una carta la cambiaste por un mail; un paquete no lo mandás por mail”, sostiene.
Una parte del plan de modernización pasa por acuerdos de trabajo. “Estamos por firmar un acuerdo colectivo para (tener un) mejor trabajo entre todos, estructuras de áreas para poder desarrollarnos mejor”, dice. También destaca el rol del sindicato en la transformación hacia la logística: “Veían que si no nos transformamos a la logística, cerramos negocios. Eso lo compartimos todos”.
El cambio cultural llevó tiempo, por ejemplo, por algunos carteros para adoptar los dispositivos electrónicos para documentar la entrega de la carta o paquete. Hoy, asegura, “nadie quiere salir con planilla”.
AhíVa Tienda, pymes y cooperativas
Entre los proyectos que buscan diversificar ingresos, aparece AhíVa Tienda, una plataforma impulsada por la Unión Postal de las Américas, España y Portugal. “Es una plataforma que en un principio la recibimos nosotros como del gobierno anterior, estaba bastante quedado y nosotros decidimos relanzarlo”, explica.
El objetivo es integrarla, trabajando con otros organismos públicos, para darles escala a las pequeñas empresas o a cooperativas . “Si hay que mandar 200 muestras de un mate, una empresa chiquita capaz puede mandar 20. Nosotros promovemos la asociación, damos la herramienta y lanzamos el producto” a escala internacional, señala Bonfrisco.
Más allá del caso puntual, señala que el objetivo es que el Correo no dependa solo de grandes clientes y pueda “ver la parte productiva” de la red, incluidos “los pequeños emprendimientos”.