Por primera vez, el antisemitismo en las redes sociales en idioma español tuvo un aumento generalizado en Latinoamérica, según un informe que analizó más de 126 millones de contenidos en X, Facebook, videos y comentarios en YouTube, resultados de búsquedas en Google y comentarios en medios digitales.
El análisis, que utilizó herramientas de social listening y revisión humana, fue presentado en Montevideo para detallar los hallazgos en Uruguay, que por cuarto año consecutivo se posicionó como el país con mayor nivel de antisemitismo en comentarios en foros de portales digitales: casi un tercio (30,73%) de los comentarios estudiados en esos espacios es de carácter antisemita. “Se destaca la tendencia de diversos usuarios a demonizar a los judíos utilizando viejos libelos sobre sus características físicas y un supuesto afán por victimizarse ante hechos antisemitas”, indica el estudio sobre Uruguay.
El “Informe anual de antisemitismo en internet” fue elaborado por el Observatorio Web, una organización judía creada en 2010 para contrarrestar el antisemitismo en medios digitales. Publicado en junio, fue presentado en Uruguay el jueves 14 con la presencia del politólogo argentino Ariel Seidler, director del observatorio. En el lanzamiento, Seidler atribuyó parte del crecimiento del antisemitismo al conflicto en la Franja de Gaza, donde el combate del gobierno de Israel a Hamás, considerado un grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, ha provocado miles de muertes y una hambruna generalizada en la población civil que despiertan el repudio cada más extendido de la comunidad internacional.
“En términos de Medio Oriente hace tiempo que no vivimos un conflicto tan largo que involucre a Israel, entonces este conflicto en ese sentido es un fenómeno nuevo”, afirmó Seidler en diálogo con Búsqueda. “El 90% del antisemitismo que registramos está vinculado al conflicto, con lo cual claramente es una situación” que influye, añadió.
La guerra en Gaza comenzó el 7 de octubre de 2023 tras un ataque terrorista de Hamás, que invadió el sur de Israel y provocó la muerte de alrededor de 1.200 israelíes. Desde entonces el gobierno de Benjamín Netanyahu inició una ofensiva sobre Gaza que permanece activa pese a los intentos de negociación de países como Catar y Estados Unidos e incluso la oposición creciente de miles de ciudadanos israelíes que reclaman el fin del conflicto y la liberación de los rehenes israelíes secuestrados por Hamás.
“Siempre hubo antisemitismo, en algunas plataformas a veces sube y a veces baja, pero esta es la primera vez que está en crecimiento en todas las plataformas a partir del escalón que supuso el 7 de octubre. Desde entonces casi en ningún momento bajó. Hoy ya estamos en una constante de ese contenido y en parte tiene que ver con que este conflicto lleva lamentablemente casi dos años, cuando en general los conflictos en Medio Oriente duraban poco tiempo”, sostuvo Seidler.
La influencia de las muertes en Gaza
El 25 de agosto un bombardeo israelí contra el Hospital Nasser, en la zona de Jan Yunis de la Franja de Gaza, causó la muerte de al menos 20 personas, entre ellas cinco periodistas: el ataque se produjo con un primer impacto directo al hospital y una segunda explosión poco después, cuando los equipos de rescate y los medios habían llegado al lugar para proveer servicios de emergencia y cubrir los acontecimientos.
El Ejército israelí reconoció el incidente como “trágico” y anunció el inicio de una investigación para determinar por qué desembocó en el ataque a civiles. El presidente francés, Emmanuel Macron, calificó el bombardeo como “intolerable”. Otros gobiernos también criticaron duramente a Israel, en un posicionamiento que se ha vuelto predominante en Occidente ante la continuidad de la guerra y la urgente situación que vive la población civil de Gaza por los ataques militares y el bloqueo comercial que impone Israel.
“Más de medio millón de personas en Gaza se encuentran atrapadas en la hambruna, caracterizada por la inanición generalizada, la indigencia y muertes evitables”, afirmó el 22 de agosto Naciones Unidas en un comunicado de prensa basado en un nuevo informe sobre seguridad alimentaria. “Se trata de una hambruna provocada por Israel”, agrega el comunicado, que cita las palabras del titular de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk: “Es un crimen de guerra utilizar la inanición como método de guerra, y las muertes resultantes también podrían constituir el crimen de guerra de homicidio intencional”.
De acuerdo con la ONU, para finales de setiembre más de 640.000 personas se enfrentarán a niveles catastróficos de inseguridad alimentaria en toda la Franja de Gaza. Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, ya son 60.000 las personas que han muerto en Gaza.
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Un ciudadano de Gaza camina entre los escombros de la ciudad, destruida desde octubre de 2023.
Omar Al-Qattaa/AFP
El Observatorio Web es un programa conjunto del Congreso Judío Latinoamericano, la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) que publica informes anuales sobre la discriminación que enfrentan los judíos. Según Seidler, hoy los comentarios antisemitas en plataformas digitales, apalancados por los hechos en Gaza, no solo son más frecuentes, sino que también alcanzan más difusión. “Lo que veníamos viendo en años anteriores es que ese tipo de contenido, si bien estaba presente, no necesariamente recibía muchas visualizaciones; es decir, en términos coloquiales del internet de hoy, no se viralizaban. Y ahora vemos que, además de que hay más contenido, también le está llegando a más gente”, explicó.
El especialista advirtió que la situación no se limita al mundo digital, sino que comenzó a tener consecuencias tangibles en la vida cotidiana: “Ese es el gran punto para ver. En el pasado nosotros separábamos nuestras vidas online y offline. Lo que se viene registrando en las comunidades judías de todo el mundo es que, a medida que aumenta ese número de antisemitismo en internet, también se vislumbra un aumento en términos similares en incidentes que antes llamábamos de nuestra vida offline: ataques a instituciones judías, ataques a personas judías, profanación de cementerios y otras cuestiones similares. El gran interrogante es cómo esta tendencia, ya visible en Europa, Estados Unidos y Australia, puede repercutir en América Latina”.
Frente a esto, el Observatorio Web comenzó a hablar con gobiernos de la región, entre ellos parlamentarios y representantes de organismos del Poder Ejecutivo uruguayo, para que impulsen estrategias que intenten disminuir el antisemitismo en el país. Los encuentros están enfocados en temas de educación, legislación y capacitación. “La interrogante es cómo va a repercutir esta alza del antisemitismo y cuán preparados están todos los países, también Uruguay. Queremos entender el fenómeno de la discriminación de forma completa, porque dentro del universo de la discriminación el antisemitismo es uno y el que discrimina a un colectivo muchas veces discrimina a otro”, afirmó Seidler.
En junio, el Congreso Judío Latinoamericano y el Congreso Judío Mundial organizaron en Estados Unidos una jornada con representantes de gobiernos latinoamericanos para prevenir actos extremistas en la región. El objetivo fue abordar la detección temprana de discursos de odio en línea que inicien procesos de radicalización violenta. En Uruguay, por el momento, solo se detectó el caso de un adolescente de Lascano, Rocha, que fue arrestado tras comprobarse que mantenía contacto con supuestos integrantes de grupos terroristas islámicos y amenazaba con cometer un atentado en el país.
La situación en Uruguay
La población judía uruguaya conforma alrededor del 1% de la población total y vive sobre todo en Montevideo, con otro núcleo importante radicado en la ciudad de Paysandú. Pese a alertar sobre los comentarios antisemitas en portales digitales, el Observatorio Web señala en su informe que en Uruguay y en otros países latinoamericanos es posible “llevar adelante una vida judía plena”. No obstante, advierte que, “en vistas del aumento generalizado de los niveles de odio hacia los judíos, es propicio destacar que el mundo, incluida la región, se encuentra en una nueva y preocupante fase del antisemitismo”.
En junio, el ingeniero Ariel Erlijman publicó una carta en Búsqueda y en otros medios uruguayos sobre las dificultades que enfrenta la comunidad judía en el país desde el conflicto en Gaza. “A diario vemos noticias en los medios de comunicación totalmente parcializadas y con una dialéctica totalmente ofensiva y unilateral con respecto a Israel y, entre líneas, de odio a todo el pueblo judío. Cuando vas a tu templo a rezar, seguramente no veas grafitis de odio contra tu pueblo. Cuando tu hijo sale a la calle, no tenés que revisar su ropa por si tiene algún símbolo judío que lo identifique para no llamar la atención y que reciba insultos o golpes. No creo que cuando fuiste chico en tu escuela, pública o privada, te gritaran ‘judío de mierda’”, indica parte de la carta.
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Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, ha sido objeto de comparaciones con la propaganda nazi en declaraciones y representaciones artísticas.
Fatemeh Bahrami/Anadolu-AFP
Para Seidler, el discurso contra Israel no es comparable al que existe respecto a otros conflictos militares y sociales que ocurren actualmente en otras partes del mundo. “En Argentina, por ejemplo, hay mucha inmigración rusa, pero nadie responsabiliza a cualquier ciudadano ruso por lo que haga Vladímir Putin en Ucrania. Lo mismo ocurre con la inmigración venezolana: nadie culpa a un venezolano por lo que haga o deje de hacer Nicolás Maduro. Por eso, responsabilizar a la comunidad judía de Argentina, Uruguay o de cualquier otro lugar, como colectivo, por las acciones de un Estado constituye antisemitismo. Se puede debatir sobre las políticas de Israel, pero eso no justifica generalizar y acusar a toda la comunidad judía”, esgrime.
En línea con la mayoría de los gobiernos en el mundo, el gobierno uruguayo ha expresado su preocupación sobre la actuación de Israel en Gaza. A fines de julio, Uruguay transmitió en Naciones Unidas que es su “imperativo moral” denunciar la “violación” al derecho internacional que desarrolla el gobierno de Israel en la Franja de Gaza y en otros territorios ocupados. A fines de julio, el Ministerio de Relaciones Exteriores reiteró el llamado urgente a Israel a permitir el acceso de la asistencia humanitaria a través de las Naciones Unidas con el fin de resolver la hambruna en Gaza. En agosto, Cancillería emitió un comunicado en el que repudió el plan del gobierno de Israel de tomar el control de Gaza al argumentar que la medida dificulta los avances hacia una solución pacífica del conflicto y profundiza la crisis humanitaria en el lugar.