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    Para Pedro Bordaberry, “si sigue creciendo, habrá que darle una formalidad” a la Coalición Republicana

    Dos semanas luego de su regreso, ya es líder de una de las dos alas del Partido Colorado, pero evita cualquier confrontación con el candidato Andrés Ojeda

    Pedro Bordaberry llega con puntualidad inglesa al Bar Mendizábal, en Portones de Carrasco. Estaciona la camioneta, saluda al hombre que está en la caja, enfila a las mesas grandes del fondo y los mozos lo dejan tranquilo. Se nota que el líder del retornado Vamos Uruguay, al frente de la lista 10 del Partido Colorado, juega acá de local.

    Es un líder político indiscutible, y estas dos semanas desde su regreso lo dejaron patente, con la anexión bajo su paraguas de Impacto, Batllistas y Ciudadanos. No quiere tocar el tema; de hecho, se escabulle de todo intento de polémica que lo enfrente con el candidato a la presidencia, Andrés Ojeda, a quien busca “apoyarlo y ayudarlo” desde la otra ala partidaria. Asesor externo de Montevideo City Torque y socio vitalicio de Wanderers, apela a las metáforas futboleras al hablar de las chances para un balotaje y a las matrimoniales para hablar de la relación de Uruguay en el Mercosur. Con este bloque, indica, no hay que “amputarse la posibilidad” de decirle adiós. También sostiene que, llegado el caso, se podría pensar en la Coalición Republicana como un lema perdurable.

    Lo que sigue es un resumen de la entrevista que mantuvo con Búsqueda Pedro Bordaberry.

    —Muy intensos, por suerte. Muy lindos, también. En algunos casos son reencuentros y en otros la alegría de gente que se suma. Me ha llamado la atención la gente que se ha sumado. Siento energías positivas, gente que te saluda en la calle, que te dice que no aflojes.

    —¿Extrañaba la política?

    —Me pregunté eso varias veces. Hace cuatro años que tengo un trabajo que es el sueño del pibe y donde gano bien. Pero agarraba los diarios, Búsqueda, y arrancaba en la información política. Me invitaron hace unos años a escribir una columna los domingos (en El País) y eso me mantuvo atento a lo que pasaba. No sé si extrañaba, pero la tenía presente.

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    Pedro Bordaberry durante la entrevista con Búsqueda.

    Pedro Bordaberry durante la entrevista con Búsqueda.

    —Cuando se oficializó la incorporación de Batllistas, usted pidió “generosidad” en esta época de "armar las listas" donde suelen aflorar “sentimientos más humanos”. ¿Qué notó más, generosidad o sentimientos humanos?

    —Se encuentra de todo y es lógico. Para ser generoso tenés que tener ese sentimiento humano, si no, no renunciás a nada. Pero he encontrado mucha generosidad, veo bien a todo el partido, quizá como hace mucho tiempo no lo hacía.

    —¿Participará en la elaboración del programa del Partido Colorado?

    —No, participan técnicos.

    —Coordinados por Matías (Bordaberry, su hijo).

    —Sí… pero yo no soy técnico. Hay muchos que me apoyan y están en primera línea: Lito (Isaac Alfie), (Jorge) Barrera, Sara Durán, Ney (Castillo), Fernando Mattos, Robert Bouvier. Este no es un partido de unanimidades, pero en las cosas básicas hay que estar de acuerdo. No veo problemas. Sí quiero poner énfasis en la seguridad, que es la mayor preocupación de los uruguayos.

    —¿Y ahí se siente más cercano a las propuestas de Gustavo Zubía o de Diego Sanjurjo?

    —Noooo, no entro en si me parezco a Zubía o a Sanjurjo, yo me parezco a mí y a mis ideas. Tengo una agenda en seguridad que tiene coincidencias con otros en el partido. Incluso he presentado muchos proyectos de ley en el pasado y espero volver a hacerlo.

    —¿Cuál sería la primera medida a tomar en seguridad?

    —No es una, son varias. Es fundamental la resocialización de las personas presas. Presenté un proyecto hace más de 10 años, de sacar las cárceles de la órbita del Ministerio del Interior. El tema es adónde llevarlas. Creo que la seguridad de las cárceles es tema de Interior, incluso compartido con Defensa, pero la reeducación y resocialización tendrían que estar bajo tutela del (Ministerio de) Desarrollo Social. Tendría que ser independiente, un servicio descentralizado como es el Inisa (Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente). El combate del narcotráfico es para resolverlo ayer, nos está pasando por arriba. Tenés que invertir mucho en aviones o radares, en vigilancia de fronteras, escáneres, fortalecer el combate al lavado de activos. Es mucha plata pero ahí se nos va la vida. En el combate a las bocas y el microtráfico, el allanamiento nocturno (cuya habilitación se plebiscita en octubre) sería una buena herramienta.

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    Conferencia de prensa de Pedro Bordaberry para anunciar su regreso a la política.

    Conferencia de prensa de Pedro Bordaberry para anunciar su regreso a la política.

    —También habló de la inserción internacional. ¿Cómo vio la actuación en estos años?

    —El discurso fue el correcto, pero no fue acompañado en los hechos. En la frontera con Brasil, donde hay un embajador brillante (Guillermo Valles), se han logrado cosas importantes, pero nada que se compare con el tratado de libre comercio con México, que ya cumple 20 años. De ese nivel no ha habido nada ahora ni en los 15 años del Frente Amplio. El problema es que los socios del Mercosur no nos dejan avanzar. Yo creo que Uruguay tiene que ser más duro en el momento de negociar con el Mercosur, decir que tiene el derecho de negociar con terceros países. La resolución de 2000 (32/00, que establece que esas negociaciones tienen que ser conjuntas) no me impide hacerlo. Ese año se suscribieron 11 resoluciones, hay 10 que no se cumplieron, ¿y la única que querés hacer cumplir es esa? Eso lo firmó el Poder Ejecutivo, pero no se trató en el Parlamento y en Uruguay los tratados se deben aprobar en el Parlamento. Entonces, no estamos obligados. Además, al Mercosur hay que decirle: “Mirá, yo me quiero quedar pero si me das esto; si no, tengo que buscar otra cosa”. Si vos empezás diciendo: “Me voy a quedar, más y mejor Mercosur, me des algo o no”, ya perdiste la negociación.

    —¿Usted plantea la posibilidad de irse del Mercosur?

    —Nunca te tenés que amputar eso. Si el resto sabe que te quedás, ¿qué te van a conceder? Es una pésima estrategia de negociación amputarte esa posibilidad. Y que no sea una bravuconada: tenés que asegurarte de que los tratados con terceros países del Mercosur te los den a ti también, los dos años de preaviso, hay un tema con Brasil del arroz y las autopartes, muchas cosas a evaluar. Pero no te sirve decir de antemano: “No me sirve, así no quiero, me tenés que dejar comerciar por las mías, pero igual me quedo”. ¡Pará! ¡A nosotros nos va la vida con eso como país! El Mercosur es como esos matrimonios que se llevan mal, pero no hablan de sus problemas y tratan de solucionarlos diciendo “te quiero”. Nosotros nos juntamos, no hablamos de nuestros problemas, pero decimos: “Más y mejor Mercosur”. ¡Si me querés, mostrame cariño!

    —¿Siguió la convención colorada del sábado 17, la que aprobó la fórmula?

    —Por redes.

    —Usted habló de "dos alas, como los pájaros y los aviones", al referirse a la interna partidaria, en referencia al sector de Ojeda y el suyo. En la convención Ojeda habló de ser el piloto del avión, no de las dos alas. También habló de “muchas listas” para darles la oportunidad a distintos dirigentes de llegar al Parlamento. ¿Eso no es una respuesta a usted y a su postura de lista única?

    —Mirá, no lo sé y no voy a entrar en esa polémica. Hoy, el partido, la Coalición Republicana y Uruguay nos necesitan unidos, con mucho diálogo y acuerdo. No me detengo a hacer esos análisis. Lo importante es cómo construir algo unido. Yo mandé un tuit antes de la convención diciendo justamente eso. Eso es todo lo que voy a decir.

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    —¿No quedó opacado el candidato a la presidencia con toda la movida que se generó en torno suyo?

    —No… De vuelta, no me detengo en esas cosas. Me tengo que concentrar en trabajar. Y estoy seguro de que el candidato se concentra en lo mismo. Y si eso pasa, el partido va a votar mucho, la Coalición Republicana va a votar mucho y el país va a estar mejor.

    —¿Ojeda es un líder del Partido Colorado?

    —De nuevo... no soy comentarista de los temas de los cuales no considero que me tenga que ocupar. Yo nunca, habiendo tenido el 75% en las internas, me consideré líder del Partido Colorado. Gané las internas dos veces e hice la Secretaría General del Partido Colorado rotativa. Por eso no le presto la atención a eso.

    —Bueno, en los últimos años hubo una sola secretaría general, la de Julio María Sanguinetti, ¿cómo vio eso?

    —Cada uno lo ve como quiere, yo no soy comentarista ni quiero hablar del pasado. Hablo del futuro, lo que vengo a hacer. Rechazo hablar de lo que hizo este o el otro; yo hice las cosas de una forma y si volviera, las volvería a hacer como las hice. Pero es válida una cosa o la otra.

    —En 2019, desestimularon su regreso y eso es visto hoy como un error. Ahora el propio Ojeda había dicho que tenía las puertas abiertas. Pero trascendió que está preocupado por la movida generada por su vuelta. Hay quien habla casi de un candidato "bis".

    —(Se ríe) A ver… Lo que pasó en 2019 pasó. Lo de “bis” nunca lo escuché en mi vida, es tuyo. Lo que sí creo es que esto es una carrera donde gana el que corre más rápido y llega antes. Yo voy a tratar de correr mucho con mi lista dentro del Partido Colorado, ayudando a Andrés Ojeda. Hay que ayudarlo y apoyarlo. Luego correré mi carrera contra otras listas. ¡Y sí! Quiero sacar la mayor cantidad de votos y de legisladores. Y los demás quieren lo mismo. ¿Cuál es el problema? Son las reglas de juego.

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    Pedro Bordaberry  y Andrés Ojeda

    Pedro Bordaberry y Andrés Ojeda

    —¿Ve más posibilidades de que el Partido Colorado llegue al balotaje esta vez?

    —Soy realista: es muy difícil pero es posible. Tenemos un muy buen candidato que comunica muy bien y llega a la gente. Trataré de aportarle lo mucho o poco que pueda. ¿Que es difícil? Claro que sí. ¿Pero es posible? Sí. Es como cuando Wanderers o el City van a jugar contra Peñarol o Nacional. ¿Les hemos ganado? Sí. ¿Que la mayoría de las veces no ganamos? También. Pero vamos a jugarlo. Y si jugamos bien y nos ayudan los dioses del fútbol (se ríe), que están del lado nuestro, se puede.

    —Usted dijo que antes de su vuelta había hablado con Luis Lacalle Pou, Álvaro Delgado e incluso Yamandú Orsi. ¿Se reunió con José Mujica?

    —No.

    —¿Lo piensa hacer?

    —No. La que ha sido muy generosa ha sido Lucía Topolansky. Nos pasa algo a ella y a mí que está bueno. Nadie puede pensar que tenemos coincidencias ideológicas, pero esa nitidez permite mucha claridad en el relacionamiento. Ella es una gran trabajadora. Cuando estaba en el Senado yo pasaba ocho o 10 horas allí, ella también. Yo a veces me iba a las siete u ocho de la noche y ella también, yo me iba a mi casa muerto de cansado y ella se iba al comité a seguir militando. Un día le dije: “Por eso es que nos ganan”. A partir de su convencimiento le mete mucho laburo. Eso nos permitió el respeto y sobre todo generar algo que es muy importante en la política: cuando decís “sí” es sí, y cuando decís “no” es no. A partir de ahí podes buscar coincidencias.

    —¿Aumentó la crispación?

    —No lo sé. Pero lo que veo, y me voy a meter en un lío, es mucha más militancia periodística que antes. Me crie con Néber Araújo y nunca supe a quién votaba; me enteré de grande. Hoy veo críticas de periodistas por posiciones ideológicas, como si el periodista estuviera asumiendo el rol de un político. Yo doy una entrevista a Búsqueda u otro medio y parto de la base de que el periodista a alguien vota, pero que es profesional en su trabajo. El miedo mío es que esto termine como lo que pasa en Argentina, ese periodismo de barricada, el medio “k” y el otro.

    —¿Y a nivel político nota un crecimiento de esa crispación?

    —Bueno… (se ríe) todos vivimos en un mismo país. Yo puedo discrepar con muchos, pero no igual con todos. Mi primer Senado lo integré con Alberto Couriel y Luis Alberto Lacalle Herrera. Me sentaba a escucharlos a los dos y era un placer. ¿Se decían barbaridades? No. Eran finos esgrimistas de la política y hacían valer la dialéctica para convencer al otro. Hoy lamentablemente este mundo de redes sociales, de pocos caracteres, de comunicación corta, te lleva querer ser mucho más... "contundente".

    —En parte por la falta de acuerdos en el Parlamento integrante de la coalición impulsaron que la Fiscalía sea colegiada. ¿Cómo ve esa posibilidad?

    —Me parece que previamente nunca tenés que amputarte ninguna posibilidad. Cuando te sentás a negociar, tenés que tener en cuenta que una cosa es la posición y otra cosa es el interés. Tenés que trabajar sobre el interés y no sobre la posición. Cuando nos sentábamos con Topolansky, (Pablo) Mieres y (Luis Alberto) Heber no empezábamos diciendo: “Yo tengo este nombre”. Empezábamos preguntándonos qué es lo que necesita el país. Cuál es nuestro interés. Obviamente que cada uno tenía su nombre. Pero, por ejemplo, en el caso de los jueces, queríamos miembros de la Suprema Corte de Justicia independientes de todo partido político. ¿Qué hicimos? Trabajamos sobre los intereses y no sobre las posiciones.

    —Fiscalía ha estado en el ojo de la tormenta últimamente. Ahora hay muchos integrante de la coalición que dicen que está teniendo una actuación sesgada en contra del gobierno. ¿Cómo ha visto esos comentarios?

    —Creo que eso es de que los políticos no hemos sabido resolver los problemas donde hay que resolverlos: en el Parlamento. El problema es que cuando no tenés la capacidad de resolver los problemas políticos ahí, la tentación es ir a resolverlos a otro lado, judicializarlos. Esto no quiere decir que no haya temas que se deban judicializar, pero nuestros problemas políticos enseguida queremos solucionarlos en la Fiscalía y en la Justicia. Ahora empezamos con el tema de que Jorge Díaz es del Frente, Zubía es colorado y (Gabriela) Fossati es blanca… Entonces si va una denuncia y un fiscal o juez legítimamente no ven responsabilidad, los que denunciaron dicen: “Ah, pasa que es de otro partido”. Y si hay responsabilidad, lo contrario.

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    Pedro Bordaberry durante la entrevista con Búsqueda.

    Pedro Bordaberry durante la entrevista con Búsqueda.

    —Habló de Fossati. Ella dijo que si la Justicia le pedía el celular, lo rompía. Ojeda, su candidato, la respaldó. Gurméndez, entonces precandidato, lo refutó. La senadora Graciela Bianchi antes dijo que destruiría su celular si se lo pedía un fiscal.

    —Eso ya fue. Sobre lo que ellos dijeron o hicieron yo no me voy a pronunciar. A mí si la Justicia me pide algo, y tiene fundamentos para pedirlo, se lo doy. Soy abogado.

    —Ya dijo que no quiere polémicas, pero usted es abogado y Ojeda también.

    —Sí, sí. Y Graciela Bianchi también. De nuevo, sobre lo que dijeron Ojeda o Bianchi no voy a hablar. Yo, con mi formación jurídica como abogado, que no digo que sea la mejor de todas, acato lo que resuelva el juez.

    —¿Cómo evaluó el funcionamiento de la coalición de gobierno? ¿En algún momento debería tener un ámbito de reunión de los líderes?

    —Cuanto más coordinación haya, mejor. Y cuanto más formal sea, mejor.

    —¿Cree que en algún momento la Coalición Republicana pueda instalarse como un lema permanente?

    —No hago futurología… puede ser. El Frente Amplio empezó así, el Partido Demócrata Cristiano prestó el lema, luego se convirtió en Frente Amplio, Encuentro Progresista y no sé cuántas cosas más. De nuevo me sale el abogado: vos en un contrato necesitás, además de la firma de las partes, el affectio societatis, que es tan importante como lo institucional. Es el deseo de conformar una sociedad. Yo creo que eso ya existe; si sigue creciendo, habrá que darle una formalidad para que no sea solo una sociedad de hecho, como es hoy, sino de derecho.

    —A la luz de los hechos, en materia de seguridad, ¿cree que hubiera mejorado la situación si se hubieran aprobado los plebiscitos de 2014, el de la baja de la edad de imputabilidad que usted impulsó, y de 2019?

    —El plebiscito de 2014, que tuvo 48% de adhesión, tuvo un efecto muy positivo aun habiendo sido rechazado. De ese plebiscito la gente se acuerda de la baja de imputabilidad, pero proponíamos mantener los antecedentes de los menores que cometían delitos graves; el Frente Amplio y el Partido Nacional votaron mantenerlos antes de que se plebiscitara. Se aprobó por ley. El plebiscito pedía que se creara un instituto fuera del INAU a cargo de los menores infractores. ¿Qué hizo el Frente? Creó el Inisa, segundo éxito. El tercero era bajar la edad de imputabilidad. En ese momento, los menores que mataban o asesinaban estaban recluidos en promedio dos años, nosotros entendíamos que eso no estaba bien, porque una reeducación requería más tiempo. No bajaron la edad de imputabilidad, pero se llevó el máximo del delito de homicidio a 10 años. Eso es una forma de trabajar en el Parlamento, desde la oposición, logrando cosas para toda la sociedad.