La economía uruguaya se fue enfriando a lo largo de 2022 entre Covid, quejas por el dólar, referéndum y otros ruidos políticos

escribe Ismael Grau 

Entre un referéndum por la Ley de Urgente Consideración (LUC) que enseguida dio paso a un precoz clima de campaña electoral, algunas reformas que empezaron a avanzar, el Covid-19 que no dejó de ser una preocupación y una frustración mundialista, la economía uruguaya pasó el 2022 del rebote inicial a un virtual estancamiento. Las finanzas públicas continuaron mejorando hasta que se resintió la recaudación tributaria, mientras que el mercado laboral no terminó de recomponerse del todo y la inflación se convirtió en “carestía” durante parte del año.

Esta nota es exclusiva para suscriptores de BÚSQUEDA y GALERÍA
Elegí tu plan y suscribite

Suscribite

¿Ya sos suscriptor? Iniciá sesión

Probá nuestro servicio, registrate y accedé a una nota gratuita por semana.