Si bien los puntos más sonados del plebiscito previsional que se vota el próximo 27 de octubre son tres, lo que busca principalmente la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS), una de las organizaciones promotoras, es la eliminación de las AFAP. En estos meses de campaña por el Sí, los impulsores de la enmienda constitucional se vieron sorprendidos por algunas decisiones de los equipos de inversiones de esas administradoras de fondos previsionales.
Aunque con algunas imprecisiones, su comentario refería a la participación como inversores que tienen las AFAP en algunos fideicomisos —como el que creó el WTC para buscar financiamiento— o los que estructuró la Corporación Vial (CVU) —una sociedad perteneciente a la CND— para la construcción de rutas.
El rol de las AFAP es gestionar los aportes jubilatorios de los trabajadores afiliados invirtiéndolo en títulos de deuda o acciones, con ciertos límites, buscando maximizar las ganancias para que la persona cobre una mejor pasividad al momento del retiro. Por ese servicio cobran una comisión que se la descuentan al afiliado; es el “lucro” objetado por el PIT-CNT, el Partido Comunista y otras organizaciones promotoras del plebiscito de la seguridad social.
Bajo ese esquema, las inversiones en instrumentos emitidos por empresas en el mercado de valores son habituales para las AFAP, aunque no son las mayoritarias. Las administradoras tienen divididas sus carteras en tres subfondos (en los que pueden tomar mayores o menores riesgos según la edad del afiliado) y cada uno tiene sus porcentajes máximos permitidos por instrumentos. Los títulos emitidos por el gobierno y el Banco Central (BCU) son los que tienen los porcentajes más altos.
El Fondo de Ahorro Previsional —el conjunto de los ahorros de todos los afiliados que es invertido por las AFAP por el equivalente a unos US$ 23.400 millones en la actualidad— está compuesto en un 58,5% por títulos emitidos por el Estado. Le siguen las inversiones en el sector privado (23,5%), en papeles de organismos internacionales de crédito, en títulos de gobierno extranjeros (12,7%) y por bancos 3,1%.
El sector privado
Desde que se crearon las AFAP, en 1996, y hasta 2023, se emitieron instrumentos privados por US$ 7.500 millones. En este período, el circulante del mercado de valores creció desde US$ 400 millones hasta US$ 6.045 millones. De este total, las inversiones de las administradoras representan el 78%, según un informe de Agustín Sheppard, gerente de Riesgos de AFAP Itaú, publicado en mayo.
En los papeles privados, las inversiones de las AFAP se concentran en fideicomisos financieros (16,5%), seguidos de las obligaciones negociables —ON— (2,9%) y de acciones (0,1%). Así surge de una respuesta del BCU a un pedido de acceso a la información pública realizado por Mariana Achugar, una investigadora que buscó conocer cuánto dinero destinan las AFAP a financiar proyectos que no son amigables con el ambiente, según contó a Búsqueda.
La información del BCU está desagregada según los sectores de actividad. Aunque se clasifican como instrumentos privados, las AFAP tienen la mayor parte del dinero de los afiliados invertido en el rubro “administración pública y defensa, planes de seguridad social de afiliación obligatoria”. Al momento de responder el pedido de Achugar el saldo en estos títulos era de $ 93.735 millones. En esta categoría se incluyen las emisiones de UTE y de las intendencias de Montevideo, Canelones, Salto —hoy las tres están en manos del Frente Amplio—, Río Negro, Rivera, Florida y Maldonado.
Con un saldo de $ 36.527 millones, el segundo sector era el de las emisiones para financiar proyectos de participación público-privada (PPP). Con sus inversiones, las AFAP financiaron varios fondos de infraestructura, el Ferrocarril Central y la construcción de la cárcel de Punta de Rieles.
En el tercer lugar de las inversiones privadas aparece el sector forestal y de producción de madera, el que genera más preocupación en la investigadora que solicitó los datos. A estos proyectos las AFAP habían destinado $ 34.899 millones, según los datos informados por el BCU.
En el marco de la discusión de la reforma previsional, Achugar escribió en 2021 una columna en la diaria junto con otras investigadoras “ecofeministas” en la que opinaban que las AFAP financiaban la “propia destrucción” de la sociedad. Sobre el caso de la forestación, expresaron que “los trabajadores de ingresos medios y altos contribuyen con su trabajo a financiar los emprendimientos forestales que ya cuentan con beneficios fiscales para las empresas. Además, los impactos negativos a nivel ambiental son costos no registrados de estos emprendimientos que pagamos todos los ciudadanos”.
Si se consideran todos los instrumentos de forma individual, el fideicomiso Bosques del Uruguay 4 es en el que más dinero han invertido las AFAP. El saldo en este título era de $ 13.196 millones, según los datos al 30 de junio.
República AFAP, por ejemplo, invirtió en nueve fideicomisos financieros de forestación, que abarcan unas 72.000 hectáreas, según informa en su página web esta administradora regida por el derecho privado pero de accionistas estatales.
El cuarto sector con mayores inversiones de las AFAP fue el del “transporte y almacenamiento”, con un saldo de $ 25.103 millones. En esta categoría están incluidos los títulos de CVU para las obras en las rutas o los fideicomisos de transporte metropolitano.
En el mercado accionario —que está poco desarrollado en Uruguay— las AFAP invirtieron, comparativamente, unos pocos millones de pesos. En estos instrumentos tenían a junio posición sobre todo en Gralado (terminal y shopping Tres Cruces), en la sociedad Areaflin (parque eólico Valentines), Frigorífico Modelo y la Industria Sulfúrica (Isusa).
Las intendencias
Las AFAP resaltan el “impacto social”que tienen sus inversiones en la mejora de la infraestructura. El informe elaborado por Sheppard indica que los fondos de las administradoras permitieron construir 44 jardines de infantes, 38 escuelas, 43 centros CAIF, 10 polideportivos y nueve politécnicos. Se refaccionaron 1.000 kilómetros de rutas y se construyeron 273 kilómetros de vías férreas. Más de 4.500 niños fueron atendidos gracias a estas inversiones, destaca.
Las inversiones de las AFAP en el sector privado representaron, en 2023, el 78% del circulante del mercado de valores, algo que muestra que “gran parte” de su desarrollo “se debió a la inversión de las administradoras”.
Varios de los fideicomisos de renta fija que se emitieron en los últimos 20 años fueron de los gobiernos departamentales. La “mayor parte” —según otro informe de AFAP Itaú— los adquirieron estas administradoras. Por lo general, las intendencias son los fideicomitentes y repagan los títulos de deuda a los inversores a través de la cesión de la patente de rodados cobrada por el Sucive (Sistema Único de Cobro de Ingresos Vehiculares).
En este período, se emitieron 19 fideicomisos por 6.090 millones de unidades indexadas (unos US$ 967 millones). El 68% se destinó a las obras departamentales, un 25% a reestructura y cancelación de pasivos y el 7% restante tuvo un fin mixto.
Las intendencias de Canelones, Montevideo y Salto tuvieron la mayor participación en el monto total; representaron el 38%, el 23% y el 11% del total, según los datos de este informe. Le siguen Maldonado (8%), Tacuarembó (7%), Florida (3%), Rivera (2%), Río Negro (2%), Paysandú (1%) y Colonia (1%).
El análisis asegura que para los próximos años “se esperan nuevas inversiones” en infraestructura. Esto podrá suceder siempre que la papeleta del Sí no llegue al 50% más uno de los votos emitidos el 27 de octubre.