Tecnología revolucionaria para unos, amenaza para la democracia o cáscara vacía para otros, la inteligencia artificial genera cientos de miles de millones de dólares en inversiones. Solo OpenAI, la start-up más destacada del sector, se ha comprometido a gastar más de 1 billón de dólares en los próximos años para financiar su desarrollo. Una suma sin comparación, en este momento, con los ingresos reales generados por esta tecnología