La determinación de la compra de los campos en Florida se debe a la intención de cumplir con el compromiso del gobierno y del programa del FA, en cuanto a la adquisición de 25.000 hectáreas en el actual período, para facilitar el acceso a la producción familiar, con énfasis en mujeres y jóvenes, dijeron a Agro de Búsqueda fuentes oficiales.
Y enfatizaron sobre el criterio de priorizar la atención en la producción lechera, específicamente de los pequeños y medianos tamberos.
De hecho, en los últimos días, en conversaciones informales, varios referentes del sector lechero sugirieron a las autoridades del INC que analice la posibilidad de adquirir ese campo, por la oportunidad estratégica que supone para el desarrollo de la lechería.
El actual presidente de Colonización, Eduardo Viera, es tambero y fue directivo de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL).
El actual presidente de esa gremial, Alvaro Quintans, dijo a Agro de Búsqueda que la compra de este campo “es una muy buena decisión” del INC, que “ayudará a darle oportunidad a jóvenes productores” a quedarse en el campo.
Hay una “propuesta firme para que la futura colonia que se instale en ese campo lleve el nombre de José Mujica”, como una forma de homenaje al histórico dirigente frenteamplista y su vínculo con la tierra, según publicó el jueves 15 el sitio especializado en temas del agro Revista Verde.
Ofrecimientos de campos
El INC retomó la tarea de seguir de cerca la información correspondiente a los ofrecimientos de campos que llegan a sus registros, como lo establece la normativa legal vigente.
Todo propietario, previo a la enajenación de un campo de una extensión igual o superior al equivalente de 500 hectáreas de Índice de productividad Coneat 100, está obligado a ofrecerlo al ente estatal, que tendrá preferencia para la compra por igual valor y plazo de pago, indica el artículo 35 de la ley de Colonización.
Este primer paso del directorio entrante de ese ente estatal en la compra de campos se realiza en momentos en que el mercado de tierras registró el récord del precio promedio de la hectárea, que fue de US$ 3.967 en 2024, conforme con los datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
Hasta el año pasado el valor máximo histórico de la serie de informaciones de esa repartición ministerial era de US$ 3.934 por hectárea, correspondiente a 2014.
Otro récord registrado en 2024 en los negocios de compraventas de tierras es el monto total involucrado en los mismos, que fue de US$ 1.489 millones, superando la marca anterior de US$ 1.305 millones de 2013. Este nuevo máximo histórico es prácticamente equivalente al monto del préstamo “puente” otorgado en agosto de 2002 por el gobierno de Estados Unidos a su par de Uruguay, para dar apoyo durante la crisis financiera que golpeó al país.
Unas 375.000 hectáreas se transaron en el mercado de campos durante el año pasado, lo que representó un incremento de 58% respecto al área total comercializada en 2023, además de ser la mayor extensión registrada desde 2009. Eso fue lo que sucedió si se considera que en 2008 las compraventas abarcaron unas 684.000 hectáreas, y a partir de ese año hubo un descenso a niveles de entre 136.000 hectáreas en 2016 y 371.000 hectáreas en 2013, con varios altibajos en los diferentes años, según DIEA.
Negocios e inversores
La intervención del INC en el mercado de campos con la compra realizada en Florida significó la caída de un negocio entre privados.
La firma San Pedrito del Colorado, dedicada al engorde intensivo de vacunos, que pertenece al grupo empresarial liderado por Alberto González, que además es propietario del frigorífico Las Piedras y de Sociedad Ganadera San Alberto (empresa dedicada a la producción lechera y venta de genética de la raza Holando), entre otros emprendimientos, figuraba como la parte compradora de este campo floridense, según datos a los que accedió Agro de Búsqueda.
Indican que esta empresa del sector de los corrales de ganado pretendía adquirir una serie de padrones rurales en Florida, que en conjunto comprenden una extensión de 4.404 hectáreas, por un monto de US$ 32,5 millones, a un precio promedio de la hectárea de unos US$ 7.400.
En tanto que la vendedora es la firma Rafelor Sociedad Anónima, que es propiedad de los empresarios Víctor Lumbroso Cohen y Jonathan Geller Hag, de Perú, y que está dedicada a la producción agrícola y cría de animales, señalan los registros.
Los campos en cuestión se encuentran en explotación para producir granos, ganado y tiene un corral, además cuenta con instalaciones para hacer cuarentena de unos 10.000 terneros y alrededor de 1.000 hectáreas están bajo el sistema de riego.
Otro de los aspectos prioritarios definidos por la administración frenteamplista es el desarrollo del riego en general y en los predios explotados por productores colonos en particular, mediante las acciones del INC.
De Canadá a Uruguay
Otras transacciones de campos registradas en los primeros meses de este año comprenden el cambio de propietarios de grandes extensiones o montos en los departamentos de Treinta y Tres, Paysandú, Maldonado, Tacuarembó, Río Negro y Artigas, entre otros.
En abril de este año ingresó a Colonización una compraventa de tierras que comprende casi 3.500 hectáreas en el departamento de Paysandú, por un monto de US$ 12,5 millones, y en este caso la parte vendedora es Sierras y Valles Sociedad Anónima, una empresa dedicada a la explotación ganadera y lechera, cuyo presidente es Juan José Strauch Delger, y los compradores son Franco Salituro y Tanya Breiter, inversionistas de Canadá, según información recabada por Agro de Búsqueda.
Otra transacción de campos en la que figura una compradora de Canadá, en este caso es la escritora y editora Linda Leith, se refiere a tres padrones rurales en el departamento de Maldonado, por un monto de US$ 10 millones y una extensión de casi 400 hectáreas, con precio de US$ 25.400 por hectárea, y la vendedora es María Álvarez de Toledo.
En marzo de este año además se concretó una compraventa de campos en Florida, por un monto total de US$ 4,5 millones, que comprende unas 1.600 hectáreas a un precio de US$ 2.700 la hectárea. En este negocio la parte vendedora es la familia Vivo Howard, vinculada a la ganadería, y los compradores son Gervasio Reyes y Ana Saralegui, indican los datos.
Los registros también muestran que otra reciente compraventa de campos en Maldonado, por una cifra total de casi US$ 3 millones y una extensión de unas 900 hectáreas, que en este caso la vendedora es la firma Intercontinental Timber Asociación Agraria de Responsabilidad Limitada y como comprador figura Guillermo García.
Otras compraventas de tierras significativas fueron registradas en los meses recientes, como el caso de una transacción de campos por una extensión de 6.162 hectáreas y un monto de US$ 23 millones, en Treinta y Tres. Ese negocio comprende una serie de padrones rurales que se ubican a pocos kilómetros de la laguna Merín, y el comprador es Zeferino Ecosteguy, gerente general de la empresa Damboriarena Ecosteguy SRL, del sector arrocero y otros granos, mientras que el vendedor es la firma La Represa Sociedad en Comandita por acciones.
Para tener una idea del interés de los inversores en las zonas donde realizan sus negocios se pueden observar en qué puntos se concentra la mayor parte de las hectáreas transadas. Al respecto, el informe del precio de la tierra de DIEA, divulgado en abril, muestra que los departamentos con mayor superficie operada en las compraventas de 2024 fueron Tacuarembó, Rivera y Treinta y Tres, que en conjunto acumularon poco más de 156.000 hectáreas, lo que es un 42% del área total comercializado, y unos US$ 500 millones, siendo esto 34% del monto total de los negocios.
Al interés habitual que hay en la producción ganadera y agrícola, que son rubros históricos del agro local, se sumó en años recientes un nuevo impulso a la forestación, tras la puesta en marcha de una tercera planta de pasta de celulosa, instalada en la zona de pueblo Centenario, próximo a la ciudad de Paso de los Toros.
Mientras que los departamentos con valores máximos en promedio de la hectárea fueron Soriano, Colonia y Canelones, con precios de US$ 8.621, US$ 8.111 y US$ 6.886, respectivamente, en el año pasado, indica.
En cuanto a la escala de tamaño de los campos transados en 2024, DIEA informó que el 1% de las compraventas, correspondiente a las de más de 2.000 hectáreas, abarcó el 43% del total de la superficie vendida y el 40% del monto total de estos negocios.
En el otro extremo, las transacciones de tierras de la escala de entre 10 y 100 hectáreas explicaron el 72% del total de compraventas, el 12% del área total vendida y el 15% del monto del conjunto de operaciones de campos, indicó.