León XIV, el primer papa estadounidense, toma el relevo de Francisco, cuyo pontificado se destacó por un interés por los más vulnerables y una apertura en temas controvertidos. Con una iglesia dividida, el nuevo líder del catolicismo y también jefe de Estado afronta asuntos espinosos internos, como los abusos sexuales o las finanzas del Vaticano, así como desafíos globales en torno a la migración y las guerras