De Primera División la integran Cerro, Cerro Largo, Danubio, Defensor Sporting, Fénix, Liverpool, Montevideo Wanderers, Peñarol y River Plate. En las elecciones presidenciales de la AUF de 2023 apoyaron al candidato opositor Pablo Ferrari y en diversas ocasiones intentaron que el gobierno de Luis Lacalle Pou y los parlamentarios se solidarizaran con sus intereses.
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Ignacio Alonso llegó a la presidencia de la AUF en 2019 con el apoyo de actores que buscan independizarse de Tenfield
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Del otro lado, está el bando que sostiene a Alonso, electo como presidente en 2019 y reelecto el año pasado hasta 2027. Alonso impulsa la creación de sociedades anónimas deportivas (SAD), que aumentaron durante sus períodos de gestión hasta convertirse en 15 de las 30 instituciones profesionales del fútbol uruguayo; Atenas de San Carlos negocia transformarse en la decimosexta sociedad anónima deportiva, en busca de cerrar un acuerdo con el equipo inglés Middlesbrough FC. Además de las SAD, Alonso cuenta, entre otros, con el apoyo de los futbolistas y de los jueces, dos gremios que desde 2018 tienen voz y voto dentro de la AUF.
Alonso tiene también el respaldo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), construido a través de su relación personal con el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez. La Conmebol ha facilitado dinero para que la AUF reparta a los clubes y, tal vez más importante, mantiene un enfrentamiento con Francisco Casal: en 2020 le reclamó el pago de US$ 10 millones más intereses, luego de un fallo de 2015 del Tribunal Federal Suizo que responsabilizó a la empresa Global Sports Partners —dirigida por Casal— por incumplimiento de contrato respecto a la venta de derechos comerciales de la Copa Sudamericana.
En el medio de esta trama se ubica Nacional, que, aunque políticamente está más próximo a Alonso, mantiene una postura neutra en público. Nacional tiene una deuda millonaria que lo empujó a cobrar de manera anticipada todo el actual contrato de televisión, lo cual lo dejó económicamente en una situación débil para cuestionar a Tenfield, como sí lo hacen directivos de otros clubes. En junio, un grupo de socios convocó a una asamblea general extraordinaria para que el club se pronuncie oficialmente sobre el próximo contrato de televisación. Una de las resoluciones fue “mantener la posición de dejar vencer el contrato vigente por derechos de TV y streaming”.
Tenfield-AUF, una relación de casi tres décadas
El proceso de distanciamiento de AUF con Tenfield comenzó en 2017 bajo la presidencia de Wilmar Valdez. En aquel momento, la AUF dejó a la empresa sin la transmisión de dos partidos amistosos de la selección uruguaya, en una negociación liderada por Alonso, entonces integrante del Comité Ejecutivo. En 2018, la intervención de la FIFA en la AUF concluyó con la votación de un nuevo estatuto que sumó a los órganos de decisión de la asociación a los futbolistas y a los árbitros, dos protagonistas que Tenfield quería fuera de la ecuación: en ese 2017 la empresa perdió el control de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales frente a un movimiento de jugadores que, liderados por figuras como Diego Lugano y Diego Godín, reclamó por sus derechos de imagen.
Desde 2019, con la presidencia de Alonso se aprovechó esa tendencia. En 2021, la AUF presentó su plataforma online de contenidos oficiales, AUF TV, desde donde ha transmitido partidos de la selección y con la cual espera negociar el futuro contrato de televisación del fútbol local. “AUF TV es reconocida en toda Sudamérica y en todo el mundo. Por lo tanto, si nosotros estamos bien posicionados en este campo, si tenemos la suficiente fidelidad y llegada, podemos mañana transmitir cualquier evento organizado por la AUF, incluidos también los partidos del fútbol local”, afirmó Alonso en julio. “No tenemos restricciones. El proyecto es muy bueno y cada día toma más valor. Tenemos una proyección increíble”, añadió.
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Desde 2017 la AUF comenzó un proceso de independencia de Tenfield
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El objetivo de las autoridades de la AUF es mejorar la calidad de la producción audiovisual del fútbol local al negociar nuevos acuerdos de transmisión con cableoperadores y plataformas de streaming, además de otros contratos comerciales por venta de publicidad, patrocinios, suscripciones premium y la creación de contenido original. Aunque Alonso insiste en que en este concepto Tenfield puede ser socio —bajo otras condiciones contractuales y económicas a las actuales—, las últimas decisiones de la AUF demuestran que prefiere ir por otro camino.
En abril, la asociación finalizó con Puma el vínculo de provisión de vestimenta para las selecciones mayor, juveniles y femeninas. La firma alemana era la proveedora desde 2006, cuando firmó el acuerdo inicial con la AUF vía Tenfield, que hasta abril fue propietaria mediante licenciamiento de los derechos de vestimenta de los seleccionados. Para la Copa América 2024, disputada en julio en Estados Unidos, la AUF cerró sin intermediarios un contrato provisorio con Nike y, desde esta semana, estudia cuatro ofertas para equipar a las selecciones a largo plazo: Nike, Adidas, Kelme y Puma.
Hoy, Tenfield aún tiene para jugar la carta de los derechos audiovisuales de las competiciones de Primera y Segunda División, que vencen en diciembre de 2025. Este acuerdo se rubricó en 2015 y estableció el cese de los derechos por alrededor de US$ 17 millones al año, si se suman ajustes económicos. Fue el sexto acuerdo entre la empresa y la AUF desde 1998, cuando Tenfield obtuvo por primera vez la televisación del fútbol local.
Según informes encargados por la AUF, el pago por los derechos de televisación del fútbol uruguayo debe rondar los US$ 50 millones anuales. Alonso comunicó estos resultados a los clubes y mencionó como referencia el contrato que, en 2023, la Asociación Paraguaya de Fútbol alcanzó con Tigo Sports por US$ 98 millones en cuatro años. Pero no notificó sobre una propuesta ni interés concreto de ninguna empresa, lo que deriva en la urgencia e insistencia de varios clubes por negociar cuanto antes un nuevo acuerdo con Tenfield.
El presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, dijo a Sport 890 que Tenfield ya presentó una nueva oferta que aumenta a la mitad la entrada de dinero por TV para las instituciones de Primera División y en un 70% para las de Segunda División. “Solicitamos que se nos informe a la mayor brevedad posible sobre la estructura formal mediante la cual la AUF nos garantizará que a partir de enero de 2026 continuaremos recibiendo los ingresos actuales por derechos de televisión, incrementados en al menos un 50%, tal como ha sido ofrecido por la empresa Tenfield”, indicó Peñarol a la AUF en una carta enviada el mes pasado.
Por lo pronto, Alonso invitó a los presidentes de los clubes a un asado este viernes 16 al mediodía en el Complejo Celeste para conversar sobre el tema y ponerlos al tanto de los planes de la AUF.
Una empresa familiar
Con 70 años recién cumplidos, Francisco Casal dejó lugar a nuevas generaciones dentro de sus empresas. En Tenfield, por ejemplo, tomaron más protagonismo su hijo Axel —radicado en Buenos Aires, Argentina— y su sobrino Carlos Moyano, quien intentó ser futbolista. Ambos tienen un perfil más profesional, académico y mediador. De todas formas, la necesidad de ganar poder en la interna de la AUF al aglutinar a los clubes en una actitud común, el conocimiento de los manejos del fútbol uruguayo y su relación con muchos directivos de clubes elevaron la preponderancia de Nelson Gutiérrez, histórica mano derecha de Casal.
Desde 2020, la empresa —consciente de la pugna que le esperaba con la AUF— intentó obtener señales positivas del gobierno, que optó por mantenerse ajeno a la disputa, a diferencia de administraciones anteriores. El secretario nacional del Deporte, Sebastián Bauzá, carga con un historial de diferencias con Tenfield cuando fue presidente de la AUF (2009-2014) y repitió públicamente que el Poder Ejecutivo liderado por Lacalle Pou no iba a entrometerse en los conflictos del fútbol. Esta decisión tampoco cayó bien en los círculos de confianza de Alonso, que incluyen a Eduardo Ache, exintegrante del Comité Ejecutivo de la AUF.
Para Tenfield, el desinterés del gobierno supuso lanzar líneas a futuro con los candidatos presidenciales Álvaro Delgado y Yamandú Orsi. En el Partido Nacional tiene como punto de contacto a Julio Lara, exsenador blanco y actual secretario general de la Liga Profesional del Fútbol Uruguayo. Ahora, el próximo paso es la Justicia.
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Francisco Casal en 2008 durante una de sus últimas apariciones públicas en Uruguay
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La posibilidad de demandas no solo abarcan a Uruguay, sino también a Ecuador y Perú. En junio, la empresa GolTV, propiedad de Casal, emitió un comunicado de prensa en el que advierte a los clubes ecuatorianos de “reiterados y diversos” incumplimientos contractuales. “Invitamos a solucionar las diferencias existentes de manera amistosa y trabajar en conjunto a efectos de definir las nuevas condiciones comerciales, bajo apercibimiento de iniciar las acciones legales que por derecho corresponden”, sostiene GolTV.
La empresa contrató los derechos de televisación de la Primera y Segunda División de Ecuador de 2018 a 2028. El acuerdo se firmó con la Liga Profesional de Fútbol del Ecuador, una asociación deportiva integrada por las instituciones de Primera División y denominada comercialmente como LigaPro. Fue creada en 2018 y forma parte de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, aunque tiene personalidad jurídica propia y autonomía para su funcionamiento, el mismo régimen que pretende conseguir la Liga Profesional del Fútbol Uruguayo respecto a la AUF.
El 6 de junio, el presidente de la LigaPro, Miguel Ángel Loor, anunció que los clubes daban por terminado el contrato con GolTV, debido a que la empresa les debe alrededor de US$ 19 millones. Días después, la LigaPro alcanzó un acuerdo por la venta de sus derechos audiovisuales con la plataforma local de televisión por cable Xtrim.
En Perú, GolTV formó, junto con Telefónica Media Networks Latin America, el Consorcio Fútbol Perú, que adquirió la transmisión de los derechos televisivos del fútbol local bajo el canal GolPerú. Allí también Casal analiza una posible demanda a los clubes y a la Federación Peruana de Fútbol por ruptura unilateral del contrato. La disputa viene desde hace meses: en enero del año pasado la Federación Peruana de Fútbol recordó que es la propietaria de los derechos de transmisión de las competiciones y que los únicos clubes que tienen contratos vigentes hasta 2025 con el Consorcio Fútbol Perú —y, por ende, están habilitados a transmitir sus partidos a través de la señal GolPerú— son Carlos Manucci, Deportivo Municipal, Sport Boys y Universitario.